La historia siempre se repite y los clásicos siempre vuelven (o nunca se van, mejor dicho). Y esto también pasa en la industria cosmética. Hay cosméticos que por más que pase el tiempo siguen funcionando de una forma extraordinaria. Si algo funciona, no hay necesidad de reemplazarlo. Si crees que los únicos productos de toda la vida son la crema de Nivea (sí, la del bote azul) o el jabón de Heno de Pravia, sentimos decirte que hay muchos más. ¿Te suena el desodorante en crema de Lancaster? ¿La eigth hour de Elisabeth Arden? El colorete de Maderas de Oriente, la colonia de Álvarez Gómez o la vaselina Gal... y así una buena lista de productos retro que no fallan.
Todos ellos productos usados por nuestras madres y abuelas que, tras el paso de los años, siguen encima del tocador y ya forman parte de nuestra familia. Pero, hay un aceite capilar (muy mítico) que no he dejado de ver en casa desde que tengo uso de razón. Te cuento cuál es y las razones por las que vas a caer en este cosmético.
El aceite de pelo icónico que sirve para todo y que usan los profesionales
El aceite para el pelo de Leonor Greyl lleva mimando las melenas de muchas mujeres más de 50 años. Y sabemos que esto es así porque nuestras abuelas ya lo usaban antes de que nosotros supiéramos qué era un aceite de pelo.
Cuando Leonor Greyl, asturiana fundadora de la marca francesa, creó este aceite en 1971 no sabía que se estaba adelantando a su tiempo. Introdujo conceptos beauty hasta entonces desconocidos: nadie hablaba de cosmético bio o eco, y ella creó un producto 100% natural y vegano; nadie hablaba de productos de pre-lavado y Leonor Greyl lo inventó.
Ahora, en 2024 es uno de los aceites capilares más famosos del mundo y sigue siendo el best seller de la marca, que se ha convertido en un imprescindible para el cuidado del pelo de varias generaciones de mujeres. Sus ingredientes, un cóctel molotov de aceites nutritivos y revitalizantes: aceite de coco, aceite de sésamo y aceite de jojoba. Todos ellos orgánicos y libres de parabenos, siliconas y sulfatos.
Su éxito reside en que es un aceite que sirve todo. Y cuando decimos todo, es todo lo que tiene que ver con la salud del cabello. Atención, porque tiene nada más y nada menos que 8 usos:
- Como aceite de pre-lavado. Es decir, hay que aplicarlo en el pelo antes de lavarlo. ¿Cómo? Fácil: se extiende sobre medios y puntas y se deja actuar durante 10 minutos. Así, conseguimos que el aceite penetre en profundidad y repare la fibra capilar. Luego lavamos el cabello de la forma habitual ¡et voilà!
- Como mascarilla nocturna. Puedes dejarlo actuar toda la noche a modo de tratamiento intensivo para nutrir, fortalecer y darle brillo al pelo.
- Como tratamiento profesional. Este aceite ayuda a mantener la integridad del cabello, es por ello que muchos peluqueros y estilistas lo utilizan de forma profesional.
- Como protector del color. Prolonga la duración de las mechas y de los cabellos tintados, puesto que evita la oxidación del pelo.
- Como desenredante. Nutre y suaviza el cabello, por lo que facilita la, en ocasiones, compleja tarea de desenredar la melena. También actúa como acondicionador sin aclarado, especialmente útil para aquellas melenas más difíciles, rebeldes o muy rizadas.
- Como producto de styling antiencrespamiento. Quizás sea uno de sus beneficios más notorios, ya que, al nutrir el cabello en profundidad, la cutícula se vuelve menos porosa y el pelo se hincha menos cuando hay humedad (es decir, se encrespa menos el pelo).
- Como protector del sol. También incluye un filtro UVA/UVB natural que protege de la radiación solar. De hecho, en verano es el aliado perfecto para proteger el cabello ya que, debido a su alto contenido en vitamina E, crea una barrera protectora que aisla al pelo de la sal, la arena o el cloro. Aplíca unas gotas en el pelo en casa antes de la exposición solar y te asegurarás de que tu melena no volverá a sufrir ni un verano más.
- Sellado de puntas. Este aceite es como ir a la peluquería varias veces a la semana: ayuda a cerrar la cutícula, por lo que va a parecer que tu melena está recién cortada siempre.
Otros aceites capilares que son todo un éxito
El aceite nutritivo y reparador de Apivita contiene numerosos aceites que van a sacar el mayor partido a nuestro cabello: los aceites de argán, oliva, almendra, girasol y avena nutren intensamente y reparan cualquier daño capilar existente. El aceite de semilla de Plukenetia Volubilis, no solo previene de la rotura de las fibras capilares, sino que además funciona como protector térmico ante las herramientas de peinado. Los aceites esenciales orgánicos de geranio, bergamota, lavanda y sándalo (y siendo Apivita, la cera de abeja, por supuesto), revitalizan y relajan el cabello.
Si te parecen suficientes los beneficios que aportan por sí mismos cada aceite de su fórmula, todos ellos en conjunto restauran la suavidad y la flexibilidad de la melena, reduciendo el encrespamiento y aportándole un brillo excepcional.
El aceite capilar Water Sign de Amika, marca de cuidado profesional nacida en Brooklyn, combate el encrespamiento, la rotura del cabello y realza el brillo natural. No solo nutre, sino que sella la hidratación para un cabello más sano a largo plazo. Todo ello gracias al ácido hialurónico, al escualeno y a los 8 aceites vegetales presentes en su fórmula. Es vegano y no contiene siliconas.
Es altamente concentrado, por lo que no necesitarás mucha cantidad. Si tu cabello es más fino, con 1 o 2 dosificaciones es suficiente; si tienes el pelo más medio-grueso, basta con 2-3 aplicaciones; si, por el contrario, tu fibras capilares son más gruesas y ásperas, opta por 3-4 pumps.
*Precios actualizados a 04 de diciembre de 2024.
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