Si algo tiene ser ordenada son ventajas. No es solo que aporte paz mental y que sea más fácil encontrar cualquier cosa, sino que es la manera más lógica de saber dónde está cada cosa y sacarle todo el partido.
Normalmente, tendemos a acumular zapatos en cajas, sin que podamos identificar estos a un primer golpe de vista y esto solo nos hace perder tiempo y ser conscientes de una parte de los pares que tenemos. De los que no nos acordamos, directamente, no los usamos. Sin embargo, Mary Kondo tiene algunos tips en su método que puede ayudarnos a tener los zapatos bien guardados.
Otra de las grandes ventajas de guardar los zapatos siguiendo el método de Mary Kondo es que al estar bien guardados y bien conservados estarás alargando su vida útil y los conservarás en buen estado durante mucho más tiempo. Olvídate de renovar tus modelos más básicos cada temporada. Con ese dinero puedes comprarte, por ejemplo, un calzado de tendencia.
¿Cuándo hay que ordenar los zapatos?
Mary Kondo dice que los zapatos forman parte de la primera categoría, es decir, la ropa. En este capítulo también engloba los accesorios (como bisutería, cinturones, gorros, bufandas) y los bolsos.
Puedes decidir ponerte con ello al mismo tiempo que ordenas tu ropa, o dedicarles un día solo para ellos. Esto también va a depender del número de zapatos que tengas. Si decides hacerlo por separado una vez veas que ha sido posible ordenar el armario, tomarás con mucho más optimismo el asunto de tu zapatero.
Cómo ordenar los zapatos: el paso a paso
- Sácalo todo del armario
Si estás decidida a poner orden de verdad, hay que hacerlo a fondo. Para ello, la gurú es muy clara: hay que sacarlo todo del armario. Vacía tu zapatero y si eres de las que tienes distribuidos los zapatos por distintos puntos de la casa, ve a ellos y centraliza todos los pares en el mismo punto. Puedes aprovechar para limpiar a fondo los espacios donde estaban guardado los zapatos.
Según Mary Kondo, este paso es importante y también se repite cuando estamos ordenando la ropa, porque nos hace ser conscientes de la cantidad de zapatos, en este caso, que tenemos.
Para este proceso hay que sacar todo el calzado y cuando decimos todo, también nos referimos a esos zapatos que solo usamos en situaciones muy concretas, como botas de montar, botas de agua o cualquier calzado específico para una actividad. Ver esa cantidad de zapatos concentrada en un mismo sitio te incitará a ordenar y a quitar aquello que no usas.
- Sepáralos
Ahora toca clasificar. Cuando ya tienes todos los zapatos concentrados en un mismo sitio, es momento de clasificar por categorías. Haz un apartado de zapatos de tacón, otro de sandalias, de zapatos especiales, de botas y botines. Estos se pueden ir adaptando en función del calzado que tenga presencia en tu vestidor. Esto es importante para saber qué nos falta y qué nos sobra.
- Descarta sin miedo
Ahora llega el paso más difícil que es descartar lo que no usamos. Mary Kondo dice que nos resultará más fácil si comenzamos a hacerlo por la estación opuesta a la que nos encontramos. Es decir, si estamos en invierno, comienza por los zapatos de verano, porque según la gurú nos resultará menos difícil deshacernos de las cosas que no estamos usando en el momento.
- ¿Cuándo tengo que despedirme de un zapato?
Aquellos que tengan desperfectos o que te hagan daño son candidatos ideales a salir de tu colección. Si no estás cómoda al usarlo, pero el zapato en sí está nuevo puedes donarlo o dárselo a algún familiar para que lo aproveche. En el primer caso, deposítalo en un contenedor de ropa usada.