Tener la piel seca, por naturaleza o a causa de agentes externos, es un desafío común que afecta a muchas personas. Y es un condicionante que incomoda, especialmente en invierno, ya que puede causar molestias como tirantez, irritación, descamación, enrojecimiento, e, incluso, picores por los efectos del frío y el viento.
Las bajas temperaturas hacen que la piel pierda su capacidad natural para retener la humedad. “La razón de estas molestias son básicamente cuatro: se produce deshidratación porque hay una mayor evaporación del agua transepidérmica”, explica Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación.
“El frío del invierno produce además una vasoconstricción que reduce el flujo sanguíneo y por tanto la entrega de oxígeno y nutrientes a las células de la piel, lo que provoca su opacidad y fragilidad. Por otro lado, el frío provoca una pérdida de lípidos que afectan a la barrera cutánea”.
Aunque el frío es el principal enemigo de nuestra piel, no hay que subestimar el impacto del viento, ya que, tal como expresa Santamarina, “provoca mayor fricción en la piel, irritándola. Todo ello provoca un cóctel explosivo para resecarnos y debilitarnos la piel de las zonas más expuestas: el rostro, los labios y las manos”.
Y, pese a que nos encanta refugiarnos en lugares cálidos con calefacción, el calor no mejora la situación. “La calefacción en interiores puede reducir la humedad del aire y, en este ambiente de aire seco, se extrae la humedad de la piel lo que provoca una mayor pérdida de agua transepidérmica que conduce a notar la piel más seca”, señala la experta.
Cómo tratar la piel seca en invierno
Para combatir estos efectos, es crucial adoptar una rutina de cuidado que incluyan ingredientes que restauren la barrera cutánea y alivien la incomodidad de la piel seca. “Es imprescindible en esta época cuidar nuestra barrera cutánea aportándole lípidos idénticos a los de nuestra propia piel como las ceramidas, los ácidos grasos y el colesterol que nos protegen de estas agresiones externas”, recomienda la profesional de la formulación.
¿Lo ideal? Usar activos humectantes, que poseen una mayor emoliencia e hidratación. Así lo aconseja Santamarina: “Si sentimos la piel más seca podemos optar por utilizar una hidratante más rica y densa, con alto contenido en mantecas vegetales ya que muchas de estas tienen un alto poder emoliente, antiinflamatorio y antioxidante”.
“Si hemos pasado tiempo en el exterior con bajas temperaturas y viento, mi recomendación es aplicar una buena capa de un bálsamo regenerante calmante que nos va a aportar una sensación de confort a la piel además de reducir el posible enrojecimiento”, cuenta Santamarina.
La crema ‘para todo’ que salva la piel seca del invierno por menos de 20€
Los milagros no existen, pero hemos encontrado una crema que está muy cerca de serlo. No lo decimos nosotros: quienes la han probado la llaman ‘crema mágica’ y ‘crema milagrito’.
Se trata de la crema regenerante Cica Balm de Santamarina Cosmetics, marca cosmética fundada por la experta en dermocosmética y formulación, Ana Santamarina (que, además, arrasa con su contenido sobre cuidado de la piel en su Instagram @ana__santamarina).
Es una crema todoterreno que calma y repara la piel de toda la familia. Es un tratamiento regenerador intensivo, recomendado incluso para cicatrices y heridas superficiales de la epidermis. Para nosotros, la versión mejorada y española de la famosa Cicaplast.
Sin duda, es una de esas cremas que no puede faltar en el botiquín de casa porque sirve para todo. Su secreto es que crea un film sobre la piel y evita la formación de costras, acelerando el proceso de cicatrización gracias a la alta concentración de activos: está repleta de potentes ingredientes antioxidantes, nutritivos, antiinflamatorios y cicatrizantes.
Su lista es un cóctel explosivo que combate la piel reseca y ayuda a fortalecer nuestra piel: entre ellos, destacan la centella asiática, pantenol, el ácido hialurónico, el óxido de zinc, el aceite de argán, Syricalm y las mantecas de Ucuuba y karité.
En consonancia, consiguen un efecto regenerante incomparable que podemos usar durante todo el año, pero que se vuelve idónea para usar en invierno debido a su textura rica y nutritiva y a la intensidad de sus activos que, además de calmar y regenerar, darán ese extra de hidratación. Ponernos esta crema en la cara es una sensación similar a cuando nos ponemos ese abrigo de pelo tan calientito que tanto nos gusta cuando hace frío.
Las consumidoras hablan…
Habiendo desgranado este producto, no es casualidad que absolutamente todas las reseñas sean positivas. En su web, cuenta con una valoración de 4,98 sobre 5. Vamos, una matrícula de honor en toda regla. Aquí algunas de ellas:
- Tania: “No puede faltarme esta crema, en casa la llamamos la crema mágica, la usamos para todo. En peques: irritación del pañal y zona íntima, eccemas por dermatitis, heridas ya cerradas (costras), quemaduras… Yo la utilicé para las cicatrices de la areola, como mascarilla nocturna para extra de hidratación, en días con mucho frío y con brotes de dermatitis atópica”.
- Sofía: “Es un producto que tendría que tener cualquier persona en casa, me ayuda a curar los labios y manos cuarteados en invierno y las irritaciones alrededor de la nariz. La use para tratamiento de una cicatriz y me ayudó muchísimo. Es un producto genial”.
- Rita: “Crema repara TODO. La compré tras hacerme un láser C02 y luz pulsada en la cara, ha sido una maravilla, porque NO DEJA BLANCO y es una crema muy agradable y menos pastiche que otras cicatrizantes. La uso post depilación para piel irritada e incluso como bálsamo labial extremo (aquí si que queda blanco, pero lo pongo a modo mascarilla por la noche)”.
*Precios actualizados a 08 de enero de 2025.
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