El amor es el sentimiento más bonito que hay, te llena cada rincón del cuerpo de felicidad y sientes cosas que no somos capaces de explicar con palabras.
Pero ha habido grandes maestros de la lírica a lo largo de la historia que sí han sabido plasmar el amor en versos de una manera sublime. Por eso hoy hemos querido recopilar los mejores poemas de amor para que se lo dediques a alguien especial. Seguro que esa persona que lo recibe le encanta, porque siempre es emocionante que alguien recopile sus sentimientos por ti, aunque sea en palabras de otro.
El autor de poesía más romántico
Para los enamorados del amor y de la poesía, seguro que esto no es ningún descubrimiento. Identificar el autor más romántico es subjetivo, ya que hay muchas formas de expresar este tipo de sentimientos. Pero, te traemos los que son ampliamente conocidos por el romanticismo en sus obras.
Uno de los autores españoles más destacados en el ámbito romántico es Gustavo Adolfo Bécquer, porque en sus rimas hay mucha intensidad por el amor idealizado y es conocido por un estilo muy único para expresar el amor y la pasión.
Federico García Lorca y Rubén Darío también son dos grandes ejemplos de autores con un repertorio que ha dejado huella en la poesía romántica gracias a su estilo y voz personales.
Los 10 mejores poemas de amor
Esta lista es totalmente subjetiva, pero incluye los poemas que popularmente se consideran obras maestras reflejando sentimientos románticos. Son los más indicados si quieres dedicar unas palabras intensas y románticas a alguien especial.
- "Soneto XVII" - Pablo Neruda
- "A un olmo seco" - Antonio Machado
- "Amor constante más allá de la muerte" - Francisco de Quevedo
- "Poema 20" - Pablo Neruda
- "Soneto XXIII" - Garcilaso de la Vega
- "Rima XI" - Gustavo Adolfo Bécquer
- "No te amo como si fueras rosa de sal" - Pablo Neruda
- "Amor" - Alfonsina Storni
- "Romance sonámbulo" - Federico García Lorca
- "A una dama desconocida" - Sor Juana Inés de la Cruz
Los 10 poemas de amor más bonitos
- "Amor y deseo" - Alfonsina Storni
- "Te amo" - Mario Benedetti
- "Soneto CLXVI" - Luis de Góngora
- "Tu risa" - Pablo Neruda
- "A una nariz" - Francisco de Quevedo
- "Te amo" - Gabriela Mistral
- "Soneto XXIII" - Garcilaso de la Vega
- "El amor" - José Martí
- "Quiero" - Antonio Machado
- "Poema 15" - Octavio Paz
Poemas cortos pero intensos de amor
- "Soneto XVII" - Pablo Neruda
- "Amor constante más allá de la muerte" - Francisco de Quevedo
- "Rima XI" - Gustavo Adolfo Bécquer
- "Poema 20" - Pablo Neruda
- "Soneto XXIII" - Garcilaso de la Vega
- "Amor" - Alfonsina Storni
- "No te amo como si fueras rosa de sal" - Pablo Neruda
- "Canción de otoño en primavera" - Rubén Darío
- "A un olmo seco" - Antonio Machado
- "Canción de jinete" - Federico García Lorca
- "A una dama desconocida" - Sor Juana Inés de la Cruz
- "Si tú me olvidas" - Pablo Neruda
- "Soneto XXII" - Garcilaso de la Vega
- "Cien sonetos de amor: XVII" - Pablo Neruda
- "Soneto CLXVI" - Luis de Góngora
- "Te amo" - Mario Benedetti
- "Te amo" - Gabriela Mistral
- "Soneto LXXXVI" - Garcilaso de la Vega
- "Poema 15" - Octavio Paz
- "No me llames extranjero" - Alberto Cortez
10 poemas de amor para dedicar a alguien especial
"Es amarga la verdad" - Gustavo Adolfo Bécquer
Es amarga la verdad, pero más amarga es la verdad de la muerte
que lleva la verdad de la vida en la boca.
¡Cuántas veces, en sueños, alzas tu desnuda frente
y cruzas los brazos sobre tu pecho, y desplazas
tu cuerpo en la sombra, sin dejar rastro, y te quedas
tendido en la cama, como si estuvieses muerto!
El amor, por fin, muere, como una sombra, en la vida.
