Los ejercicios abdominales no solo son esenciales para tener una tripa dura y plana. Son también fundamentales para regular el tránsito intestinal. Las personas que sean muy estreñidas pueden encontrar en ellos una solución fantástica. Vencer la pereza y hacer abdominales antes de acostarnos o al despertar es una rutina muy positiva. Acompáñalos de estiramientos al empezar y finalizar el día. Recuerda que existen muchas variedades y estas son las principales:
- Abdominales superiores: túmbate boca arriba en el suelo y estira las piernas de forma perpendicular al suelo. Trata de tocar con las manos las puntas de tus pies.
- Abdominales inferiores: practica la clásica bicicleta.
- Abdominales oblicuos: túmbate boca arriba con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies en el suelo y trata de tocar los talones de tus pies de forma alterna con las manos solo despegando las escápulas o parte superior de la espalda con el cuello relajado.
- Core: pon en práctica los abdominales hipopresivos.
Las planchas centrales y laterales también te van a ayudar a ejercitar abdomen central y oblicuos respectivamente. En concreto las mujeres, tienen que practicar ejercicios abdominales con regularidad para tonificar el abdomen. Con los embarazos este experimenta una distensión importante y no debemos olvidar que el cuerpo tiene memoria. Cuanto más hayamos trabajado la tripita, mucho más rápido nos recuperaremos y volveremos, tras dar a luz, a tener un vientre plano.