¿A quién no le gusta una buena comedia romántica? Y quien diga lo contrario, miente. Estas películas son perfectas para pasar un buen rato, divertirse y, si hay suerte, volver a creer en el amor. Lo que pasa es que no todas son iguales, y ante un catálogo tan amplio y variado, es difícil encontrar algo que merezca la pena.
Por eso, La madre de la noviate va a encantar. Y por muchas razones: está en Netflix, es corta y está protagonizada por la icónica Brooke Shields, quien deslumbró en las pasarelas de los años 80.
Por qué La madre de la novia merece la pena
La historia sigue a Lana (Shields), una madre de carácter entrañable que recibe la inesperada noticia de que su hija Emma (Miranda Cosgrove) planea casarse en una exótica isla tropical. La sorpresa se intensifica cuando descubre que el padre del novio es Will (Benjamin Bratt), un antiguo amor de juventud que dejó una huella imborrable en su corazón. Como os podréis imaginar, este reencuentro forzado en medio de preparativos nupciales desata una serie de situaciones que, aunque cargadas de clichés, ofrecen momentos en los que reírte, vas a reírte.
Dirigida por Mark Waters, conocido por títulos como Mean Girls, la película transita por los senderos habituales del género romántica, sin arriesgarse a explorar territorios novedosos. Es una película predecible, sí, pero sinceramente ¿a quién le importa? La química entre Shields y Bratt aporta destellos de autenticidad, aunque también es cierto que no emociona y es bastante superficial.
De hecho, esto es algo que resalta la crítica: la falta de originalidad y profundidad. No obstante, esta comedia ha encontrado su audiencia, posicionándose como la comedia romántica más vista de 2024 en la plataforma. Sí, como lo oyes, y la verdad es que nos alegramos. Es una película sin pretensiones, perfecta para desconectar y dejarse llevar por una historia sencilla y predecible.
Razones para ver La madre de la novia
Brooke Shields: un icono atemporal
La protagonista de esta comedia romántica fue una de las modelos más célebres de los años 80, y verla de nuevo en acción es un viaje directo a la nostalgia. Shields logra capturar la esencia de su época dorada mientras explora nuevas facetas como actriz en una trama ligera y divertida.
Un reencuentro cargado de química
El romance intergeneracional entre los personajes de Brooke Shields y Benjamin Bratt es uno de los puntos más destacados de la película. Aunque no sea el guion más innovador, su química en pantalla aporta emoción y ternura a una historia de amores del pasado.
Perfecta para los amantes del género
Si disfrutas de las comedias románticas predecibles, repletas de momentos embarazosos y reconciliaciones tiernas, esta película tiene todos los ingredientes que amas. Es como beberse un cóctel conocido. Sabes a qué sabe y te encanta.
Una opción ideal para verla en compañía
¿Tienes un plan de chicas, una noche con tu madre, o simplemente quieres algo que no genere debates acalorados? Esta película es una apuesta segura para una tarde relajada y llena de risas. A veces, una chica solo quiere ver cosas bonitas y ya está.
Es la más vista del año por algo
Aunque no sea aclamada por los críticos, su popularidad en Netflix no es casualidad. Es una película que conecta con una audiencia amplia y ofrece justo lo que promete: entretenimiento sin complicaciones.