El nuevo bolso de Balenciaga que emula a una bolsa de la compra es el nuevo hype de moda.
Cuando Demna Gvasalia tomó las riendas de la casa Balenciaga como director creativo a nadie le cabía duda de que sus propuestas iban a acaparar críticas y elogios a partes iguales. Y así ha sido.
Que el bolso más de moda entre las influencers sea una versión de la típica bolsa de plástico que puedes encontrar en cualquier bazar no es casual, hace unos años, en 2016 concretamente, Gvasalia ya tomó prestado el estampado de rayas arcoíris de las bolsas tradicionales tailandesas (conocidas como sampheng bag) para lanzar su propia versión de lujo y un año más tarde hizo lo propio con las bolsas de Ikea, eso sí, ambas versiones de manufactura italiana elaboradas en piel de cordero, nada que ver con el plástico y el nylon de las originales.
Pero Demna Gvasalia no es el primer diseñador que ha sentido un flechazo con este tipo de bolsas de la compra, en octubre de 2006 Louis Vuitton, con Marc Jacobs como director creativo, propuso para la temporada primavera-verano 2007 unos bolsos de cuadros que solo se diferenciaban de las bolsas ‘made in China’ porque tenían el logo de la firma estampado y un precio mucho más elevado. También Raf Simons se dejó llevar por el discreto encanto de las bolsas de plástico en su colección para Jil Sander en el verano de 2011.
Y, ahora, Alexandra Pereira sube una foto a su feed de Instagram para recordarnos que, sí, de nuevo se vuelven a llevar las bolsas de la compra de bazar, en versión XL y con el clásico estampado de cuadros. Eso sí, la que lleva ella (la firma Balenciaga) está confeccionada en piel de becerro repujada.
Bolso mediano Barbes East-West Shopperen piel de becerro estampada y repujada a cuadros en azul, blanco y rojo, Balenciaga (1250 euros).