as bajas temperaturas tienen un agradecido efecto secundario: apetece muchísimo entregarse a los guisos y platos de cuchara para combatir el frío. Una sopa, unas lentejas, un glorioso cocido…Todos te cambian al día para bien. Pero lo que te hacen estos cinco restaurantes es otra cosa; lo suyo se llama arte. Y es que son capaces de mezclar el puchero de la abuela con la alta cocina y hacerlo (muy) bien. Aquí, una relación de sus muy suculentas propuestas.
La Borda del Mentidero, el lugar de moda
Está subiendo enteros como uno de los lugares favoritos para celebrar eventos y bodas en Madrid, pero este “pajar de montaña cool” tiene también su parte cozy que en decoración se manifiesta en textiles naturales, muebles antiguos y chimenea mientras que en lo culinario se engalana con cocina de tintes mediterráneos y platos fusión.
En tiempo de frío, La Borda hace los honores y nos ‘regala’ cosas tan suculentas como las setas de temporada, huevo a baja temperatura y caldo de cocido o los callos con mucho morro y un suave toque picante. Después ya puedes continuar con la selección de pescados y carnes, todo de traca. La Borda del Mentidero está en Ronda de Comunicación 5, en el distrito madrileño Fuencarral-El Pardo.
Tepic, sabor a México
Este restaurante mexicano nos calienta el invierno con dos platos estrella de la gastronomía azteca que si aún no has probado deberías porque seguro que te encantarán. Son el pozole y la sopa de tortilla. Omnipresentes en todos los hogares mexicanos desde tiempos inmemoriales, el primero (en la imagen), es una elaboración con maíz propio de la tierra que se cocina en un caldo con algún tipo de carne y chiles. Lo peculiar es que suele llevar guarnición, que puede ser cebolla, rábano, queso etc y que se incorpora al plato en el momento de consumirlo.
Por su parte, la sopa de tortilla es un caldo de pollo con chile y tomate al que se añade, también en el momento de tomarlo, tortillas, queso y aguacate (en su versión más simple; la que sirven en Tepic lleva más cosas). Anímate y acércate a la calle Ayala número 14 porque lo vas a disfrutar.
A’Barra, alta cocina
Un restaurante con Estrella Michelin que en invierno exalta los sabores y olores de temporada como ningún otro. De sus propuestas, nos quedamos con dos: el guiso meloso de setas y mantequilla de chalotas o el que lleva acelga, caldo de cocido Joselito, foie y trufa. Para probar y recrearse.
Y si te quedas con ganas de continuar la fiesta, sigue con pescados como el mero negro o carnes tipo el cordero al sarmiento. Una maravillosa fusión de platos tradicionales con cocina moderna que se convierte en una experiencia 10. Está en la calle Pinar 15.
Riverita Taberna, tradicional y moderna
En la calle Ponzano (número 31) se encuentra esta taberna ‘casual’, donde los inviernos se pasan al calor de sus guisos y platos de cuchara. Entre buen ambiente y cierto toque canalla, desfilan platos con tan buen gusto como los callos, el txangurro o el parmentiere trufado con setas de temporada y huevo poché. Todo hecho a fuego lento, con mimo y sabor. En la carta, además, buenos mariscos y estupendos ibéricos conformando una experiencia increíblemente gozosa para el paladar.
La Guisandera de Piñera, fabada a domicilio
Y si quieres quedarte en casa practicando el sofá manta, La Guisandera de Piñera te lleva a casa y a través de Glovo una fabada como Dios manda. También, si así lo deseas, unos callos como los de la foto o un arroz con leche de postre. Especializados en cocina asturiana y conservando el buen hacer de las abuelas, en La Guisandera encontrarás otros platos de cucharada que te salvarán en días gélidos. Verdinas estofadas con marisco, callos a la asturiana, caldereta de pescado… Cátalo todo o acércate al restaurante (Rosario Pino 12) para comprobar in situ la buena forma de sus fogones.