Cómo maquillarte si eres morena

Tanto si tienes el pelo castaño como negro, atenta a estos consejos de belleza para conseguir un maquillaje perfecto.

Actualizado a 31 de agosto de 2017, 07:01

Las tendencias de maquillaje de la temporada no lo son todo. También es importante saber qué es lo que más nos favorece. A veces no tenemos muy claro como maquillarnos dependiendo del color de nuestro pelo. Tranquila nos ha pasado a todas. En el caso de que seas morena, aquí tienes unos consejos beautyque esperamos te sean de ayuda para maquillarte.

El cabello oscuro potencia los rasgos y el tono de la cara. Debemos tener en cuenta cuatro puntos fundamentales a la hora de ponernos manos a la obra con el maquillaje:

Base

Es el paso fundamental para obtener un maquillaje perfecto. Si tu piel es blanca, intenta elegir tonos rosados o beige que le den un poco de color y le resten palidez al rostro. Si eres morena de piel o estás bronceada, busca una base que se asemeje a tu tono natural o usa polvos iluminadores.

Ojos

Para maquillar los ojos, lo primero en lo que tenemos que fijarnos es en el color. En general, los tonos tierra, el negro, los azules y grises son perfectos para las chicas morenas. Basándonos más aún en el determinado color de nuestros ojos:

- Si son claros (verdes, azules) te quedarán genial las sombras en gris, negro, marrón y vainilla.

- Si son oscuros apuesta por verde, chocolate, malva o beige.

El delineado “ojo de gato” resalta más aún esta parte del rostro, apuesta por él para un acabado magnífico. Para el día, lo mejor son las sombras en tonalidades claras o tierra y, para la noche, tonos más oscuros o un smokey eyes.

Mejillas

A las morenas les sientan genial los tonos rosáceos, caramelo y melocotón en las mejillas. Si resaltas los pómulos con tonos suaves crearás en tu rostro un efecto natural y dulce.

Labios

Los labios son la parte más sensual del rostro, por ello para resaltar esta zona, las morenas pueden usar tonos rosas, anaranjados, cereza, fucsia, rojo y borgoña. Si optas por llevar labios rojos intensos, evita sobrecargar ojos y labios al mismo tiempo. En esta ocasión, la clave del “menos es más” funciona.

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