Simorra desfila en MBFWM con una colección llena de contrastes inspirada en los fósiles

Tiene más de 45 años de historia, pero la firma que creara Javier Simorra en 1978 sigue manteniendo la esencia que la vio nacer: poner a los tejidos como protagonistas, como hilo conductor, como transmisores de emociones y sentimientos.

Desde que comenzó una nueva etapa con Victoria Mitjans a la cabeza del diseño, la firma catalana (con la familia Dimas detrás desde 2006) ha llegado al corazón de las nuevas generaciones que han visto vestir a sus madres de esta marca elegante, pero sin estridencias, con diseños vanguardistas y atemporales a la vez. 

El origen de la vida ha dado siempre sentido a todas las colecciones de Simorra, pero si ha habido un protagonista a lo largo de toda la trayectoria de la marca ha sido el tejido. Los materiales han sido siempre el punto de partida de unos diseños sencillos y funcionales que pasan de generación en generación.

Su desfile en esta edición de MBFWM, en la que ha presentado su colección de otoño-invierno 24/25, The memory of time, nos invita a ser testigos de nuestro propio tiempo y está llena de alusiones a los fósiles y a una vida preservada en un instante. Unos testigos del tiempo que conectan pasado y futuro, que permanecerán para siempre.

Esta es una propuesta llena de contrastes, con tejidos técnicos que se fruncen como si fueran caracolas y denim y napa trabajados en técnicas de plisado geométricos. Todo en prendas en las que se ve un juego de volúmenes perfectamente equilibrado.

Los colores son terrenales, grises, verdes, terracotas, negros en looks prácticamente monocolor pero en los que se aprecia la mezcla de texturas. Trajes de chaqueta con un punto diferente, de falda o pantalón, vestidos, abrigos y blusas (uno de sus sellos de identidad) llenan la colección de una elegancia atemporal indiscutible.

Bolsos y collares con motivos marinos en alusión a esos fósiles han puesto la guinda a los looks de Simorra en esta edición de MBFWM de febrero 2024.