Afrontar cada mañana la forma de tener un outfit favorecedor que además se pueda conjugar con la ropa de abrigo adecuada puede ser muchos días una misión casi imposible. Durante los meses de frío, las prendas con forro de piel, los anoraks XL o los abrigos de lana y la ropa exterior de franela tienden a dominar nuestros armarios, ya que los tonos oscuros complementan el modo acogedor que nos produce la temporada.
La franela, en particular, ha sido uno de los tejidos de invierno más aclamados gracias a su comodidad y versatilidad. Además, el estampado de cuadros con mezclas de dos colores funciona con absoluta puntería en casi la totalidad de las combinaciones, por no hablar de que se pueden colocar sobre cualquier cosa y se pueden abrir o cerrar según la temperatura.
Pero si algo nos ha hecho convencernos de que esta temporada las camisas de cuadros van a conquistarnos es habérsela visto puesta a Kate Moss en el último desfile de p/V 23 de Bottega Veneta. En tonos azules y blancos y combinada con una sencilla camiseta de tirantes blanca y vaqueros anchos, era el referente urbano noventero que necesitábamos.
Kate Moss en el desfile de Bottega Veneta de p/v 2023.
Ideada por el nuevo director creativo de la firma italiana, Matthieu Blazy, el diseño de Bottega Veneta no deja de ser un interesante trampantojo ya que se trata de una camisa confeccionada en cuero y tratada a base de estampados para parecer de franela de cuadros. A simple vista el look dio a los espectadores un aire desenfadado que parecía muy imitable.
Pensemos en cómo este look nos traslada inevitablemente a los años 90, otra de las grandes corrientes que en los próximos meses van a continuar tan en alza como en lo que hemos visto durante el final de 2022. Quien también lo ha recreado de una forma muy similar ha sido Hedi Slimane que en el desfile o/i 2022-23 de Celine propuso una camisa de franela de cuadros sobre un jersey de cuello vuelto, vaqueros anchos y botines negros de tacón.
Desfile de o/i 2022-23 de Celine.
La sencillez de estos conjuntos no está en ningún caso reñida con su efectividad ya que podemos comprobar cómo funcionan igual de bien si se combinan con vaqueros y zapatillas deportivas para un resultado más casual, o si se hace con botas de tacón y un microbolso de asa rígida y unas micro gafas de sol.
Es a lo que recurre la top model Paloma Elsesser en una de sus salidas durante los desfiles de París apostando por tonos amarillos y rojos en los cuadros. Un buen punto de partida en el que ayuda a mantener el estilo elevado y que no se desvíe hacia el territorio adolescente.
Para completar el resto del repertorio, un recurso siempre útil es declinar la combinación del look en un solo tono, por ejemplo el camel, y superponer a una camisa de franela una gabardina tamaño XL junto a un par de pantalones anchos de pinzas en el mismo beige y zapatos masculinos de suela ancha.
Amadrinada por Kendall Jenner y Hailey Bieber, entre muchas otras, la camisa de franela no va a encontrar rival hasta la primavera. ¿La razón? Que viste cualquier look y agrega comodidad y calidez, con el único truco de recurrir siempre a una talla más grande para jugar al oversize.
Camisa de franela de Primark (9 €).
Con un tacto de lo más agradable y un color que se puede combinar con todo tipo de tejidos vaqueros, la camisa tiene además un práctico bolsillo frontal.
Camisa de C&A (8,99 €).
Un giro hacia lo femenino con unos tonos declinados del rosa que le dotan de sutileza. Además tiene un largo asimétrico, más largo por detrás que por delante.
Camisa de H&M (17,99 €).
Un clásico donde los haya, con cuadros rojos y azules, perfectos para combinar con una falda vaquera y un par de botines de cuero negro de tacón. Puro country style.
Camisa de Stella McCartney (556 €).
Para añadirle un toque más casual y jugar con las texturas los hombros incluyen un refuerzo hecho con pana en tono beige.
Camisa de Zara (49,95 €).
Camisa con bolsillos de plastrón delanteros y cierre frontal con botones joya.