De la falda agujereada al escote en la espalda: la revolución del armario de la reina Letizia

La monarca ha ido renovando su estilo hasta hacerlo, en ocasiones, más próximo al de una gran estrella de cine que al que cabría esperar de una reina. Sus últimas apariciones la confirman como la ‘royal’ europea más atrevida

Carlos Megía

Periodista especializado en moda, tendencias y celebrities.

Actualizado a 2 de enero de 2023, 14:32

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Hace tiempo que la reina Letizia dejó atrás su predilección por la elegancia clásica firmada por Felipe Varela, que fue durante años su diseñador de confianza, u otros nombres patrios como Lorenzo Caprile. Desde que en 2015 la reina fichara a la estilista Eva Fernández como su mano derecha a la hora de elegir qué vestir y cómo llevarlo, el armario de Doña Letizia ha experimentado un giro de 180 grados. La experta ha sabido introducir en sus looks prendas de grandes cadenas low cost y, sobre todo, una apuesta por las pequeñas firmas españolas que ha ido traduciendo cada una de sus apariciones públicas en ríos de tinta para la prensa especializada.

Los últimos días, sin embargo, el armario de la reina Letizia ha alcanzado un nivel de riesgo y audacia nunca visto hasta el momento. Sus más recientes apuestas estilísticas, en las que ha lucido generosos escotes en la espalda o inesperadas aperturas a la altura de la rodilla, coinciden en el tiempo con la baja por maternidad de su estilista, que ha dado a luz a su segundo hijo. Si bien algunos medios apuntan a que Eva Fernández habría dejado preparados los looks que la reina lucirá durante su ausencia, lo cierto es que, de ser así, ha escogido los más atrevidos de todos los tiempos bosquejando un nuevo giro de guión en el armario real que sitúa a Letizia como una de las figuras más osadas y modernas de la monarquía europea. Si ya en algún episodio pretérito había sorprendido con sus elecciones –como cuando en 2016 lució un maquillaje marcado con tupé y vestido brillante ajustado que le valió comparaciones con la mismísima Kim Kardashian–, la reina termina ahora el año dando pistas de una renovación estilística imposible de ignorar. Prepárense devotos y detractores de esta modernización real porque parece el fenómeno se antoja imparable. Y a continuación, las pruebas: estos son –hasta la fecha– los looks que hacen de Doña Letizia la ‘reina’ del riesgo.

La falda con agujero en la pierna

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Sí, lo que la reina llevaba en mitad de su falda de cuadros cuando hace unos días presidió el Festival de Cine Ópera Prima en Tudela (Navarra) era un agujero de varios centímetros de apertura. Un detalle totalmente inesperado en el armario real que pertenecía a una colección de edición limitada firmada por H&M y la firma japonesa Toga y que sorprendió tanto que la imagen no tardó en protagonizar titulares en la prensa internacional. No era la primera vez que se atrevía con una prenda cut out, pero nunca antes se había dejado ver con una pieza tan vanguardista y alejada de la formalidad asociada a los estilismos más protocolarios. Sin duda, esta falda pasará a la historia como un punto de inflexión en la osadía estilística de Doña Letizia.

El vestido con escote en la espalda

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La sorpresa en esta ocasión quedaba reservada a los instantes en los que la reina se daba la vuelta. Lo que a primera vista parecía un discreto vestido azul marino de corte midi y manga francesa se transformaba en una apuesta mucho más audaz gracias al generoso escote de la espalda. La firma española Miphai está detrás de este diseño que arqueó cejas y volvió a poner el foco en la excelente forma física de la que hace gala su protagonista. Lo lució durante la inauguración de la nueva temporada del Teatro Real de Madrid el pasado octubre poniendo de manifiesto que su nuevo estilo es más próximo al atrevimiento de figuras como Diana de Gales o Carolina de Mónaco, que lucieron este tipo de escotes en los 80 y 90, que a la formalidad de la que suelen hacer gala iconos reales contemporáneos como Kate Middleton o Rania de Jordania.

El traje de moda con zapatos planos

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Otra demostración de que la reina está al día de las tendencias fue el traje de Boss con raya diplomática que combinó hace escasas fechas con un zapato poco frecuente en su armario: unos Oxford con contundente suela track de la desaparecida marca Uterqüe. Después de hacerse público que la reina padece neuroma de Morton, una afección que afecta al metatarso y que está asociada al uso de tacones muy altos, se dejó ver apostando por la comodidad del calzado plano, pero sin renunciar a reafirmarse como una gran conocedora de las tendencias. Sin duda el traje ‘yuppie’ es una de las prendas del otoño y las versiones –muchas agotadas– de grandes cadenas como Mango o Zara así lo confirman.

