Conocido especialmente por sus estampados de estilo animal, Roberto Cavalli falleció este 12 de abril en su residencia tras una larga enfermedad. A sus 83 años de edad, el diseñador florentino marcó un antes y un después en la historia de la moda dejando un gran legado a sus espaldas con un marcado estilo italiano.
Nació en Florencia en el seno de una familia aristocrática, cuna del arte que heredó de su abuelo, quien era pintor y uno de los más importantes de la corriente Macchiaoli (manchistas). Por otro lado, su padre que era sastre fue una razón más de peso para que Cavalli se convirtiese en la gran figura que, años después, todos conoceríamos. En 1970, fundó su firma homónima, a la que dotaría de estampados de animal reconocibles a simple vista y que, además, comenzó por todo lo alto con un novedoso sistema de impresión del cuero de estilo patchwork en el que no tardarían en fijarse firmas como Hermès.
Poco a poco se fue haciendo un hueco en el sector de la moda junto con otras firmas italianas de la talla de Fendi o Missoni, sobre todo por ese sistema de impresión de cuero que nadie más tenía. Sin embargo, fueron sus prendas de animal print las que se convirtieron en su verdadera seña de identidad, esa en la que vimos reflejada la ostentosidad italiana típica de otras marcas con las que convivió durante años pero cada una en su propio y marcado estilo. Un estilo que enamoró a las clases altas de todo el mundo, convirtiéndose así en un auténtico sello, especialmente en los años 90.
Y es que si hay un factor fundamental en un diseñador, esa es su necesidad de cambiar algo y de hacer sentir a las mujeres poderosas con sus prendas. De hecho una de las frases suyas que ya ha quedado para la posteridad dice que es difícil crear moda porque no se puede estudiar, debe estar en tu ADN (y qué gran verdad).
Animal print, sello de la casa
Influenciado por la carrera de su abuelo como pintor, el diseñador llegó a matricularse en la escuela de arte, sin embargo, se dio cuenta pronto de que lo que él verdaderamente quería pintar eran telas y no lienzos como tal y así se lanzó como emprendedor en 1970.
Roberto Cavalli, así fue el nombre que recibió su primera colección aunque el reconocimiento no le llegaría hasta los años 90, de la mano de firmas como Versace o Moschino en las que esa ostentosidad italiana también era sello de identidad. Sin embargo, no fue un impedimento para que Cavalli tuviera su propio hueco entre las clases más altas de la sociedad pero también en las fiestas más exclusivas del momento con esos vestidos estampados que dotan de un absoluto poder a cualquier mujer que los lleve.
Además de los diferentes estampados, las intensas tonalidades en sus colecciones también se convirtieron en un distintivo junto con patrones llamativos y de difícil patronaje. Transparencias, escotes y sensuales vestidos fueron marcando su carrera con el paso de los años, pero también lo hicieron otras tendencias noventeras como el tejido denim que hoy en día llevamos en total looks y que siguen siendo de especial importancia en sus colecciones.
El legado continúa
Cavalli no solo fue un visionario en la moda, también lo hizo en los negocios y por eso a finales de los 90 lanza una firma más asequible bajo el nombre de Just Cavalli, así como una línea de hogar años después. Además, fue una de las primeras marcas en lanzar una de las famosas colecciones cápsula con H&M, esas que se agotan pasados unos minutos y por las que todos suspiramos para poder hacernos con una pieza asequible de los mejores diseñadores del mundo.
Un factor muy importante en su carrera como diseñador, fueron las celebrities a quien vistió en numerosas ocasiones una y otra vez. Beyoncé, Christina Aguilera, Heidi Klum, Halle Berry, Miley Cyrus o Alessandra Ambrosio son solo algunos de los nombres más reconocidos a lo largo de su carrera. También las Spice Girls regresaron a los escenarios en 2008 vestidas del diseñador, nada más apropiado para una vuelta por todo lo alto.
Padre de seis hijos, fueron varias mujeres las que pasaron por su vida, siendo Sandra Nilson-Bergman su pareja durante los últimos 15 años y madre de su sexto hijo hace tan solo un año. En lo que respecta a su firma, en 2015, justo cuando deja de presentar sus colecciones en la Semana de la Moda, es adquirida por el fondo de inversión italiano Clessidra y el diseñador Peter Dundas se convierte en el director creativo de la misma, llevando el animal print a un glamour muy diferente al que Cavalli dio vida en los 90 para pasarle el testigo a Peter Surridge tan solo dos años después.
Desde octubre de 2020, Fausto Puglisi es el director creativo de la firma, quien ha agradecido al diseñador su legado, visión y estilo del cual ahora forma una parte tan importante. Lo ha hecho con un mensaje en la cuenta de Instagram de la firma: "Querido Roberto, quizás no estés físicamente ya aquí con nosotros, pero sé que siempre sentiré tu espíritu conmigo. Es el mayor honor de mi carrera trabajar bajo tu legado y crear para la marca que fundaste con tal visión y estilo. Descansa en paz, te echaremos de menos y te hemos querido tantos que tu nombre seguirá siendo un faro de inspiración para otros, y especialmente para mi".