No debería llamarnos la atención y tampoco verlo como algo especial, pero lo cierto es que, en redacción, cada vez que vemos a una nueva modelo de Zara que entra dentro del llamado universo ‘curvy’ (que viene a ser cualquier modelo que vista más allá de una talla 36) lo celebramos como un pequeño triunfo de la diversidad femenina.
Desde hace un tiempo muchas son las firmas de moda que están comenzando a apostar por mostrar la diversidad de la belleza (y la realidad) de las mujeres en sus catálogos. Mujeres de diferentes tallas, pero también de edades que superan los 40 años y se alargan más allá de los 50, con ejemplos como Marie Sophie Wilson, y que muestran una realidad; no importa la edad, ni la talla, ni las canas: las mujeres y su representación en el universo de la moda viene con vocación universal.
Movimientos como el Body Positive (que reclama sentirte bien en tu piel sea cual sea tu talla) o el Body Neutrality (que va más allá y considera que tampoco hay que dar tanta importancia a las apariencias) han sido reflejo e impulso para que firmas de moda tan importantes como Zara (presente en 86 países con unas 1.770 tiendas) o Mango hayan comenzado a usar de forma indistinta modelos con curvas y modelos con medidas más tradicionales en sus catálogos. De hecho, Mango anunció que iba a fusionar su marca de tallas plus, Violeta, para incluir en su línea principal tallas más allá de la 44.
En este sentido, cada vez que vemos que Inditex (o cualquier otra firma de moda) elige a una modelo con curvas para mostrarnos sus lanzamientos y novedades nos volvemos a sorprender porque, admitámoslo: no es lo corriente. Pero lo cierto es que cada vez nos sorprendemos menos y estamos convencidas de que, dentro de bien poco, vamos a empezar a verlo como lo más natural del mundo.