Siendo claros hay películas que funcionan tal y como se esperaban, convirtiéndose en el taquillazo del año, y otras muchas otras que acaban siendo un auténtico fracaso, incluido aquellas que parece que lo tienen todo para triunfar. ¿Por qué sucede eso o a qué se debe? Bueno, las razones varían, pero generalmente es un conglomerado de imprevistos. Y eso es precisamente lo que le pasó a Cats.

cats
Prime Video

Cats es una experiencia cinematográfica única, mágica y… cuanto menos curiosa. Basada en el musical de Andrew Lloyd Webber e inspirada en los poemas de Old Possum’s Book of Practical Cats de T.S. Eliot, esta película es un delirio visual lleno de brillo, drama y un elenco de alto voltaje que incluye a Taylor Swift, Idris Elba, Judi Dench, y muchos más. Bien, pues aún así NO funcionó. Es más, fue un auténtico fracaso.

Cats, el musical más trágico en audiencias

Dirigida por Tom Hooper (Les Misérables), Cats nos sumerge en el mundo de los Jellicle Cats, una peculiar tribu de felinos que se reúne una vez al año para participar en el ritual Jellicle Ball. ¿El objetivo? Convencer a su líder, la sabia Old Deuteronomy (Dench), de que ellos son el gato más digno de ascender al Heaviside Layer, un lugar donde podrán empezar una nueva vida. En otras palabras, es una especie de concurso de talentos con tintes místicos que aúna el premio de un Got Talent o una edición de La Voz, con la inmediatez de una audición delante de Mst. Darbus en High School Musical

Taylor Swift se transforma en Bombalurina, una gata coqueta, felina hasta la médula, y con un número musical que es pura fantasía dorada. Su canción, Macavity, dedicada al gato villano interpretado por Idris Elba, es un momento electrizante (y raruno) de la película. Swift aporta su carisma y sensualidad a una historia que, aunque puede parecer caótica, tiene su encanto en lo extravagante.

Pero no todo es brillo y purpurina. El corazón de la película recae en Victoria (FrancescaHayward), una joven gata abandonada que busca encontrar su lugar en el mundo. Su inocencia conecta con Grizabella (Jennifer Hudson), una gata caída en desgracia que canta el icónico Memory, un tema que, admitámoslo, es imposible escuchar sin un nudo en la garganta. 

¿Merece la pena ver Cats o no?

A ver, depende. Siendo justa, Catsno es una película para todos. Es teatral, extravagante y, en algunos momentos, casi surrealista. También es verdad que en eso se basan los musicales, pero los efectos visuales transforman a los actores en gatos antropomorfos y eso los ha convertido en objeto de críticas y memes. De hecho, las razones por las que se convirtió en un fracaso podrían resumirse en:

La versión felina que nadie entendió

La gran apuesta visual de Cats —el CGI que transformaba a los actores en híbridos humano-gato— fue, para muchos, más perturbadora que mágica. Los diseños antropomorfos generaron incomodidad en el público, entrando de lleno en el famoso valle inquietante. En lugar de sumergirnos en un mundo fantástico, los efectos nos sacaban de la experiencia y nos hacían preguntar: ¿Por qué tienen cola pero manos humanas?

cats
Prime Video

El lío del marketing

Antes de su estreno, Cats prometía ser un evento: un musical icónico adaptado por Tom Hooper, ganador del Oscar, con un reparto estelar que incluía a Taylor Swift, Judi Dench e Idris Elba. Pero el primer tráiler dejó al público desconcertado, y no en el buen sentido. Lo que debía ser épico se convirtió en un fenómeno viral… para mal.

Un guion que no maúlla como debería

El musical original es más una serie de viñetas poéticas que una narrativa convencional. La película intentó darle cohesión, pero se quedó en un limbo entre lo teatral y lo cinematográfico. No lograron que el público conectara con los personajes, por más que Jennifer Hudson derramara lágrimas mientras cantaba Memory.

La cagada de la postproducción

El CGI no estaba terminado ni siquiera el día del estreno, y Universal tuvo que lanzar una nueva versión de la película con mejoras visuales días después. Este detalle proyectó la sensación de que Cats era un producto inacabado, y no un espectáculo cuidado.

El ataque de los críticos (y los memes)

Los críticos no tuvieron piedad, calificando la película como “involuntariamente hilarante” y “una de las peores experiencias cinematográficas de la década”. Y, en la era de Twitter, eso fue un billete de ida al tren de los memes. ¿Recuerdas a James Corden vestido de gato burlándose de su propia película en los Oscars? Pues eso.