Zapatos que NO se llevan en 2023 y los que SÍ son tendencia: 4 modelos para arrasar y ser la mejor vestida

Puede parecer muy atrevido y que no va nada con tu estilo, pero solo te diremos algo: quien prueba los zapatos metalizados (Latouche, El Corte Inglés, 49,50 €) no los saca de su armario. Y es que los zapatos metalizados ponen un punto de luz a cualquier estilismo y eliminan todo tipo de aburrimiento. Además funcionan como un color neutro que no te costará combinar. ¿Quieres un truco? Apuesta por el dorado para los tonos cálidos, como el naranja, el rojo o el amarillo y por el plateado para los colores fríos, como el azulón, el morado o el magenta. 

Este tipo de zapato, Zara (29,95 €) de corte aniñado se recupera para crear los looks más primaverales. Sus características básicas son la punta redondeada, el tacón ancho de varios centímetros y la trabilla sobre el empeine. Ahora en invierno llévalos con una medias divertidas, de plumeti u otros estampado y faldas muy cortitas -los skorts son una buenísimas opción para estos looks. Verás tus piernas infinitas y no te los querrás quitar. En primavera apuesta por los vestidos de flore de estampado liberty.

Este calzado ya lleva con nosotros varias temporadas y por lo que parece seguirá algunas más. Este 2023 se llevan sobre todo los botines de caña media con diseños especiales como estos  (Stradivarius, 45,99 €). Y es que cuando ya llevamos varias temporadas con este tipo de calzado en el zapatero, toca subir de nivel e incorporar unos con un punto más especial. Conviértelos en los protagonistas de tu look dejando el resto de las prendas en un plano más nuestral. 

Este tipo de calzado siempre ha causado controversia y si bien ha vivido una dulce etapa, parece que está a punto de tocar su fin. Y es que el blanco es un color que cuesta combinar más allá, cuando hablamos de calzado, más allá de los colores puros y brillantes. Por eso su sustituto perfecto ha llegado en forma de botas y botines de color beis. 

Fue uno de los zapatos más sorprendentes del otoño y hasta la misma Paula Echevarría cayó en ellos. Sin embargo, ha sido una tendencia de corto recorrido y cada vez se ven menos. Tiene lógica, pues las frías temperaturas del invierno hacen poco practicable unos zapatos abiertos durante estos meses. Sustitúyelos por un mocasín con adorno de cadena dorada en el empeine, un calzado de tendencia que las más arriesgadas pueden complementar con un calcetín blanco. 

Las botas por encima de la rodilla parecían haber tenido un resurgir a tenor del auge de las tendencias recuperadas de 2010 que estamos viviendo, pero ha sido efímero. Ha sido una apuesta que escasamente se ha visto en el streetstyle y que pocas influencers y referentes de moda han incorporado a sus looks. Lo que sí resulta inamobible del zapatero son las botas altas clásicas, ahora con la caña más ancha y la zona del tobillo arrugada.

La punta cuadrada gana terreno durante esta temporada y por tanto los zapatos y botas con puntera muy afilada pasarán a segundo plano. Esta forma se irá progresivamente, por lo que durante esta temporada todavía seguiremos viéndola por las calles aunque ya no será el calzado más solicitado.