10 gabardinas de Zara aptas para lluvia y frío: versátiles, elegantes y combinan con vaqueros

El entretiempo. Ese momento tan frugal como inexistente —a medida que avanza el cambio climático— en el que podemos llevar prendas tan icónicas como la gabardina o trench. Nacida a finales del siglo XIX gracias a Thomas Burberry, quien inventó un tejido resistente e impermeable, pronto sería utilizado por los militares y aventureros aristócratas del momento.

Esta prenda era capaz de protegerlos de la lluvia, soportando dignamente los trajines de su ajetreada vida, se convirtió en símbolo de elegancia cuando llegó a Hollywood de la mano de Humphrey Bogart o Audrey Hepburn, y a partir de ahí, todo es historia. 

Desde entonces, casas de moda como Burberry, Dior, Hermès y Saint Laurent han reinterpretado esta prenda en materiales como cuero, vinilo, seda y algodón técnico. Su versatilidad la convierte en un símbolo de elegancia atemporal, combinando historia, diseño y vanguardia. 

La gabardina en la pasarela

El trench es uno de esos básicos de cualquier armario y prueba de ello es que, año tras año, los directores creativos de las mejores firmas siguen incluyéndolas en sus colecciones, reinventándolo mediante los colores, los tejidos y las formas. Para esta primavera vimos la propuesta de Stella McCartney con cortes oversize envolventes y de solapas anchas en los clásicos beige y gris. Aunque la palma se la llevó el color melocotón que contrastaba con la dureza de los hombros marcados.

Por su parte, Lacoste, como siempre fiel a la estética deportiva, nos dejó ver gabardinas largas en un tono muy similar, pero también en amarillo, verde o beige. Hermès llevó el tejido al resto de las prendas, faldas, vestidos y pantalones a juego con gabardinas cropped y combinadas con materiales como el ante. Victoria Beckham o Chloé, le otorgan volumen extra, como si de un vestido de fiesta se tratase; mientras que Christian Dior o Ganni, apuestan por lo clásico.

Para el próximo otro invierno el trench continuará siendo la estrella. Lo ha dicho Alessandro Michele en su último desfile para Valentino, pero también Balenciaga, Givenchy, Balmain o Dior, lo que demuestra que invertir en uno, siempre será una buena idea. 

Ideas para llevar una gabardina con estilo

Si necesitas inspiración para llevar un trech, toma nota de estas propuestas que hemos preparado para ti.

En clave minimalista: tonos neutros y cortes depurados

La versión más elegante de la gabardina apuesta por la simplicidad. Opta por un modelo en beige, arena o gris y combínalo con prendas de cortes limpios: un traje sastre oversize, un jersey de cashmere y unos mocasines o botas de tacón sensato. Para un efecto aún más pulido, ciérrala con el cinturón bien ceñido y deja entrever solo los bajos del pantalón.

Con un twist deconstruido: gabardina cropped y juego de proporciones

Las versiones recortadas de la gabardina son una de las grandes apuestas de la temporada. Llévala con una falda midi de tiro alto o con pantalones wide leg para equilibrar la silueta. Si quieres un look más rompedor, prueba a llevarla con una camisa oversized que sobresalga por debajo y unas botas puntiagudas. ¿El resultado? Un outfit que mezcla sastrería y vanguardia con precisión milimétrica.

Efecto ‘no pants’: la gabardina como vestido

El street style ya lo ha convertido en un uniforme. Lleva la gabardina cerrada y cíñela con un cinturón llamativo para marcar la silueta. Combínala con unas medias opacas y unas botas altas para un look nocturno sofisticado, o con calcetines y bailarinas para una versión más desenfadada.

La versión noventera: denim y básicos atemporales

Las siluetas relajadas de los 90 siguen vigentes y la gabardina es su mejor aliada. Llévala sobre una camiseta blanca impoluta, unos vaqueros de tiro medio y unas zapatillas clásicas (tipo Adidas Samba o New Balance 550). Suma un bolso de cuero estructurado y gafas de sol rectangulares para elevar el conjunto con un guiño old money.

Con un toque de color: gabardinas que rompen las reglas

Aunque el beige es un clásico, esta temporada las gabardinas en tonos vivos—rojo, verde esmeralda, azul tinta—son las protagonistas. Si apuestas por una de estas versiones, equilibra el look con prendas en tonos neutros y deja que la gabardina sea la estrella. Para un plus de impacto, coordina el color con los zapatos o el bolso y crea un look monocromático que no pasará desapercibido.

Las mejores gabardinas que hemos fichado en Zara