La Semana de la Moda de Milán arrancaba con uno de los desfiles más esperados, el de Fendi. Y la propuesta de Kim Jones, su director creativo, ha estado a la altura. Jones ha diseñado una colección a la que ha llamado DAL 1925 cargada de feminidad en la que los tejidos se mezclan en un juego de texturas tan sofisticado como práctico.
El nombre de la colección, además, no ha sido al azar. 1925 fue el año del nacimiento de la firma italiana y en el que se celebró en París la Exposición de Artes Decorativas. Ese mismo año se publicó La señora Dalloway, de Virginia Woolf y El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald.
Un año redondo que bien merecía este homenaje. “Hemos enfocado la colección teniendo todo esto en mente, como una mezcla de épocas, estados de ánimo y técnicas de ayer y de hoy. Las bases de cómo visten las mujeres hoy en día y, en muchos aspectos, cómo pensamos se encuentran en los años 20 del siglo pasado. Se trata de la modernidad en el estilo y en la actitud,” ha dicho Jones, director artístico de alta costura y ropa de mujer.
Por eso mismo, el desfile arrancaba con una clara alusión a esta década de los 20, con vestidos de pedrería y dibujos geométricos, flecos y mucho brillo que han dado paso a unas siluetas rectas de estilo lady con guiños de actualidad como pantalones pirata de gasa reinterpretados.
Una colección en movimiento, que va hacia atrás, pero también hacia delante en el tiempo.
Punto, algodón, raso y organza se han mezclado en looks de largo midi pero en los que también se han visto versiones cortas en culottes de punto que contrastan con abrigos extralargos. Una mezcla que transmite sofisticación, pero también un carácter despreocupado y alegre de las mujeres que lo llevan.
El día y la noche se mezclan en prendas estructuradas y desestructuradas a la vez, con bordados a mano que son tan ligeros como especiales y que contrastan con prendas más rotundas, de diferentes tipos de piel.
En cuanto a los tonos, blanco, gris, beige, caqui... en su mayoría tonos tostados con alguna pieza verde agua y rosa empolvado que ponían la nota de color.
Las piezas más destacadas han sido los vestidos, que incluyen pedrería , efecto capa sobre capa, asimetrías y brocados de flores, con cortes clásicos cargados de guiños retro y modernos a la vez.
Chaquetas y abrigos de pelo, blazers de inspiración militar y mucha superposición en looks que parecen relajados, pero con un trabajo detrás propio de la alta costura.
Los accesorios son piezas claves en los desfiles de la marca italiana. Bolsos en tonos neutrales con charms, pedrería e, incluso, doble bolso en algunas de las salidas a pasarela. En los pies, botas en su mayoría (de corte masculino y fabricadas en colaboración con Red Wing) entre las que se colaban bailarinas con calcetines de organza.