Tenemos pelo por todo el cuerpo, menos en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Y lo normal es que nos preocupe especialmente el de una zona en concreto, el de la cabeza, donde podemos reunir entre 100.000 y 500.000 cabellos, con una vida media de alrededor de dos y tres años, y cuya única función es la de proteger del sol la zona donde más nos da.
Además, el pelo solo tiene dos ingredientes, proteínas y agua, y desde que sale del cuero cabelludo es una estructura muerta. Parece sencillo, pero no. “Aún así es una estructura muy compleja. Como si fuera una especie de cuerda, aunque hecha de tal forma que se pueda estirar y no se rompa”, explica Claudia Bernárdez, dermatóloga tricóloga y directora de la clínica AB Derma en Madrid.
Los cuidados mínimos para una melena sana
Parece obvio, pero la limpieza del cuero cabelludo va a influir –y mucho– en la salud y aspecto de nuestra melena. También el uso de productos de styling. Las recomendaciones cosméticas, que antes eran una labor casi exclusiva del peluquero, ahora forman parte del tratamiento cuando acudimos a un especialista.
¿Cuáles son las claves de un cabello sano?
VIRGINIA VELASCO Si no hay ninguna patología de base, que entonces habría que buscar un tratamiento médico, podemos resumirlas en tres. La primera, una buena limpieza del cuero cabelludo, adaptada a cuándo y cómo se nos ensucia el pelo. No existe una frecuencia de lavado ideal, pero sí hay que lavarlo asiduamente, sobre todo cuando lo notemos sucio.
También debemos cuidar la fibra capilar, que a menudo es la gran olvidada. La raíz y las puntas, aplicando acondicionador o mascarilla después del lavado. Y una tercera clave sería no dañarlo. En ocasiones nos empeñamos en conseguir un pelo diferente al que tenemos de nacimiento y abusamos de herramientas de calor. Si no empleamos protección, lo vamos a dañar.
¿Qué importancia tienen los productos que utilizamos en el día a día?
V.V. Ahora, los dermatólogos somos más conscientes que antes de la importancia del cuidado de la melena, no solo de la raíz o el cuero cabelludo. La gente, cuando viene a la consulta, lo que quiere es tener el pelo bien eternamente, y si solo nos centramos en estimular el crecimiento, pero ese paciente no se limpia o hidrata adecuadamente, por mucho que nos empeñemos, el pelo no se le va a ver bonito. Hay que dar alguna recomendación cosmética igual que hacemos, por ejemplo, cuando es un problema de acné.
En general, ¿sabemos cómo cuidarnos bienel pelo?
CLAUDIA BERNÁRDEZ Nuestro objetivo final es que el paciente se vea el cabello lo más bonito posible, de la mayor calidad, y necesitamos enseñarle no solo a cuidarlo por dentro, también por fuera. Porque el peor enemigo del pelo es el desconocimiento en los cuidados. Hoy en día tenemos suerte, ya que hay muchas opciones de rutina cosmética. Pero tienes que conocer tu pelo y tratarlo en consecuencia; es la mejor forma de tenerlo bonito.
¿Cómo podemos conocer bien nuestro pelo?
C.B. Ese es uno de los problemas principales, porque se nos juntan varias cosas. Conocer nuestro cabello es aceptarlo, lo cual quiere decir que no vale tenerlo ondulado y usar productos para pelo liso con el fin de que se alise.
Lo primero en lo que hay que fijarse es en el cuero cabelludo: si se engrasa mucho vas a tener que hacer hincapié en los lavados, que sean potentes, aunque lo hagas una o dos veces a la semana. Y luego fijarse en la fibra capilar, diferenciando el grado de rizo (hay varios grados que puedes consultar incluso en internet) para empezar a cuidarlo en consecuencia e ir viendo cómo responde.
¿Nos autocuidamos mucho antes de acudir al especialista?
C.B. Un poquito sí, pero tampoco es tan malo porque el pelo es muy agradecido. Cualquier cosa le va a ayudar a crecer. Por ejemplo las vitaminas; nos podemos equivocar con cuál es la mejor para nosotros, pero es muy difícil que nos hagan daño.
El autocuidado, cuando se trata de un pelo sano, no está mal del todo. Ahora bien, hay que tener claros los límites. Si llevas tomando un nutricosmético unos meses y no notas mejoría, ahí sí tienes que acudir a consulta.
La clave: la constancia
No hay que invertir grandes cantidades de dinero en productos o tratamientos, pero sí hay que invertir tiempo. Porque una de las claves del éxito de cualquier tratamiento, tanto en casa como en la consulta, es la constancia.
¿Hay que invertir mucho dinero en el pelo?
C.B Hay que invertir tiempo, porque el cabello es muy agradecido desde dentro pero, a nivel cosmético, los productos se adhieren a la fibra capilar por electricidad estática, así que se quitan con mucha facilidad (con el roce de la ropa, el viento...) y requieren de un cuidado continuo. Y en cuanto al dinero, lo que uno quiera. Hay productos baratos de muy buena calidad si se seleccionan bien, y productos muy caros de muy buena calidad también.
¿Qué tipo de tratamientos funcionan mejor cuando ya existe un problema diagnosticado?
ALBA GÓMEZ Hay muchos niveles, tratamientos aplicados, inyectados, fármacos, pero depende también de cada paciente. Con los fármacos podemos llegar a ser muy potentes, aunque tienen su perfil de seguridad y a lo mejor no se quieren tomar. O los tópicos, por ejemplo, aunque a las mujeres nos cuestan más porque manchan el pelo.
