Rick (Walton Goggins) y Chelsea (Aimee Lou Woo) en 'The White Lotus 3'
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Hay series que vemos por la trama y otras —no hace falta mencionarlas—, nos cautivan por su vestuario. El verdadero lujo para los amantes de las buenas historias y de la moda, llega cuando ambos aspectos convergen en una serie o película que nos mantiene tan enganchados, como atentos a cualquier detalle que en ella aparece. Tal es el caso de las tres temporadas de ‘The White Lotus’. La sátira creada por Mike White consiguió colarse entre nuestras favoritas cuando supimos que Jennifer Coolidge estaría entre el reparto de la primera entrega interpretando a Tanya Mcquoid, que en paz descanse. 

Sus estilismos estridentes y maravillosos se colaron en nuestra retina desde el minuto uno, cuando aparece con aquel vestido tipo pareo en color lavanda y naranja con monos estampados. Sus caftanes, las joyas y aquellos bolsos de diseño, hacían que el personaje fuera un espectáculo en sí mismo. ¿Cómo olvidarla flotando en el mar con el diseño vintage de Emanuel Ungaro de tulipanes y peonías con el que recibió su fatídico final?

Tanya Mcquoid (Jennifer Coolidge) en 'The White Lotus 2'
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La culpable de que cada prenda que aparece en ‘The White Lotus’ sea parte de la trama, es la diseñadora de vestuario nominada al Emmy Alex Bovaird, quien no sólo incluye firmas de lujo reconocibles y aspiracionales, sino que también navega en los mercadillos y tiendas locales para hacerse con aquellas piezas capaces de transmitir el mood de la temporada en cuestión.

Bovaird transitó de la primera a la segunda temporada, cambiando los outfits relajados de inspiración hawaiana, por otros más sofisticados que reflejaban el espíritu de la dolce vita. Esta vez nuestros selectos personajes viajan hasta Tailandia en busca de esa conexión espiritual que ofrece este enclave, y que tan bien convive con los excesos de las fiestas de la luna llena. 

Alex Bovaird y Mike White
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Destino Koh Samui: La maleta de lujo poco silencioso

Si por algo se distingue esta saga, es por fascinación por recrear las vacaciones, no tan idílicas, de una clase de ricos, los que disfrutan haciendo ostentación de su posición privilegiada. Como dijo Alex Bovaird, "No hacemos lujo tranquilo". Es por ello que nunca faltan clásicos de la talla de Loewe, Chanel o Valentino, alternando con habituales de la serie como las joyas de LunaFlo London, la ropa de Poupette Saint Barth, las gafas de sol de Oliver Peoples.

Pero Bovaird también incluye diseños hechos a medida con telas locales, prendas descubiertas en mercadillos y firmas emergentes. Sólo así puede recrear ese universo tan misterioso como envolvente, plagado de guiños y spoilers a través del vestuario, que los más observadores saben detectar.

Los Ratliff y sus aires sureños

En esta tercera temporada, Victoria Ratliff (Parker Posey) encarna a la perfección esta premisa de lujo estridente. No hay más que ver la escena en la que llega a la isla bien agarrada a su bolso 1947 de Gucci con asa de bambú, con un pañuelo de seda azul de Swaine London y su relajado vestido camisero de Banana Republic. 

La familia Ratliff. 'The White Lotus 3'
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Durante su estancia en Koh Samui, la matriarca de los Ratliff viste caftanes coloridos y vestidos vaporosos, que delatan, casi tanto como su exagerado acento, que es una sureña adinerada. Además, la vemos con ropa de Stella McCartney, Rachel Comey o Alemais, con complementos de Louis Vuitton, joyas de David Webb, o un fantástico Rolex de oro.

Toda la familia Ratliff parece recién salida de un catálogo Ralph Lauren. Saxon (Patrick Schwarzenegger) enseguida se muestra como el cretino de la temporada, con esas bermudas anticuadas, sus polos de Southern Tide y de Skipjack Polo Shirt, así como las gafas de sol de Roger Federer y los mocasines de Gucci. Lochlan (Sam Nivola), el hermano menor, tiene un estilo más relajado y lo vemos con esas divertidas camisas y bañadores de Tombolo —la misma firma que viste al staff del hotel—, y sus conjuntos de Orlebar Brown.

Victoria Ratliff en 'The White Lotus 3'
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Piper (Sarah Catherine Hook) se muestra como la más pura de la familia, con ese halo casi virginal alejando de lo mundano. Para crear su personaje, Alex Bovaird se inspiró en la Brooke Shields de los años ochenta y para ella eligió prendas de Polo Ralph Lauren, Zimmerman, Waimari o Ciao Lucia, donde los bordados y los encajes, acompañan esa candidez del personaje.

Piper Ratliff en 'The White Lotus 3'
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Las tres amigas con ganas de fiesta

Una reunión de amigas de toda la vida que se ven poco, da lugar a una trama de celos, envidia y, por qué no, complicidad. Jaclyn (Michelle Monaghan), actriz de televisión, puede que sea la que más recursos estilísticos tenga y de ahí que vista de Alemais, Valentino, Zadig & Voltaire o Hermès, mientras que Kate (Leslie Bibb), residente en Austin, opta por Paul Smith, Delvaux o Lanvin; y la abogada de Nueva York Laurie (Carrie Coon), por Zimmermann, Loewe, Johanna Ortiz y Giambattista Valli.

Jaclyn, Katie y Lauren en 'The White Lotus 3'
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Mención especial merecen los bañadores. Same, Tara Matthews, Zimmerman, Valentino Garavani o Eres, son algunos de los favoritos de estos personajes, firmas que también visten a Chelsea (Aimee Lou Wood) y a Piper.

Chelsea y Chloe: el espíritu libre

A medida que avanzaba la trama, más nos enamorábamos de Chelsea, lo que nos dejó claro su trágico final. Sus pareos, el estilo Coachella y ese aire inocente, nos llenó de inspiración con looks que parecían salidos del mercadillo local de su último viaje. Aunque Loewe —esa falda vintage con loros estampados es un sueño—, JW Anderson, Louis Vuitton o Jacquemus, están detrás de su estética. Un dato, su mítico bikini de cocos fue adquirido en la tienda vintage Los Feliz, de en Barcelona. 

Chloe y Rich en 'The White Lotus 3'
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Su amistad con Chloe (Charlotte LeBon) es inmediata. La parisina, felizmente atrapada en la isla y enamorada (ejem) del enigmático Gary (Jon Gries), ve en esta huésped una compañera de aventuras. Su estilo es más sofisticado, tanto que Jacquemus diseñó piezas tan iconicas como el bañador rosa con pareo transparente que usa durante la fiesta en el yate, el body de lunares blancos y negros, o el conjunto de falda de rayas y lentejuelas que le chifla a Chelsea. 

Conjuntos piscineros de Agua Vendita, mules de plástico firmados por Jeffrey Campbell y un pareo de Rabanne, son algunos de nuestros favoritos, aunque si tenemos que elegir, nos quedamos con el espectacular vestido de 1993 firmado por Versace, que elige para la última fiesta en su casa.