El minivestido estampado de Zara

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El pasado verano la reina ya revolucionó internet con varias de sus apariciones públicas. La más sonada fue cuando eligió un minivestido estampado de Zara para un paseo familiar nocturno por las calles de Palma de Mallorca con el que reivindicó, solo unas semanas antes de cumplir 50 años, el uso de la minifalda a cualquier edad. Además de acaparar la atención por sus bronceadas piernas, logró agotar el modelo en cuestión y volvió dejar clara su afición por vestir a juego con sus hijas, que también apostaron por minivestidos estampados en la misma línea. Lo anterior no evitó que personajes como Carmen Lomana criticaran su elección en las redes sociales tachándola de “fuera de lugar”.

El vestido ‘cut out’ y ‘Barbiecore’ más famoso

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Esta primavera la reina ya dio la primera pista de los derroteros que tomaría su armario a partir de entonces. Durante un acto celebrado en el Oceanogràfic de Valencia, Doña Letizia se dejó ver luciendo una de las prendas más arriesgadas de la lista y la que, sin duda, la empezó a moldear como una de las royals más atrevidas. Se trata de un vestido fucsia de la firma sevillana Cayro Woman que dejaba gran parte de su abdomen al descubierto gracias a las dos aberturas cut out estratégicamente situadas por encima de su ombligo. Para rematar, el intenso tono fucsia del diseño lo colocaba como perfecto embajador de la tendencia ‘Barbiecore’ o la obsesión de las famosas por vestir como la muñeca más popular de Mattel. La reina jamás había mostrado su abdomen hasta entonces y, como era de esperar, la polémica y división de opiniones estuvo servida.

El vestido ‘flapper’ ultramini

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La diseñadora Teresa Helbig suele definir sus diseños con adjetivos como “canalla”. Una premisa que, a priori, podría alejarla de la formalidad que solía exigírsele al armario de una reina pero que, sin embargo, ya la ha situado en más de una ocasión como una de sus diseñadoras españolas favoritas. Si bien hace unos días Doña Letizia lució un espectacular vestido negro de cuello halter firmado por la catalana, el que verdaderamente causó revolución fue el minivestido de flecos con el que la vistió en 2017. El diseño terminaba varios centímetros por encima de la rodilla dejando al descubierto la suficiente cantidad de piel como para despertar la polémica y las críticas. No era la primera vez que la reina llevaba minifalda –ahora sabemos que tampoco sería la última–, pero sí una de las más comentadas.

El palabra de honor de The 2nd Skin Co

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Las prendas sin tirantes que dejan todo el protagonismo a los hombros son otra de las debilidades de la reina, que las ha lucido tanto en eventos de gala eligiendo elegantes vestidos de noche como en looks un poco más relajados, pero igualmente nocturnos. Entre sus palabras de honor favoritos destaca el firmado por el dúo de diseñadores españoles que conforman The 2nd Skin Co, firma que la ha vestido más de una vez. El top de plumas que estrenó en 2019 y volvió a llevar el año pasado acercan su estilo al glamour hollywoodiense. Bien podríamos ver un diseño similar en cualquier alfombra roja nacional o internacional.

El look a lo Kim Kardashian

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Quizá podríamos considerar este look como el detonante de lo que vendría después. Era 2016 y jamás habíamos visto a la reina con un estilismo tan festivo, un maquillaje tan marcado y un peinado tan Kim Kardashian. Para asistir a los premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote de aquel año, la soberana apostó por un ajustado vestido de brillantes rayas de colores firmado por Nina Ricci y lo combinó con mirada ahumada en tonos oscuros y un tupé engominado muy alejado de la melena natural con raya al lado que suele lucir. Su elección dio la vuelta al mundo y supuso, ahora lo sabemos, la antesala de lo que estaría por llegar. Después de lucir aberturas en el abdomen y en la rodilla o de demostrar que no hay regla protocolaria contra las faldas cortas solo queda preguntar cuál será su siguiente licencia. Todo apunta a que la baja maternal de su estilista podría ser un buen momento para despejar la incógnita.

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