Además, en general, no somos muy constantes: los usamos unos meses y los dejamos. Y el pelo hay que tratarlo toda la vida porque la genética le manda envejecer. Por eso la clave del éxito de un tratamiento es que sea cómodo y si aplicarte una loción todos los días no lo es, pues ese no será tu tratamiento.
Factores psicológicos
Una de las partes más importantes en los tratamientos capilares es tener en cuenta el factor psicológico. A la mayoría de pacientes, la pérdida de pelo les afecta a la autoestima.
¿En qué nivel influye la pérdida de cabello en la vida de hombres y mujeres?
DAVID SACEDA Afecta mucho. Antes de decidirme por completo por esta especialidad, lo que más me impactó fue que en la única consulta donde vi gente llorando por cómo le afectaba el problema que tenía era en la de tricología.
¿Influye más en hombres o en mujeres?
D.S. A la consulta acuden ya casi más mujeres que hombres.Evidentemente, si viene un hombre es porque le preocupa perder pelo, pero no tiene nada que ver cómo se lleva a nivel social, laboral y personal.
La alopecia femenina es algo que impacta emocionalmente muchísimo, les disminuye la autoestima y eso tiene una repercusión en sus amigas, en su familia y en su trabajo. Y hay que decirles que vamos a buscar la mejor forma para que esto no avance y puedan convivir con ello de la mejor manera posible. Porque a veces hay alopecias en las que no podemos recuperar el pelo.
¿No toda la caída del cabello es reversible?
D.S. Hay que diferenciar entre los tipos de caída. Una es la normal, la que vemos en la ducha, en la almohada, en el peine… Suele ser la más escandalosa, pero se recupera. Son ciclos de crecimiento, el cabello se va renovando y es algo puntual. Y hay otra que es mucho más silenciosa pero también más importante que es la alopecia, la calvicie, y eso implica que vas perdiendo el pelo progresivamente. Y a veces es más o menos perceptible, pero se pierde. Además, hay alopecias que son cicatriciales, es decir, el cabello se sustituye por una cicatriz y ya no se puede recuperar.
¿Qué importancia tiene un buen diagnóstico?
D.S. Toda. Sin un diagnóstico estás perdiendo muchísimo tiempo, muchísimo pelo y, muy probablemente, muchísimo dinero también. Porque es muy frecuente que a consulta nos vengan pacientes que han buscado una solución milagro, que han comprado en internet o en herbolarios, y que pocas veces o prácticamente nunca van a dar resultado.
Casi siempre vas a necesitar un diagnóstico más preciso. Hay más de cien tipos de alopecia, más de cien tipos de formas de perder el pelo. Cuanto más ajustes el diagnóstico, más puedes personalizar el tratamiento.
El pelo. como la piel, envejece
Un cabello nace, crece y muere, es decir, se cae. A esa caída normal se le llama fisiológica y forma parte de los ciclos capilares. Cada pelo tiene un proceso de crecimiento, de transición y de caída y esto va ocurriendo de forma cíclica a lo largo de nuestra vida.
¿Cuánto dura la vida de un pelo?
ALBA GÓMEZ Tres o cuatro años. Pero es relativo: cuanto más dure la fase de crecimiento, más tiempo va a tardar en caerse y mayor longitud va a tener. No a todas las personas les dura lo mismo esa fase de crecimiento y, además, también puede variar a lo largo de la vida (cuando eres joven, la duración es superior).
Hay un culmen de la fase de crecimiento hacia los 30 o 35 y luego empieza a bajar. Los ciclos se acortan y el pelo se va renovando más, se nota una mayor caída a diario. Es como el envejecimiento de la cara: igual que vemos arrugas en el rostro, en el pelo también percibimos cambios que vienen dados por el envejecimiento.
¿Cómo envejece el pelo?
A.G. Con 45 o 50 años, muchas veces, no diagnosticas una alopecia como patología, simplemente es que hay un envejecimiento. El pelo cambia sus ritmos vitales. La fase de crecimiento se acorta, aumenta la caída y entra una fase de reposo.
Es decir, cuando un pelo se cae, se desprende y la raíz del pelo, inmediatamente, empieza a generar el siguiente. Pero con el envejecimiento capilar, ese período desde que se cae un tallo hasta que empieza el crecimiento del siguiente, se alarga, aunque no sabemos todavía cuánto.
¿A qué edad hay que empezar a cuidarse el cabello?
A.G. La mejor alarma te la dan las fotos. A partir de los 35 se nota la pérdida. Cuando te mandan la típica foto de hace años, una de las cosas que más llaman la atención es el pelo. Igual no has reparado en ello porque tú te ves todos los días en el espejo y no te acuerdas del volumen que tenías. Y a partir de los 30 o 35 empieza a empeorar la calidad.
¿El pelo puede cambiar a lo largo de la vida?
A.G. Sí, hay muchos motivos. Después de un proceso de quimioterapia, por ejemplo, puede nacer un pelo diferente. También pasa en la adolescencia y en la menopausia. Con el envejecimiento capilar, la glándula sebácea segrega menos grasa y el pelo se vuelve seco y fino.
FOTOGRAFÍA: DANIEL ROJAS
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: RICARDO CALERO PARA CHANEL,SALÓN 44 Y ORIBE. REALIZACIÓN: PILUCA VALVERDE.