Las tendencias actuales nos trasladan a décadas pasadas, debido al auge de la moda retro y la búsqueda incansable de piezas vintage. Una de las que ha vuelto pisando más fuerte que nunca son los abrigos de pelo, que sustituyen por completo a clásicos como los modelos de paño o las parkas.
Ya sean de piel natural (cada vez menos usados) o de piel sintética, han sido una pieza icónica en el mundo de la moda desde hace siglos, debido a su asociación con el lujo, el estatus social y la calidez que aportan a la hora de vestir, especialmente esencial durante los meses más fríos del año.
Durante el siglo XX, los abrigos de piel vivieron su época dorada, consolidándose como un imprescindible en los armarios de las mujeres más elegantes. En las décadas de los 50 y 60, actrices como Marilyn Monroe o Elizabeth Taylor popularizaron estos abrigos en Hollywood, reafirmando su lugar en el imaginario colectivo como prendas glamurosas.
Hoy en día, los abrigos de pelo son una tendencia recurrente en las pasarelas de las grandes casas de moda, que los han reinventado con colores vivos, estampados atrevidos y siluetas contemporáneas. En lugar de centrarse únicamente en tonos neutros o clásicos, ya no hay limitaciones a la hora de experimentar en este terreno.
Desde el punto de vista estilístico, una prenda como esta tiene la capacidad de elevar un look básico a una categoría superior en un solo gesto. Por ejemplo, un abrigo de pelo sobre unos jeans y un jersey de cuello alto puede dejar un resultado mucho más sofisticado. Por otro lado, combinarlos con vestidos largos o faldas de seda crea un contraste interesante entre texturas, ideal para eventos nocturnos o reuniones festivas.
También merece la pena destacar su papel como protagonista de cambios culturales en la moda. A partir de los años 90 y 2000, su popularidad resurgió con un enfoque más ético, gracias a la incorporación de pieles sintéticas. Diseñadores como Karl Lagerfeld en Chanel o Tom Ford en Gucci en sus colecciones enfatizaron su apuesta por la sostenibilidad, posicionando estas prendas como ejemplos de cómo la moda puede evolucionar para ser más inclusiva y responsable.
El abrigo de pelo de Zara que será tu mejor compra de Black Friday
Ya se ha dado el pistoletazo de salida oficial a los descuentos, y nosotras no podemos estar más emocionadas. Es un momento perfecto para invertir en aquellas prendas que tienen un precio más elevado el resto del año, consiguiendo auténticos tesoros acordes a nuestro presupuesto.
Una de las prendas que merece la pena especialmente son los abrigos, donde las rebajas son más notables. Zara ha sido una de nuestras primeras paradas, como no podía ser de otra manera, donde hemos caído rendidas ante este diseño de pelo que cuesta poco más de 50 euros.
Se trata de un modelo en clave larga, casi hasta los pies, por lo que la calidez con él está más que asegurada. El color es un marrón ideal, con el que se suma a las tendencias cromáticas que marcan la temporada, asegurando la versatilidad a la hora de incluirlo en cualquier look que se nos presente.
El corte es holgado, algo que tenemos que tener muy en cuenta antes de invertir en cualquier tipo de abrigo, ya que es lo que nos permitirá combinar prendas más gruesas debajo sin perder movilidad y confort. El cuello solapa es el broche de oro, siendo la mejor definición de elegancia.
Abrigo pelo de Zara, 53,97 antes 89,95 euros (REF: 6318/243).
Alternativas de abrigos de pelo en los que merece la pena invertir estas rebajas
En clave cropped de The Kooples
Este es perfecto para incluir en tus looks casuales del día a día, dejando un resultado muy elegante y confortable. Se presenta en una versión clásica en tonos neutros, que es la mejor primavera inversión que puedes hacer si quieres asegurarte su uso continuado (255 antes 425 euros).
El más glamuroso de Lion of Porches
Este nos traslada momentáneamente a esa década de los años 50 que te hemos comentado, con una silueta muy sofisticada y un tono lleno de posibilidades a la hora de vestir, tanto en estilismos casuales como más formales (153,99 antes 219,99 euros).