Grece Ghanem
@grece_ghanem

¿Y si te dijera que hay una verdad absoluta con la que te has martirizado toda tu vida y ahora resulta que es una verdad a medias? Porque si como medio mundo también pensabas que para adelgazar había que correr, sudar como si fueras a ganar un maratón y hacer únicamente entrenamientos de alta intensidad… Te equivocabas. Sí, llevas toda la vida creyendo que cuanto más cardio, menos grasa. Y de repente llega la ciencia y desvela que caminar despacio podría ser tu mejor estrategia para perder peso a los 50.

andar despacio
@emmanuellek_

Sí, has leído bien. Y no, no es clickbait. Un estudio reciente publicado en la revista Nutrients acaba de demostrar que las mujeres mayores de 50 años que caminan a un ritmo más lento queman más grasa que las que van aceleradas. Así que si necesitabas una excusa para bajar el ritmo y empezar a disfrutar más de tus paseos, aquí tienes la mejor.

¿Qué dice exactamente el estudio?

Los investigadores siguieron a 25 mujeres posmenopáusicas que participaron en una rutina de caminatas. Primero durante 15 semanas, y después 16 de ellas se animaron a continuar otras 15 semanas más. 

La rutina era sencilla: caminar unos cinco kilómetros, cuatro días a la semana. ¿La diferencia? Un grupo caminaba rápido, a unos 6,2 km/h, durante 45 minutos; y el otro grupo caminaba más despacio, a unos 5 km/h, pero durante 54 minutos. ¿Qué pasó? Pues que las mujeres que caminaban despacito perdieron 2,73 veces más grasa que las que iban a toda velocidad. Repito: 2,73 veces más grasa. Y eso sin sufrir, sin llegar al límite y sin quedarse sin aliento.

¿Por qué caminar más despacio funciona mejor a los 50?

Aunque el estudio no explicó del todo el "por qué" (la ciencia todavía está en ello), los investigadores tienen una teoría bastante lógica: Cuando caminas más rápido, tu cuerpo necesita energía de forma inmediata y suele tirar de azúcar en sangre (glucosa). Pero si caminas más despacio, el cuerpo tiene tiempo de recurrir a las reservas de grasa como fuente de energía. Traducción sencilla: caminar rápido quema azúcar y caminar despacio quema grasa.

Y aquí un dato importante: a partir de los 50, nuestro metabolismo cambia, las reservas de grasa tienden a acumularse (hola, zona abdominal), y el cuerpo responde mejor a estímulos sostenidos pero suaves. Así que sí, caminar de manera tranquila y constante puede ser el mejor truco metabólico que aún no habías probado.

¿A qué ritmo debería caminar?

Ahora bien, el ritmo es importante aunque sea más despacito. Sergio Cornejo, entrenador personal del Club Xll, se suma al estudio y recomienda unos 5 kilómetros por hora. ¿Y eso cómo se traduce en la vida real? Pues ni pasear mirando escaparates como si estuvieras en modo slow-mo, ni caminar como si fueras a perder el último tren.

Es un ritmo alegre pero relajado, donde puedes hablar cómodamente mientras caminas, sin quedarte sin aire y disfrutando del paisaje, del podcast o del momento zen que es caminar sin prisas. Recuerda: esto no es una carrera. No tienes que competir con nadie. De hecho, cuanto menos lo hagas, mejor.

¿Caminar más rápido es malo?

Para nada. No queremos cancelar la marcha rápida. “Caminar rápido también tiene beneficios, sobre todo para el corazón y la resistencia cardiovascular”, anuncia el entrenador. El tema es que si tu objetivo principal es perder grasa corporal después de los 50, el estudio garantiza que los paseos a un ritmo más lento y constante podrían ser más efectivos. De hecho, lo mejor es alternar ambos estilos y conseguir un combo perfecto de salud y bienestar.

¿Cómo incorporar más caminatas (sin dramas) a tu vida?

Aquí no se trata de reorganizar tu vida como si fueras atleta profesional. Se trata de integrar el movimiento de forma natural. Y según el entrenador personal estos son los trucos más sencillos:

  • Camina antes del trabajo. Un paseo matutino de 20 minutos cambia el ánimo del día.
  • Haz micropaseos. Cada vez que puedas, levántate, camina 5 minutos. (¡Sí, también cuenta caminar para ir a por el café!).
  • Aprovecha descansos y llamadas. ¿Reunión telefónica? Póntela en modo paseo en vez de sentarte.
  • Haz lo que puedas, cuando puedas”. Es el mejor mantra para la vida real.

Recuerda: los pasos cuentan igual, ya sea en una caminata continua o repartidos en micro-movimientos diarios. No hay forma correcta o incorrecta de sumar pasos: lo importante es moverte.

¿Y si no puedo caminar cinco kilómetros cada día? Spoiler: tampoco pasa nada. Hay días buenos y días caóticos. No siempre puedes sacar una hora entera. Pero cada paso suma. Cada paseo corto y cada oportunidad que tomes para moverte en vez de quedarte sentada cuenta. Porque si hay algo que nos enseña este estudio es que no hace falta matarse a entrenar para estar en forma después de los 50.