Baño de gong: la meditación sonora que consigue los efectos reparadores de un sueño profundo de 8 horas

La fundadora de SonoraS HouSe nos cuenta cómo una experiencia inmersiva en sonido puede desde reparar el sistema nervioso hasta liberar bloqueos emocionales y creativos.

María Elvira

Editora de belleza

Actualizado a 10 de octubre de 2023, 23:05

Unsplash / Mcgill library / Arte: Lupe García.

Pongámonos en situación: espacio de yoga en Madrid y diez participantes en la sala. De repente, un objeto que podría ser decorativo se convierte en invitado estrella. Es el gong, a cuyo sonido relajante caerá rendida la clase una vez al mes. Una terapeuta es la encargada de guiar esta meditación, que se realiza con una “intención”, como dan en llamar al objetivo de la terapia sonora. Hoy toca el regreso a uno mismo, una invitación a la introspección desde la templanza que unos realizan tumbados y otros sentados para lograr una atención plena y evitar así quedarse dormidos (literal, ya que tal es el punto de relajación que se alcanza).

Terapias sanadoras como los “viajes” sonoros siempre han estado ahí, pero nunca tan presentes ni normalizadas como ahora. “Desde que los descubrimientos de física cuántica han llegado a la calle hablar de nuestro cuerpo energético ya no parece una locura”, cuenta Clara Alfaro, psicóloga, terapeuta de sonido y fundadora de SonoraS HouSe, primera casa de meditaciones sonoras en la capital, donde realizan baños de gong, viajes de sonido y meditaciones.

La pandemia también ha supuesto un catalizador para este tipo de disciplinas alternativas. “Desde el 2020 sufrimos todos un poco de estrés post traumático y estamos más abiertos a buscar fuera de lo conocido una respuesta y solución a lo que nos ocurre”, opina Alfaro, a quien avalan los abrumadores datos: cuatro de cada diez españoles (39,3%) valora de forma negativa su salud mental, según el informe La situación de la salud mental en España, realizado por la Confederación Salud Mental España y Fundación Mutua Madrileña.

Con la experta nos sumergimos en un mundo desconocido (al menos para nosotras) como es el de los baños de sonido. Comprobarás que no es sólo creencia y hay mucha neurociencia detrás

Una terapeuta, en mitad de una sesión de baño de gong.

Pexels/Antoni Shkraba

¿En qué consiste un baño de sonidos?

“Se trata de una experiencia inmersiva en sonido durante la cual todas las células se “bañan” en la vibración que emiten los diferentes instrumentos. Dependiendo de su intensidad, te vibrará ¡hasta el pelo!”, avanza la fundadora de SonoraS HouSe, que añade que existe de distintos tipos, no sólo según el instrumento sino, importante, quién lo cuente, porque al final no deja de ser una historia sonora.

Respecto a los instrumentos, conviene diferenciar entre baño de gong (éste se utiliza solo) y viajes de sonido, donde entran en juego cuencos tibetanos, shruti, voz, cuencos de cuarzo, crótalos, etcétera. También existen los conciertos meditativos con cuencos tibetanos o de cuarzo. 

Hablemos de física cuántica 

Si algo ha dejado claro la física cuántica, tal y como ilustra Clara Alfaro, es que todos (y todo) somos vibración, “aunque no lo podamos escuchar, ni ver”. Aquí entra en juego el principio de resonancia, según el cual cuando una vibración sucede fuera de nosotros y dura en el tiempo nuestro organismo se acopla a ella.

¿Un ejemplo para verlo más claro? “Nuestro cerebro emite ondas electromagnéticas Beta, Alfa, Theta, Delta o Gamma, dependiendo de nuestro estado de consciencia. Cuando estás trabajando, te encuentras en estado de alerta y tu cerebro emite ondas Beta. Al salir del trabajo, si consigues relajarte, tu cerebro emitirá ondas Alfa. Pero imaginemos que no lo logras y sigues emitiendo ondas Beta. Acudes a una meditación sonora y el sonido que emite el gong tiene la frecuencia de las ondas Alfa. Tu cerebro, pasado un rato, dirá '¡Yo sé hacer eso!' y se acoplará a las frecuencias que están emitiendo el gong o los cuencos tibetanos, bajando de Beta a Alfa”, describe la experta.

Una terapia relajante… y sanadora

Probablemente te estés preguntando cuáles son los beneficios “reales” de una meditación sonora. Pues bien, la lista es enorme y abarca todos los niveles. La especialista lo ilustra con un ejemplo de lo más clarificador: “Es como un sueño reparador de 8 horas en el que alcanzas un estado meditativo profundo. Esto se debe a la activación del sistema nervioso parasimpático, que permite restaurar el equilibrio natural, regular los niveles de estrés, disolver bloqueos de todo tipo, calmar la ansiedad, armonizar cuerpo, mente y espíritu, potenciar la intuición y conectar con tu ser”. A continuación, una lista completa de las numerosas ventajas de esta práctica.

  • A nivel físico:
    • Alivia el insomnio.
    • Regenera el sistema musculoesquelético, estimula la circulación.
    • Estimula el sistema glandular.
    • Repara el sistema nervioso. 
    • Reduce las adherencias postoperatorias.
  • A nivel emocional:
    • Libera bloqueos emocionales y creativos.
    •  Reduce el estrés.
    • Calma la ansiedad.
    • Provoca claridad mental para la toma de decisiones.
    • Libera traumas o bloqueos del pasado.
  • A nivel energético:

    • Armoniza tu cuerpo energético.

    • Desarrolla la visión.

    • Potencia la intuición.

    • Conecta con tu ser.

    • Despierta tus dones.

    • Alineación de los chakras

¿Un consejo para principiantes: “Acudir sin expectativas y con la mente abierta. Después de la sesión se recomienda ingerir una cena ligera e irse pronto a la cama. No te va a apetecer nada más”, justifica la experta.

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