Tras los excesos de la Navidad, nuestra piel pierde luminosidad y firmeza. Las comidas copiosas, los dulces típicos de esta época, la falta de sueño y alguna que otra copa de alcohol son las razones principales por las que nuestro cutis se ve desmejorado y más apagado en los días posteriores a estas fechas.
Y es que no es nada nuevo que el cómo nos sintamos por dentro influye en la imagen que proyectamos por fuera. Porque para lucir una piel perfecta no siempre son imprescindibles todo tipo de cremas, sérums y otras fórmulas que prometen juventud eterna en cada célula de nuestra dermis, sino que la dieta, el estrés y el estilo de vida que llevemos, entre otros aspectos, también afectan directamente en nuestra salud cutánea.
Si tú también quieres devolverle la luz a tu rostro, apunta, porque estos consejos de experta harán que te sientas mejor tanto por dentro como por fuera. ¡Toma nota!
¿Cuándo hay que empezar a cuidar la piel?
A pesar de que mucha gente todavía cree que debemos empezar a aplicarnos fórmulas antiedad una vez que ya han salido las primeras arrugas, la realidad es que conviene adelantarnos a esos signos de la madurez mucho antes. ¿Cómo? A través de cremas hidratantes y sérums multivitamínicos a partir de los 20 años, aproximadamente.
El ácido hialurónico, la vitamina C e incluso la niacinamida son buenas opciones para comenzar a crearnos nuestra rutina de skincare, ya que hidratar, prevenir las arrugas y proteger la barrera cutánea de los radicales libres es indispensable en los primeros años de vida adulta.
Sin embargo, siempre conviene ser asesorada por un dermatólogo que conozca tu tipo de piel y te aconseje productos de calidad en lugar de dejarnos llevar por las fórmulas que se han hecho virales en redes sociales.
¿Cómo cuidar tu piel durante el invierno?
Debido a las bajas temperaturas, la lluvia y el viento, entre otros factores, nuestra dermis sufre más de lo habitual, quedando expuesta a una mayor sensibilidad y luciendo más apagada. Aquí te enseñamos algunos trucos para cuidar tu piel en estos meses.
- Con el frío, nuestra piel se deshidrata con más facilidad y es por eso que conviene darle un plus de humectación utilizando de forma más habitual cremas faciales o sérums ricos en activos hidratantes como el ácido hialurónico.
- Pero la hidratación interna también es clave. Beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día es lo óptimo incluso en invierno, al igual que el consumo de alimentos antioxidantes en nuestra dieta.
- A pesar de que estos meses se caractericen por apenas asomar el sol, también debemos tener especial precaución con su radiación, especialmente en zonas de nieve. ¿La solución? Aplicar un protector solar de amplio espectro.
- Es de gran importancia también tener un rutina de skincare a la que ser fiel mañana y noche, donde uno de los principales pasos es la doble limpieza para que nuestro rostro absorba de mejor manera los nutrientes e hidratación de los productos.
- Los exfoliantes, si se utilizan una vez a la semana, se pueden convertir en nuestros mejores aliados a la hora de suavizar la piel y limpiar los poros en profundidad para conseguir una óptima renovación celular.
Consejos de experta para cuidar la piel después de Navidades
1. Cuidar nuestra alimentación
A pesar habernos excedido en grasas, sales y azúcares, no conviene ingerir menos comida de forma radical las siguientes semanas, ya que nos estaríamos restringiendo de los nutrientes necesarios para nuestro organismo. Sin embargo, sí que debemos «evitar fuentes de más calorías –como turrones, mantecados o polvorones–, al igual que la ingesta de azúcar y grasas, que favorecen la aparición de granitos e impurezas», nos explica la doctora Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira+Cueto.
Una muy buena opción para implementar en nuestra dieta es estas semanas post Navidades son los «alimentos ricos en Vitamina C, que son antioxidantes, y en Vitamina A, que generan más colágeno, como los betacarotenos, las zanahorias y las espinacas», prosigue la experta.
Otros alimentos imprescindibles en nuestra alimentación son los pescados ricos en Omega 3, el aceite de oliva y los frutos secos por su función antioxidante.
2. Mantenernos hidratadas
Lo mismo ocurre con el alcohol. Al ser diurético, este deshidrata y favorece la retención de líquidos en las ojeras; para evitar esto, debemos minimizar su consumo y «beber al menos 2 litros de agua al día para depurar nuestro organismo, además de utilizar cremas faciales hidratantes y reestructurantes» en nuestra rutina de cuidado facial diaria.
3. Agregar los activos adecuados a nuestra rutina de skincare
Es imprescindible seguir con una rutina de cuidado facial basada en la hidratación. Sin embargo, también es interesante incorporar «otros activos como la vitamina C», afirma la doctora Mira, ya que posee un gran poder antioxidante sobre nuestra piel. De esta manera, no sólo conviene consumirla en la alimentación, sino también aplicarla sobre el rostro en formato sérum, por ejemplo.
Otra muy buena opción a incluir son los peelings superficiales, al igual que «la aplicación de cosméticos con productos queratolíticos a base de ácido retinoico o hidroxiácidos, que ayudarán a mejorar la salud cutánea», prosigue la experta.
Sin embargo, además de cuidar nuestro rostro en general, no debemos olvidarnos de áreas más sensibles como lo es el contorno de los ojos, que «debemos mimarlo con descongestivos e hidratantes específicos para esa zona».
«Todos estos cuidados los podemos potenciar realizando alguna sesión de tratamiento en cabina donde, en base al estado específico de nuestra piel, nos aportarán los activos que más nos sean necesarios, tanto para limpieza, hidratación, oxigenación y regeneración», añade la experta.
4. Remover bien los residuos de maquillaje
Todas sabemos que las Navidades son una época en la que los maquillajes llegan a ser más frecuentes y más pesados de lo habitual. El problema viene a la hora de retirar esos residuos cosméticos antes de irse a dormir. ¿La solución? Hacer una doble limpieza de la mano de un limpiador con base de aceite, primeramente, para utilizar en segundo lugar un gel o espuma que termine de eliminar los restos del maquillaje.
«Siempre debemos usar un limpiador suave, que no sea muy agresivo para nuestra piel y que vaya acorde con el tipo de maquillaje que hemos utilizado, así evitamos mayor agresión y a la vez la preparamos para una rutina reparadora», comenta la especialista.
El uso de tónicos también es un aspecto clave en el proceso de purificación cutánea, «ya que nos puede beneficiar para equilibrar el pH de la piel y con esto reducimos la inflamación producida por la irritación previa». Además, utilizar un exfoliante suave una vez por semana es todo un acierto si queremos conseguir un cutis desintoxicado y luminoso al aminorar la apariencia de los poros.
5. Tener una buena rutina de sueño
Por último, pero no menos importante, las horas de sueño son clave para nuestro organismo, y eso se ve reflejado a su vez en nuestra piel. Al ser fechas en las que dormimos menos por las fiestas y por el estrés de organizar las comidas y cenas, pasa factura en nuestra imagen, por lo que «es muy importante establecer una nueva rutina de sueño de al menos 7 u 8 horas al día», termina de comentar la doctora Mira.
Por otra parte, no debemos dejar atrás el ejercicio físico diario, al igual que es de gran relevancia detenernos a respirar y a intentar disminuir el estrés una vez que volvamos a la rutina.