Hoy en día todas buscamos un cuidado sencillo y minimalista que limpie y perfeccione nuestra piel, y a pesar de que hay limpiadores muy buenos (formulados con los mejores activos), también podemos reforzar esa limpieza con el uso de ingredientes que tenemos en casa. ¿Cómo? A través de mascarillas caseras.
Tal y como explica la Dra. Clarivel Ventura, del equipo médico de Clínica Mira+Cueto, estos ingredientes refuerzan la limpieza en ciertas ocasiones, “pero esto no sustituye a tu rutina de limpieza y mucho menos el uso de productos de limpieza facial debidamente testados y formulados”.
Sabiendo esto, y con el producto adecuado (y el conocimiento de algunos trucos en la elaboración de mascarillas “caseras”), es posible conseguir que algunas frutas y verduras o tubérculos nos sirvan para ser aplicados como mascarillas con el simple hecho de macerarlas y añadirles miel o aceite de oliva y aplicarla por el rostro o cuerpo.
De esta forma, nos sirven para limpiar, hidratar y tonificar. “Un ejemplo típico es la fresa, que ayuda en pieles grasas, se dice que tiene la ventaja de aportar vitamina A, vitamina E, vitaminas del complejo B, minerales como el potasio, magnesio, hierro, fósforo, yodo y calcio. Aunque la epidermis tiene la capacidad de absorber productos, muchos productos tópicos, no se absorberían por el simple hecho de tener una molécula de gran tamaño”.
Una mascarilla casera para limpiar la cara, apta para todo tipo de pieles
Para ello solo necesitarás:
- 2 cucharadas de avena (suave exfoliante y calmante).
- 1 cucharada de yogur natural (limpia y exfolia suavemente).
- 1 cucharadita de arcilla blanca (purificante, apta para todas las pieles).
- 1 cucharadita de agua de rosas (calmante y refrescante).
El paso a paso más sencillo
- Muele la avena ligeramente para obtener una textura fina y mézclala con el yogur, la arcilla blanca y el agua de rosas hasta formar una pasta homogénea.
- Aplica la mascarilla sobre el rostro limpio, evitando el área de los ojos y déjala actuar durante 10-15 minutos.
- Enjuaga con agua tibia y seca suavemente tu piel.
Mascarilla para limpiar PIELES sensibles
En este caso, la doctora recomienda utilizar la mascarilla con copos de avena y se deben evitar mascarillas de café.
- 2 cucharadas de avena (calmante, antiinflamatoria y suave exfoliante).
- 1 cucharada de yogur natural (hidratante y suave, ideal para calmar la piel).
- 1 cucharadita de gel de aloe vera (calmante y regenerador).
- 1 cucharadita de agua de rosas (refrescante y tonificante).
El paso a paso más sencillo
- Muele ligeramente la avena para obtener una textura fina, pero no polvo.
- Mezcla la avena con el yogur, el gel de aloe vera y el agua de rosas en un bol hasta formar una pasta homogénea.
- Aplica la mascarilla en el rostro limpio, evitando el área de los ojos.
- Déjala actuar durante 10-15 minutos.
- Enjuaga con agua tibia, masajeando suavemente, y seca tu rostro con toques suaves.
Para piel grasa
Atenta, porque “con piel grasa se suele utilizar el huevo para limpiar los poros, por sus propiedades desinfectantes y astringentes en pieles con granitos e impurezas”, nos cuentan desde Mira+Cueto. También se beneficia de la miel con lecitina, elimina depósitos grasos y células muertas y estimula la respiración celular y la regeneración de la piel estresada.
- 1 clara de huevo (astringente, ayuda a limpiar los poros y controlar el exceso de grasa)
- 1 cucharada de miel (desinfectante, elimina células muertas y regula la grasa)
- 1 cucharada de avena (exfolia suavemente y ayuda a controlar el sebo)
El paso a paso más sencillo
- En un bol limpio, bate la clara de huevo hasta que esté espumosa y agrega la miel y mezcla bien.
- Incorpora la avena y mezcla hasta obtener una pasta homogénea.
- Aplica la mascarilla en el rostro limpio, enfocándote en las áreas más grasas y evitando el área de los ojos, y déjala actuar durante 10-15 minutos.
- Enjuaga con agua tibia, masajeando suavemente para eliminar cualquier residuo y seca tu rostro con toques suaves.
Mascarilla casera para piel seca
Según la doctora Dra. Clarivel Ventura, para este tipo de pieles, lo mejor es apostar por el uso de mascarillas de almendra molida, “por su acción de afinar la epidermis favoreciendo la eliminación de células muertas del estrato córneo”.
- 1 cucharada de miel (hidratante, nutritiva y limpiadora).
- 1 cucharada de yogur natural (hidratante y suave limpiador).
- 1/2 plátano muy maduro (rico en vitaminas y nutrientes que hidratan y nutren).
- 1 cucharada de avena (calmante y exfoliante suave).
- 1 cucharadita de aceite de almendra (opcional, para un extra de hidratación).
El paso a paso más sencillo
- Tritura el plátano en un bol hasta obtener un puré suave y añade la miel y el yogur, mezclando bien hasta obtener una mezcla homogénea.
- Incorpora la avena y mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
- Si decides usar aceite de almendra, agrégalo a la mezcla y remueve bien.
- Aplica la mascarilla en el rostro limpio, evitando el área de los ojos, y déjala actuar durante 15-20 minutos.
- Enjuaga con agua tibia y seca tu rostro suavemente.
Mascarilla casera para limpiar la piel mixta
- 1 clara de huevo (astringente, ayuda a limpiar los poros y controlar el exceso de grasa en la zona T).
- 1 cucharada de miel (hidrata y regula la producción de sebo, además de exfoliar suavemente).
- 1 cucharada de yogur natural (hidrata las zonas secas y proporciona una limpieza suave).
- 1 cucharada de avena (exfolia suavemente y ayuda a equilibrar las zonas secas y grasas).
- 1 cucharadita de agua de rosas (calmante y tonificante, ayuda a equilibrar la piel).
El paso a paso más sencillo
- En un bol, bate la clara de huevo hasta que esté espumosa, y añade la miel, mezclando bien hasta que se integre.
- Incorpora el yogur y mezcla hasta obtener una pasta suave. Después, agrega la avena y mezcla bien para que todos los ingredientes estén bien combinados.
- Añade el agua de rosas y mezcla hasta obtener una consistencia uniforme.
- Aplica la mascarilla en el rostro limpio, enfocándote en la zona T (frente, nariz y barbilla) y déjala actuar durante 10-15 minutos.
- Enjuaga con agua tibia, masajeando suavemente, y seca el rostro con toques suaves.