Es una de las responsables del éxito de Herrera Beauty y la mejor anfitriona para presentar el último perfume de la marca, Good Girl Blush Elixir. Una fragancia más atrevida, intensa y misteriosa que su antecesora, que incluye notas como el pachuli, el ámbar o la rosa. Como en todas las Good Girl, el frasco es un espectacular tacón, en este caso, rosa y negro.
En la presentación del perfume pudimos hablar con Carolina Herrera, la directora creativa de Herrera Beauty, sobre este nuevo aroma, las claves del éxito de esta saga Good Girl y de lo que significa el lujo hoy en día.
“Yo creo que el éxito de Good Girl, en todas sus versiones, son los ingredientes, el frasco, la casa de donde viene y, por supuesto, el mensaje”. La casa influye mucho, es algo aspiracional porque no todo el mundo puede permitirse tener un vestido de noche de Carolina Herrera, pero el perfume está en todo el mundo y a un precio accesible. Y tienes un poquito de Carolina en una cosa maravillosa como es un olor.
Todo suma, pero parece obvio, que la clave del éxito de un perfume es, al fin y al cabo, su olor. "Te tiene que gustar el jugo porque si no, no lo vuelves a comprar. El éxito de un perfume no puede ser en una compra, porque los clásicos son los que siguen vendiendo años después. Lo que queremos en perfumería es que dure toda la vida, con su base fuerte de compradores, pero que tampoco canibalice todos los nuevos lanzamientos. Cuando tienes algo nuevo siempre tienes nuevos clientes a los que les va a gustar y viejos clientes a los que les va a gustar el clásico, pero a la vez quieren encontrar nuevos horizontes.
Precisamente los perfumes siempre han sido una manera, un primer paso para introducirse en el mundo del lujo. Una teoría que Carolina tiene bastante clara. "Cualquier diseñador aspira a tener un perfume. Primero porque para tenerlo tienes que tener ya una marca o ser un diseñador consolidado. Y segundo porque una fragancia llega a todos los rincones del mundo. Entonces es tener un poco de lujo que siempre llevas contigo, que puedes comprar en cualquier parte del mundo y es que además es accesible.
Por esto mismo, todos los productos de belleza de la marca tienen que respirar Carolina Herrera, desde un perfume hasta un labial. “Es muy importante que el ADN de Carolina Herrera esté en todo lo que hacemos en la casa Herrera, en los perfumes y en la belleza. "El maquillaje ha sido un éxito. Entre otras cosas porque es muy Carolina, la idea del accesorio bonito, que cambias, al que le puedes poner las iniciales, los charms... y que además es sostenible porque compras la carcasa y la puedes ir recargando. Y la calidad es muy buena. El labial que más éxito tiene es el que se llama Carolina y luego los mates en general. A mí me gustan mucho los liptints y el liquid blush, que es multiusos".
El packaging también es muy importante, sobre todo en la casa Herrera. Y en este caso, no puede ser más especial. "Es muy visual, es lo que la gente ve, va, compra, lo prueba y ya es cuando les encanta. Y lo vuelven a comprar", opina.
Y, ¿hasta qué punto se implica Carolina en la creación de cada producto de belleza? "En perfumes más que en labiales, por ejemplo. Es verdad que me mandan todas las paletas de color y todos los materiales, pero hasta hace poco era Lauren Parsons la que se encargaba de eso, fue la que lanzó la colección de maquillaje.
Y luego, en perfumes, están lo narices y los perfumistas que son los que están al cargo del jugo, de la creación en sí. Luego ya puedo hablar del diseños, de los charms, del frasco… de lo que es el diseño creativo. Y claro que opino, si veo que debería haber un color de labial que no tenemos, lo digo; si me choca algo en el perfume, lo comento".
Si hay un color que representa a la marca y que se asocia directamente con ella es el rojo. "El rojo Carolina, sin duda, que de hecho existe, es el color de labial más vendido de la marca. También hay un olor icónico, el jazmín. Es el olor de mi infancia, del primer perfume, es el olor de Carolina porque ella mezclaba jazmín y nardos, que yo lo huelo y para mí es como un viaje al pasado. Ese olor se ha ido desarrollando con la incorporación de diferentes ingredientes, pero el olor icónico de la casa Herrera es el jazmín", asegura.
La división Beauty de la marca ya cuenta con perfumes de éxito (Good Girl es el segundo perfume más vendido del mundo) y un maquillaje consolidado solo cuatro años después de su lanzamiento.
La pregunta era inevitable, ¿habrá skincare en un futuro próximo? Carolina responde con sinceridad: no por ahora.
"A mí me encanta todo el tema del skincare y hoy en día, también tenemos parte de skincare en las fórmulas de nuestro maquillaje. Pero ahora no lo contemplo, no lo estamos planeando, pero sí estamos trabajando en ampliar la línea de Herrera Beauty. Y veo que es muy importante que el maquillaje esté formulado casi como skincare, con muchos beneficios, híbrido para la piel".
Íntimo y personal
"Hay muchos lujos en la vida y uno es poder hacer y trabajar en lo que te apasiona. Otro lujo es el tiempo, tener tiempo tuyo, manejarlo y hacer lo que quieras. El lujo también es mi familia, es poder leer, ir al cine, escuchar música, caminar. Me gustaría que mis hijas hicieran lo que quisieran, lo que les de la gana. Igual que mi madre nunca me inculcó ni me presionó para que trabajara en esto, yo igual con mis niñas. Me encanta verlas desarrollar sus intereses, cómo van creciendo, porque van cambiando, y me encanta que hagan lo que les haga felices".
¿De qué se siente más orgullosa Carolina Adriana Herrera? "A nivel profesional, que llevo aquí desde hace más de 20 años y he aprendido muchísimo. Hemos ido en alza, los equipos son cada vez mejores, los perfumes son cada vez mejores. Con Good Girl hemos llegado al número dos del mundo. Y a nivel personal, de lo que más orgullosa me siento es de mi familia. De mis niños, de cómo están creciendo, de cómo han sido educados, siento mucha gratitud".
Cuando le preguntamos qué es para ella la belleza, apuesta más por cualidades interiores que exteriores. "La belleza para mi es, como dicen en inglés, is in the eye of the beholder, la belleza es muy personal. Yo cuando me siento bien, estoy de buen humor, me veo mejor. La belleza es holística, es tener una armonía en la vida, es poder mirarte al espejo y estar en paz. También es pintarte la boca de rojo, irte a un spa. Y se va desarrollando, a través de los años la belleza cambia, pero para mí es estar en paz".