Si eres de las que sucumbiste a la moda de verano y te hiciste con un capazo, puedes seguir llevándolo durante el invierno. O, al menos, eso es lo que dicen las expertas en estilo.
Parece lógico que cada estación tenga asignadas determinadas prendas y texturas que determinen su esencia, por ejemplo, la lana (en jerséis de corte alpino y abrigos extra largos) que llevamos durante el invierno, las lentejuelas y brillos que vestimos en las fiestas navideñas o el algodón estampado y fresco propio de los vestidos de los meses de verano. Sin embargo, si pensamos en otras texturas más propias de los complementos, podemos sentir la tentación de ubicarlas en más de una estación porque nos permiten un poco más de juego a la hora de combinarlas con nuestro look. Así, un capazo de yute (los que más de moda estuvieron durante el verano pasado) puede convertirse en un accesorio que llevar también en los meses de invierno.
Vale, quizá no sea el que mejor le vaya a ese abrigo largo de peluche que te compraste el otoño pasado, pero si tienes la suerte de que salga uno de esos días de invierno soleado en los que podemos sacar nuestro lado más campestre, entonces un capazo puede ser una buena alternativa a tu bolso de piel más clásico.
Y para muestra un botón, aquí, el capazo se lleva con unas bailarinas de terciopelo (otro de los complementos que más vimos durante el 2021) y con un jersey de punto amplio y colorido. Como ves, la combinación de texturas en esencial para acertar con este tipo de looks.
Como ves, tu capazo de verano puede ser una buena alternativa para alguna tarde soleada de invierno. ¿Te animas a sacarlo del armario y darle un paseo durante los meses de frío?