Podemos hacernos las locas, mirar para otro lado, agarrarnos a excusas tipo “pero si hoy no me he maquillado”, y pensar que con un poco de agua micelar salimos del paso. