Viajar a París debería ser obligatorio -al menos una vez en la vida-. La capital francesa es cuna de la buena cocina, la Belle Époque y la alta costura. A pesar de que las malas lenguas la tilden de una ciudad sucia y gentrificada, caminar por sus calles es todo un espectáculo. Y es que merece la pena solo por contemplar de cerca el estilo y savoir-faire de las francesas.
Si todavía cabía alguna duda de por qué nuestras vecinas se han ganado el puesto número uno en el ranking de mejor vestidas, esta última escapada ha borrado todo indicio de sospecha.
Mary Janes con calcetines, cortes bob carré despeinados y labios rojos por doquier me han dejado claro que, en este viaje, además de probar los quesos más deliciosos y visitar cada rincón de la ciudad, tenía una oportunidad única para aprender de ellas y fichar las tendencias del street style más chic, como los pantalones culotte que llevan TODAS las francesas y que no he podido resistirme a traerme un par en la maleta.
El pantalón que llevan las parisinas es culotte y con pernera ancha
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Un clásico cada verano: los pantalones culotte. De cintura alta, wide leg y corte tobillero, las francesas han decidido darle una vuelta a una de las tendencias más repetidas en la estación estival. Celine ha sentado las bases de la moda con bosillos delanteros a la que las francesas Maje y Sézan no han tardado en sumarse, y es esta última que, a diferencia del resto, ha optado por un diseño más rústico.
Mientras las firmas de lujo, y luego las low cost, se decantaban por el tejido denim para este tipo de pantalones, la marca de Morgane Sézalory ha decidido ofrecer una línea más natural con pantalones de efecto jaspeado.
Pantalón Emilio de Sézane. Cuesta 125 euros.
A este diseño minimal tan parisino, le da un toque más preppy (aun si cabe), el detalle del pliegue vertical en la pernera que ayuda a elevar la figura y sumar visualmente un par de centímetros a las piernas. Ideal para las más bajitas. Un pantalón que lo he visto este último viaje por todas partes, sobre todo en colores neutros, como en crudo o en azul claro.
Sobre cómo llevarlo, las francesas lo tienen claro. Las chaquetas de punto a modo de top o las camisas con bordado suizo eran la combinación más repetida en las calles de París. En los pies, la mayoría de ellas optaban por bailarinas o slippers destalonados, aunque ya había más de una que se atrevía con sandalias o cangrejeras, desde el clásico marrón camel hasta en tonos metalizados.
Más tendencias Made in France que debes fichar para verano
Pero los pantalones con bolsillo no fue la única moda que fiché en la ciudad del amor, y es que las cafeterías parisinas eran verdadera fuente de inspiración estilística:
- Vestidos batín. La lazada a la cintura se lleva. Como si de un albornoz se tratase, los vestidos que más lucían las galas eran aquellos que se anudaban a modo de cierre, dejando el cinturón largo en la parte delantera o a un lado.
- Volantes en el cuello. Blusas, camisas y vestidos, este verano los llevaremos en su estilo más romántico. Desde cuellos en pico, hasta palabras de honor o incluso asimétricos, mis favoritos.
- Total looks bordados. El bordado vivirá su año dorado esta estación, tomando cada vez mayor protagonismo y rellenando los huecos de tela entre detalle y detalle, para acabar creando prendas completamente ornamentadas. Eso sí, aunque las camisas y los pantalones seguirán siendo un completo éxito por separado, las francesas comienzan a llevarlo todo junto, consiguiendo conjuntos y total looks de lo más elegantes y femeninos.
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