¡Cuánto más lo veo, más me gusta! He encontrado el corte de pelo ideal para el porvenir de mi melena. La amalgama perfecta entre ‘bonito, práctico y rejuvenecedor’ viene de la mano de un corte bob que siempre me ha llamado poderosamente la atención. Se trata del bob francés, una alternativa que favorece a cualquier edad, pero que resulta tremendamente recomendable a partir de los 50.
¿Qué tienen los cortes bob que tanto gustan a partir de los 50?
No nos vamos a andar con rodeos: volumen y densidad. Con el paso de los años, nuestra melena vive un proceso totalmente natural llamado envejecimiento capilar. Esto puede implicar cambios como el afinamiento del pelo, la sequedad, propensión a la rotura, caída capilar…
Para solventar todo esto de un plumazo, además de una rutina de cuidados adecuada, no hay como dar con el corte de pelo idóneo y los bob (con permiso del pixie) se posicionan en cabeza.
“Este tipo de cortes nos aportan mucha versatilidad y nos ayudan a conseguir que el cabello se vea más denso y con cuerpo”, nos confirma Charo García, directora de Ilitia Beauty Science en Balmaseda, Bizkaia. Por si no fuese suficiente razón de peso, añade: “además, son tendencia absoluta y nos permiten lucir una imagen actual y con mucho estilo”.
¿Qué es el bob francés?
Seguramente ya habrás caído en la cuenta de que existen infinidad de cortes bob: desde el ‘fluffy’, pasando por el ‘choppy’ y el ‘bubble’ hasta el bob intaliano. Eso sin olvidar sus versiones extendidas: el long bob y el ‘mob’ o medium bob. Pues bien, podríamos decir que el bob francés es el más sofisticado y sensual de todos, además de tener un innegable poder antiedad.
Charo García nos explica que consiste en un “corte a la altura de la mandíbula, con movimiento natural de aire effortless-chic, que se consigue trabajando capas largas y sutiles”. Pero no es todo, para quienes quieran enmarcar su rostro “suele acompañarse de un flequillo recto y ligero, muy favorecedor”.
Precisamente, tanto las capas como el flequillo son los que lo convierten en un peinado moderno y rejuvenecedor a partir de los 50. “Las capas y la textura aportan mucha frescura y una apariencia más juvenil, mientras que el flequillo permite disimular signos de la edad y realza la mirada”, nos garantiza la experta.
¿El bob francés está hecho para ti?
No sólo es práctico y elegante, sino que además el bob francés puede presumir de versatilidad. Se puede adaptar a las necesidades de cada persona y a todas las texturas de cabello, “pero favorece especialmente a rostros ovalados, alargados y cuadrados”, tal y como asegura Charo García.
Evita el corte bob francés si…
La directora de Ilitia Beauty Science advierte que lo desaconsejaría en “personas con rostros muy redondos, porque puede enfatizar ese efecto todavía más”. Por otro lado, a pesar de que sí se puede lucir un french bob con pelo rizado, tampoco sería el peinado idóneo para patrones de rizo muy marcados “porque no se apreciaría la esencia del corte”, puntualiza la experta.
En el punto opuesto estarían los cabellos muy lacios y finos. En su caso, Charo García sugiere que “pueden tener dificultad para mantener el volumen a lo largo del día”.
Así debes peinar el bob francés para lucirlo como salida de la peluquería
“Aquí buscamos un acabado natural y ligero, por lo que debemos escoger productos de peinado que aporten control, pero sin añadir peso”, comienza aconsejándonos la especialista.
A continuación, podemos secar el pelo al aire o utilizar herramientas de calor con el fin de dar “volumen a las raíces y gesto a las puntas, pero sin definir demasiado”. Para terminar, un truco de experta: “durante el día podemos ir sacudiendo la melena con los dedos para que no se apelmace”.
Toma nota de estos tips para mantener tu french bob
Ya te adelantamos que no es uno de los cortes de pelo que menos visitas requiera a la peluquería, salvo que, al igual que yo, el crecimiento de tu cabello sea muy lento. “Habrá que repasar el corte regularmente para que mantenga la longitud y la ligereza, y también para que el flequillo no crezca demasiado”, asegura Charo García.
Para concluir, la especialista expone: “nuestro profesional de confianza también nos podrá indicar los productos y técnicas más apropiados para nuestro caso concreto y si, por ejemplo, nos vendría bien un servicio adicional, como un tratamiento antifrizz”. ¡Lo tengo todo bien anotado para mi ‘yo’ del futuro!