Ni cuadros ni lámparas: 10 ideas originales para decorar las paredes de tu casa con artículos de Westwing, IKEA, Sklum y otros

¿Por qué un cuadro debe limitarse a las dos dimensiones y expresarse solamente a través del color?

Prueba con piezas tridimensionales, con formas, figuras, texturas... La propia prieza, y la sobra que proyecte, añadirá volumen a tu pared.

Esta pieza de Westwing modelo Serif resulta toda una obra de arte. Y resulta muy ligera, pues está confeccionado en tejido de algodón.

Tip: Mejor en una pared con color de acento, para resaltar el propio color de la pieza.

Otra opción similar es optar por piezas en metales como el acero, aluminio o bronce. Además de elevar el nivel estético de la decoración, como si colgaras una "joya", ofrecerá puntos brillantes en la pared que ayudarán incluso a extender la luz por toda la casa.

Estas piezas de Westwing están confeccionado en aluminio pulido, y simulan el efecto del metal martillado, lo que suma además el encanto y la calidez de las piezas hechas a mano.

Los platos decorativos para la pared son un recurso decorativo que ya usaban nuestras abuelas.

Este confeccionado en madera maciza resulta muy sutil y aporta un toque costumbrista muy cálido.

Las famosas cabezas de animales en mimbre o cartón ya están muy vistas, y por supuesto no vamos a poner una "natural".

Esta cabeza de flamenco, fabricada en resina, arroja un foco de color y aporta un punto muy kitsch a la estancia.

Los tapices son un recurso de decoración de paredes desde hace siglos. Nosotros no te vamos a decir que cuelgues una tela de la Edad Media, pero sí puedes recurrir a uno de aspecto artesanal como este de Sklum.

El color y textura del sisal en el que está confeccionado, ya resulta de por sí muy decorativo.

Y si quieres ir más allá, por supuesto puedes recurrir al papel pintado. Pero si es una estancia muy habitada, como un salón o dormitorio, escoge mejor uno sencillo que nos canse a largo plazo.

Este de Kenay Home es muy sutil y a media distancia forma una agradable trama visual.

Los objetos alargados, como una tabla de surf, un remo o incluso una bicicleta, son ideales para decorar el espacio sobre un sofá. Además, puede decir mucho de nuestros hobbies e inquietudes.

Los toques textiles siempre quedan muy bien para vestir una pared. Estos paneles de absorción de sonido, con formas geométricas, casi parecen piezas de arte.

Combina varias unidades formando figuras mayores, y conseguirás además una estancia más silenciosa y sin ecos.

Los relojes de pared resultan, además de decorativos, muy prácticos, sobre todo en cocinas y salas de estudio.

Lo ideal es que escojas uno que combine con el estilo de la estancia o, en todo caso, escojas por uno sencillo y neutro como este de estilo nórdico.

Los espejos siempre son un buen recurso para vestir una pared, pues ayudan a aumentar la sensación de espacio y a extender la luz por toda la casa.

Prueba además con uno de cuerpo y de gran formato, con un marco minimalista o invisible. Depende de donde lo coloques, parecerá la puerta de acceso a una nueva estancia.

Este de Westwing modelo Francis está disponible en varios tamaños, y también con adornos geométricos que parecen el enrejado de una puerta.