Adolfo Domínguez siempre ha sido sinónimo deelegancia pura, una oda al minimalismo más atemporal que ensalza lasencillez por encima de la extravagancia. Siguiendo con su línea evolutiva, la marca española presentó ayer, jueves 27 de junio, suúltima colección otoño-invierno 2024enel Centro cultural La Moneda Santiago de Chile bajo el nombre de Ikigai.
Su perspectiva global se ha unido a su universo olfativo a través de una experiencia inmersiva para diferentes públicos, nutrida con performances de múltiples artistas que han creado música concebida especialmente para la ocasión. Tampoco ha pasado desapercibida la colaboración de la marca con la modelo Laura Ponte, con quien comparten una filosofía de vida similar.
Ikigai, el propósito de vida de Adolfo Domínguez
Para aquellas que no sepan qué significa Ikigai, es un concepto milenario de la cultura japonesaque invita a cada persona para que vaya en la búsqueda de su propósito vital. Es por eso que la nueva colección de Adolfo Domínguez se inspira en él para definir un objetivo entre lo que el mundo necesita, en lo que uno es bueno y en lo que uno ama.
Es una colección ideadapara ser vivida, con ropa que nace para hacer entender que la belleza y la felicidad residen en las pequeñas cosas. Algo que Adolfo Domínguez consigue con matrícula sobresaliente.
En el desfile, las y los modelos dejan entrever el lema de menos es más, ensalzando el poder más simple del lujo silencioso que apuesta porla calidad de un armario cápsula que no envejece con el paso del tiempo y que empodera a quien lo lleve a través de un carácter que combina lo mejor de los dos mundos: un estilo relajado y una sofisticación inédita. Sin dejar a un lado el accesorio invisible con mayor presencia: los perfumes.
Piezas (y olores) de autor como protagonistas
De esta forma, la cultura nipona (de la que parte el concepto Ikigai), está plasmada en estampados y piezas de autor en las que no faltan los tejidos arrugados, volantes y cortes asimétricos.
Lo que destaca son las siluetas y volúmenes relajados que viven desde el patronaje y que confluyen en prendas ligeras y versátiles concebidas para durar más allá de las modas pasajeras.
Predominan los colores neutros, blancos, cremas, beiges y negros sobre todo. No obstante, también hay hueco para tonos como azules, tejas y grises que se incorporan a los tonos predominantes en pequeñas dosis que vanganando mayor protagonismo a medida que la colección transcurre.
Por otro lado, bajo la premisa "Un perfume es un olor y nada más", la firma presentó aromas no convencionales utilizando ingredientes puros. Desde su incursión en la perfumería hace más de 30 años, Adolfo Domínguez ha mantenido una filosofía clara: desarrollar perfumes de autor con un profundo respeto por la naturaleza. En la presentación, la marca ha colaborado una vez más con Puig, con quien co-crea y comercializa sus perfumes en todo el mundo (360 puntos de venta en 24 países).
Para todos los públicos: el nuevo reto de la marca
En un mundo cada vez más globalizado, muchos son los desfiles que apuestan por dejar de presumir de una exclusividad latente teñida de snobismo. El deber de la moda slow es seraccesible a la mayor parte de la población: “La ropa importa. Es nuestra segunda piel. El perfume es el rastro que dejamos al pasar. Con cada nueva colección, exploramos nuestra creatividad y la aportación que, como marca, hacemos a la sociedad. ¿Por qué debemos limitarlo a unos pocos privilegiados en una sala?”, destaca Patricia Alonso, Directora Corporativa de Marketing y Comunicación de Adolfo Domínguez.
Ikigai de Adolfo Domínguez se sumó a esta nueva oleada con su desfile en streaming que pudimos ver a través de su web y redes sociales en 29 países, haciendo parte a la sociedad actual de la moda presente.