Seguro que conoces los vinos de Rueda e incluso es muy posible que seas fan de sus verdejos. Pero quizás sepas algo menos acerca de la intrahistoria de una Denominación de Origen (la primera en Castilla León), nacida en 1980 y cuya apuesta son esos blancos que tanto disfrutamos. O que nadie hasta ahora te haya contado que, bajo el amparo de la D.O., se elaboran blancos con crianza en barrica o sobre lías o vinos espumosos. Tampoco que varias de sus bodegas se encuentran bajo tierra, en galerías soterradas con siglos de antigüedad a sus espaldas. Y, sobre todo, a lo mejor no te habías enterado de que existe una asociación llamada La Ruta del Vino de Rueda, que organiza actividades actividades enoturísticas, gastronómicas y culturales para dar a conocer esta parte de Castilla, su historia, sus productos autóctonos y la labor de muchos de sus artesanos. 

Ruta del Vino de Rueda
D.R.

La ruta abarca tres provincias en general (Valladolid, Ávila y Segovia) y varias localidades en particular, todas de gran peso histórico. Hay ejemplos de renombre: Rueda, al sur de Valladolid, declarada Conjunto Monumental e Histórico-Artístico de España y Bien de Interés Cultural (BIC); Tordesillas, a orillas del Duero, popular en los libros de historia ya que allí se firmó el Tratado de Tordesillas entre Castilla y Portugal –la Casa del Tratado se puede visitar, al igual que el Real Monasterio de Santa Clara, ejemplo del arte mudéjar en la Comunidad–; Medina del Campo (con el Castillo de la Mota por bandera) o también Olmedo y su Parque Temático del Mudéjar de Castilla.

Ruta del Vino de Rueda
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Cata Singular en el Castillo de la Mota.

Algunos de esos lugares emblemáticos han sido precisamente protagonistas de una de las actividades más especiales y aclamadas organizadas por La Ruta del Vino de Rueda y que lleva por nombre Catas Singulares en Lugares Únicos. Aunando el vino y las delicias gastronómicas con la historia, dichas catas permiten descubrir algunos de los caldos más top de la Denominación de Origen en un escenario mágico.

A falta del cartel de la próxima temporada, sí te podemos contar que en junio se llevaron a cabo tres: la primera en los viñedos de Rueda; la segunda en el Cementerio Viejo de Nava del Rey, reconvertido en un jardín de olivos con una pequeña capilla que se puede visitar, y la tercera en el magnífico Castillo de la Mota de Medina del Campo, que pone el broche de oro de esta actividad en cada edición. El listón para el año próximo está muy alto.

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Bodegas Yllera.

Mención aparte merecen la visita a las bodegas, muchas de ellas producto del empeño y la tradición familiar. Además de las 20 existentes en la zona de Rueda, enclaves como Serrada, donde muchas de las casas cuentan con bodega propia, o La Seca, con más de 3000 hectáreas de viñedos (la mayor superficie de Castilla León ) son visita obligada si dedicas un fin de semana a recorrer esta zona de la península.

Entre las bodegas más conocidas, Protos, Pagos del Rey, Ramón Bilbao, Yllera, Emmina (Grupo Matarromera), Finca Montepedroso, Bodegas Alberto o Bodegas Muelas. Esta última tiene la peculiaridad de encontrarse en el centro de Tordesillas y disponer de un subsuelo muy bien aprovechado. Dirigidas en la actualidad por las dos tataranietas del fundador, la visita incluye cata y una particularidad: Reyes, la menor de las hermanas, diseña joyas, muchas relacionadas con el vino y la historia, que expone y vende en las propias bodegas. Frente a su establecimiento, al otro lado de la calle, se encuentra pastelerías Galicia, una de la paradas gastronómicas imprescindibles de la localidad, reputada por sus pastas y dulces propios. 

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Corte de queso en quesería Campoveja.

Porque sí, la gastronomía es uno de los puntos fuertes dentro de las recomendaciones de La Ruta del Vino de Rueda. En sus propuestas, además de la mentada Galicia, figura Xokoreto (en Castronuño), primer premio del Concurso Nacional de Torrijas de 2017. Dulces al margen, otra de las especialidades de la zona son el lechazo o el cochinillo asados en horno o leña al sarmiento, que se pueden degustar en muchos restaurantes. En las opciones de la Ruta figura también la Gastrobodega El Hilo de Ariadna de Martín Berasategui (Rueda), una aventura gastro de altísimo nivel amparada por el buen hacer del chef vasco.

Mención aparte merecen alguna de las queserías que presumen de artesanía tanto como de innovación. Entre las que más han hecho por ofrecer algo diferente destacan Campoveja y Los Quesos de Juan. La primera se encuentra en la localidad de Serrada y se ha lanzado a la experiencia del quesoturismo, una actividad (suele agotar las plazas en cuanto salen) que incluye conocer cómo se elabora el queso y visitas a salas como el saladero, el ahumado o aquella donde madura y se afina el queso. Al final, la iniciativa remata con una cata 4 de quesos (te los querrás comprar todos) y vino. 

También reseñable es Los Quesos de Juan, en Medina del Campo, donde organizan regularmente catas (de cinco quesos) y degustaciones. En su haber, auténticos manjares por descubrir y una lección magistral sobre elaboración y orígenes del producto. 

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Una de las salas de quesería Campoveja.

Por cierto, íntimamente relacionada con el queso encontramos la que quizás sea la actividad más original de las que presenta La Ruta del Vino de Rueda. Se trata de Conversaciones con el pastor, que se celebra durante varios meses del año y a través de las cuales podrás descubrir cómo el cuidado de las ovejas y el pastoreo incide en la calidad del queso que consumimos. Las charlas tienen lugar a pie de rebaño y los temas van desde el desarrollo del propio trabajo hasta el futuro de la profesión o cómo llegan los quesos al consumidor. La experiencia dura toda una mañana y, al igual que ocurre con otras iniciativas, tienes toda la información actualizada (incluidas referencias de bodegas y gastronomía) en rutadelvinoderueda.com.