Si tuviera la piel seca y atópica, compraría una de estas 3 cremas emolientes por su efecto calmante y reparador

Uno de los problemas faciales que más cuesta de afrontar es la piel atópica. Este tipo de dermatitis no avisa. De repente te despiertas y resulta que estás con un nuevo brote de sequedad, picor e inflamación. Sobre todo, si estás en una temporada de más estrés, te has expuesto a sustancias irritantes o una mala alimentación, te has puesto una prenda con un tejido áspero o has hecho deporte el día anterior. 

A pesar de que no es fácil gestionar este tipo de piel, hay ciertos productos que nos pueden ayudar a lidiar con ella y no sufrir sus síntomas de manera tan fuerte. Tenemos la costumbre de utilizar las cremas hidratantes para pieles secas y sensibles para regenerar y calmar la piel ante la irritación, pero las cremas emolientes funcionan mucho mejor para este tipo de afección.

¿Qué son los emolientes? Este cosmético, a pesar de que de primeras puede parecer idéntico a la hidratante, está focalizado en las pieles con dermatitis atópica o psoriasis porque ayudan a tratar la piel seca, con descamación y picazón e incluso, con sarpullidos y eccemas.

Consiguen dar una sensación de suavidad, calma y desinflamación ante su aplicación gracias a principios activos como el lactato de sodio, la urea, la alantoína o aminoácidos especiales que protegen a tu piel ante un periodo de sequedad y molestia cutánea con su acción suavizante y humectante. 

Entre las cremas emolientes hay dos tipos. Las primeras son los emolientes hidrófilos con gran acción hidratante y, por otra, los lipofílicos que mantienen el agua unida al estrato córneo (la capa más externa de la epidermis). 

Si estás ante un brote de piel atópica, psoriasis o cualquier otra afección cutánea que necesita de cuidados específicos para volver a equilibrarla y acabar con la irritación, hemos seleccionado 3 cremas emolientes faciales que tienen efecto calmante y reparador. Funcionan y son imprescindibles como salvavidas cuando tienes este tipo de piel seca y sensible. 

¿Cuánto dura un brote de piel atópica?

Depende de tu piel. La duración de los brotes de eccemas, rojeces e inflamación pueden ser cortos y desaparecer a los días o durar durante unas semanas e incluso, varios meses. Se caracteriza por aparecer manchas rojas con relieve por todo el cuerpo: desde el rostro (en zona de cejas, mejillas. etc) hasta las extremidades. 

Es vital contar con los productos específicos adecuados para que tu piel se regenere y vuelva a su estado natural. Las cremas emolientes son una opción ideal para incluirlas en tu rutina si padeces de inflamación y descamación cuando surge el brote. 

3 cremas emolientes con efecto calmante y reparador

Esta crema de la marca Eucerin está formulada en concreto para pieles atópicas que sufren sequedad, irritación y picor, además de rojeces y tirantez. Con ella, tu piel estará mucho más calmada, sin inflamación e hidratada.

Funciona muy bien en los brotes y periodos entre brotes gracias a sus ingredientes como el licocalcón A y ceramidas para fortalecer la barrera cutánea y aliviar la tirantez y el picor. Notarás tu piel mucho más suave y calmante. 

Esta crema de Bepanthol es para usar diariamente porque consiguen hidratar intensamente y con larga duración en las pieles muy secas y sensibles con problemas cutáneos. Es un arma infalible para nutrirla mientras restauras las suavidad y flexibilidad de tu cutis, así como calmas y alivias el picor característico de los brotes.

Entre sus ingredientes encontramos la vitamina B5, dexpanterol, niacinamida, lípidos y glicerina que regeneran y restauran la piel. A pesar de ser denso y con una textura rica, no deja sensación grasa y se absorbe muy rápido. 

Esta crema emoliente está enfocada en actuar sobre la irritación de las pieles más sensibles y que sufren brotes. Solo es necesario aplicarla una vez al día. Te ayudará a eliminar las rojeces, calmar el picor y hacer menos frecuentes los brotes de irritación. 

Su punto fuerte es que tiene una textura no grasa y no pegajosa con una triple acción calmante y que reequilibra el microbioma de la piel.