Martina Cariddi es energía positiva en estado puro. La transmite incluso a través del teléfono. Atenta conversadora y oyente entregada, la entrevistamos horas antes de iniciar su periplo por las Semanas de la Moda de Milán y París, donde hace ya varias temporadas es reclamada por las firmas más top. Y a pesar del agobio que siente cuando está en Madrid, no pierde esa simpatía, educación y buena vibra innatas.
Tras su éxito en Élite –“algo que me ha cambiado la vida totalmente”, reconoce–, la joven madrileña, de familia materna italiana, tiene muy claro su lugar en el mundo: ella es artista. Su primer tatuaje,sono artista (“soy artista” en italiano), así lo atestigua. Y aunque adora la interpretación –ha hecho un papel pequeñito en la comedia mexicana Mientras Cupido no está y protagoniza el vídeo Columbia, de Quevedo–, disfruta explorando otros ámbitos del arte como el baile, la escritura o la pintura.
Su belleza explosiva, su espíritu libre y honesto y un talento trabajado desde pequeña en las mejores escuelas convierten a Cariddi en una de las joyas de su generación. Perfecta para presentarnos las piezas de estilo rebelde, audaz y siempre divertido de Tous.
Viviste una época en Ibiza y ya estás de vuelta en Madrid. ¿Dónde te sientes mejor? La etapa en Ibiza la disfruté mucho, pero fue una experiencia con principio y final. Lo pasé increíble. Y aquí en Madrid es un no parar. Mi cerebro no descansa; está todo el día maquinando, no hay tiempo para parar ni estar con uno mismo. Me cuesta vivir en una ciudad que va al revés que yo.
¿Piensas irte de nuevo? Sí, sería mi plan ideal. Me siento un poco trotamundos y soy feliz cuando viajo, conociendo a gente, nuevas culturas y costumbres. Ojalá me salgan trabajos que me permitan irme cinco meses... ¡o cinco años!
¿Echas de menos esa llamada para proyectos de cine o tele? Es nuestra lucha constante: la espera. Hago muchas colaboraciones con firmas, pero es un trabajo efímero. Hoy lo tienes y mañana a lo mejor no. Prefiero no aferrarme a ello, no quiero relajarme y pensar que me va a dar estabilidad. Ocurre igual con la profesión de actor: hoy tienes trabajo e ingresos, pero mañana no sabes. Es algo que he tratado bastante en terapia; cada no que recibes puede dañar mucho la autoestima.
¿Qué sientes cuando compañeros no consiguen esa oportunidad que a ti te ha dado el éxito en un montón de países? Te nace una emoción agridulce. Por un lado, me siento superprivilegiada. Pero también me da miedo porque hoy día todavía no asumo muchas de las cosas que me han pasado. O por qué mi vida ha cambiado 180 grados con Élite.
¿Crees que tu entorno familiar te ha hecho el camino más fácil? Agradezco muchísimo que mis padres me hayan dado ese espacio para ser fiel a mí, apoyándome con mis inseguridades y mis dudas. Siempre me han dicho: “nunca pienses en la economía, ve a por lo que te gusta. Cambia las veces que necesites y haz lo que quieras en cada momento”. Y me han dado libertad y apoyo. Si he trabajado tanto para conseguir estar donde estoy es gracias a eso.
¿Siempre supiste que querías ser actriz? El primer tatuaje que me hice, en una pierna, fue sono artista. Me daba rabia que me dijeran que la tele y las series no eran arte. Y ese tattoo fue una forma de recordarme a mí misma que soy artista, y que aunque me encanta interpretar, me fascina el arte en general. En estos momentos de parón me he dicho: “Si tan artista eres y tanto te agobian las esperas, ¿por que no te mueves y creas tú algo?”. Me apunté a un curso de escritura de guion, a baile, a pintura...Estoy conectando con mi parte creadora y replanteándome si lo que quiero hacer en mi vida es solo actuar o no, si quiero escribir, dirigir... Tengo una idea de guion en proceso, estoy superfeliz y me encantaría poder llevarlo adelante.
¿Crees que tu generación es especialmente contradictoria? Hay mucha contradicción en este momento vital que nos ha tocado. Hemos conseguido avances y derechos, pero por otro lado la ultraderecha en este país tiene mucha fuerza, hay una guerra en Ucrania, nos pasamos por el forro el cambio climático... Somos muchos los jóvenes conscientes de la lucha, pero yo me siento perdida, no sé a qué ‘guerra’ unirme, no sé si puedo dar mi opinión en mis redes sociales...
Como feminista convencida, ¿has sentido abusos o discriminación en tu trabajo? A nivel laboral no he tenido ningún problema; creo que la industria del cine y del teatro es una de las profesiones más igualitarias. Pero he pasado miedo de noche en la calle, y con 17 años un profesor del instituto me tocó el culo delante de la clase. Ante una agresión así te quedas en shock. Cuando reaccioné le dije: “¿Me acabas de tocar el culo?”. Y me contestó: “Tú también te has dado cuenta”. Y me fui con una amiga al baño a llorar. No me atreví a denunciar. A los días, me armé de valor y le dije que un hombre no le podía tocar el culo a una alumna menor de edad. Y me contestó eso de que hoy en día ya no se sabe qué se puede hacer o no con las mujeres...
Cambiemos de tema: háblame de la relación que tienes con las joyas. Me chiflan, sobre todo los pendientes. Mi madre me regaló unos con forma de atrapasueños para el casting de Élite y, como me dieron suerte, siempre que tengo una prueba me regala otros.
¿Y guardas algún recuerdo en particular con Tous? Yo ya era fan de Tous, me encanta su nueva imagen, es muy cañera y va mucho conmigo. Pero hace años mi abuela, que siempre ha sido muy artista y cantaba ópera, aunque nunca la dejaron desarrollar su talento, se apuntó a clases de teatro. Y la llamaron para hacer el doblaje de un anuncio de Tous. Yo, que tenía unos 12 años pero ya iba a clases de interpretación, la ayudé a preparar el texto, la voz...
Texto: Lidia A. Costa. Fotografía: Fede Delibes. Realización. Francesca Rinciari. Maquillaje y peluquería: Ricardo Calero para Salón 44, Chanel y Oribe. Asistente de realización: Piluca Valverde. Asistente de fotografía: Borja García. Manicura: Lucero Hurtado.