El vestido negro de Carmen Lomana que reduce cintura: clásico, atemporal y un básico de armario que resta años

Una de las facetas que más nos gustan del estilo de Carmen Lomana es que reutiliza una y otra vez la ropa que tiene en su armario. Y no es para menos, pues la empresaria sabe que las piezas básicas son imprescindibles y apuesta por invertir en ellas. Desde pantalones blancos, americanas de tweed de gran calidad, hasta vestidos negros que jamás pasarán de moda, el vestir de la solialité está repleto de grandes tesoros.

Y la cuenta de Instagram de Carmen Lomana es una pequeña ventana para ir descubriendo poco a poco estas piezas de ensueño. Ella misma se graba en su día a día saliendo de su casa y mostrando los elegantes looks que elige para diario, con vestidos de verano, blusas con manguita y faldas. En este caso ha desempolvado un vestido negro que tiene todo lo necesario para permanecer durante años entre sus básicos imprescindibles -y entre los de cualquiera-.

El look quita años de Carmen Lomana que resta años

Esta pieza es un vestido midi con una estructura muy marcada que recuerda a los diseños más clásicos de Dolce & Gabbana. Tiene un escote corazón en la parte delantera con la parte del pecho preformada y escote cuadrado en la parte de la espalda que se limita con anchos tirantes. La parte del abdomen está reforzada como si fuera un corsé y en la parte de la espalda lleva una cremallera como cierre. 

Sin embargo una de las partes más bonitas del vestido es la falda de corte midi. Es una estructura en forma de a, que se ajusta a la cintura destacando la finísima silueta de Carmen Lomana. A partir de este punto se construye en forma de paneles con mucho cuerpo, a base de un tejido semitransparente que lleva un forro interior hasta la mitad del muslo. 

La importancia de los complementos en el look de Carmen Lomana

El vestido escogido por la empresaria es de carácter formal y bastante elevado, pero Carmen consigue darle un toque menos serio convirtiéndolo en una pieza apta para el día a día, o para una jornada de trabajo, como es su caso. Esto lo consigue a base de los complementos elegidos, que no han sido seleccionados al azar.

En primer lugar decora el amplio escote que queda al descubierto con un collar muy original. Se trata de una pieza corta que queda bastante pegada al cuello. Está formada por piezas de metacrilato de forma irregular de color dorado, blanco y verde ,que parecen imitar la forma de los ojos. Esta divertida pieza ya resta algo de formalismo al sobrio vestido.

Sin embargo el collar no es el único elemento encargado de rebajar el tono del estilismo, el bolso que escoge la empresaria también tiene mucho peso. Se decanta por un capazo de tamaño medio de la casa Prada. Este complemento confeccionado en mimbre tiene los detalles en negro a juego con el vestido, pero la fibra natural del mismo, combinada con el estilo de la prenda de ropa nos trasladan a los paisajes más bucólicos de la bella Italia.

Por último, Carmen Lomana viste sus pies con uno de sus zapatos preferidos: las sandalias destalonadas. En este caso, apuesta por unas muy sobrias, de color negro a juego con el vestido. Los zapatos están diseñados con un alto y fino tacón y en la parte delantera lleva dos tiras cruzadas que son la única sujeción del zapato al pie.

Como últimos detalles, la empresaria apuesta por unos llamativos pendientes, unos gruesos aros dorados que también son de sus piezas preferidas, pues es frecuente verla con estos u algunos parecidos. Estas piezas se coordinan con el dorado del collar e iluminan, junto a su nuevo rubio, el rostros de Carmen. En las muñecas, agrega un discreto reloj en color dorado y pinta sus labios de rojo para poner un toque de color al look.