"Oda a la flor de Gnido" - Lope de Vega
Hermosa flor, que con el oro igualas
de Febo el oro, del aljófar las perlas,
¿quién tu comparación igualara digna,
sino la frente de la diosa misma?
Tu talle, ¿qué pincel, qué arte pudiera
tan enemigo el ver, que no admirase?
¿Y el color que recibe el alma mía,
qué ofensa, qué desdén no suspendiera?
Delante de tus hojas, Lida, el día
se olvida de sus luces y desmaya;
tus ojos, que al miraros daña el alba,
las flores y las rosas desafía.
Tus peplos, que te visten, con la gracia
quieren competir del oro y la armonía;
la púrpura se viste en ver tus hojas
y es más que púrpura y que tu lozanía.
Tu cuerpo tiene el cielo por espejuelo,
y como el cielo pinta tu hermosura;
el día, que te mira, ciego queda,
y por ver que te admira, oscurece.
Tus hojas con un fuego de oro labra
el sol, que se admira de tan bello rostro;
y a tu divino aspecto, triste el viento,
perdido se admira en tu hermosura.
Bien sé que son tu cuerpo y tu hermosura
sombras de nuestro error, engaño son,
mas no podré creer que haya en el cielo
otra criatura que iguale tu hermosura.
Tus hojas, Lida mía, dan esperanza
y desvanecen los ojos con tu gracia;
tus ojos, que al miraros desvarían,
al sol, que ve, enamoran y dan vida.
"Mientras por competir con tu cabello" - Luis de Góngora
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
"A una dama" - Jorge Manrique
A una dama de alta persona,
esbelta, piadosa, y muy señalada.
Alta señora y singular princesa,
descendiente del claro rey Eneas,
donde naturaleza más ordena
las más gentiles obras y más sanas,
nació, sin que a su fama se envidie,
una estrella en el orbe castellano,
y a la salida que deslumbra el día
se armó en esperanza, alegría y mano.
De sus bienes y su gracia no sé
si había de escribirse con justicia;
que en mi vida leí, ni en mi cabeza
las gracias de su espíritu y sus pasos.
Su gran virtud, que toda es de una parte,
tiene asiento y razón de sí tan cara,
que en los cuerpos de más pruebas que se estima
puede quedar sin sufrir mancha.
En amor y sufrimiento soy testigo
que en todas las he letto sono
cop vi ho guardato ho degli ho fatto
"Se equivocó la paloma" - Rafael Alberti
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era agua.
Creía que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)
"Amor mío, si muero y tú no mueres" - Pablo Neruda
Amor mío, si muero y tú no mueres,
no demos al dolor más territorio:
amor, amor, levanta la bandera
de mí, de ti, y del terrestre clima.
No entregues a la sombra mi cuerpo desgarrado,
ni mi blancura a la tierra, ni mi grito a la mar;
no es posible que sepas cuánto te amo.
Amor mío, si muero y tú no mueres,
no será la muerte: será el lazo.
Porque hemos amado con un solo amor,
porque hemos cantado nuestras voces al amor,
porque no hemos cortado enemigo nuestras manos,
digo que no es posible que no eres
"Poema de amor" - Alfonsina Storni
Tú me quieres blanca,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada,
ni un rayo de luna
filtrado me haya,
ni una margarita
seca sobre mi pecho,
eso me basta.
Tú me quieres alba,
tú me quieres de nácar.
Que sea azucena
sobre todas, casta.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de risas
junto a los floreros
explayaste tu estro,
por complacer al
tus noches vacías
deshojando una
por una las rosas.
"Amor eterno" - Juana de Ibarbourou
Toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Hace años que éstos ángeles fueron llevados
De los tiempos de mi niñez;
Algunos han muerto, otros siguen más
"La vida y el amor" - Julio Cortázar
La vida y el amor
es el reto
que vivo.
La vida y el amor
es el reto
que a mi
"Soneto XXXV" - Garcilaso de la Vega
Si de mi baja lira
algun sonido hallo que merezca
tus oídos,
el corazón te toque,
alma, seguro estoy que, porfïando
a alcançarte, a fuerza de apretados
amorosos versos,
lograré que tú veas
mi eterno amor, si fuerte
te persuado; y si más fácil halle
entrar en tus ojos,
pienso salir seguro de mis
amargos tormentos.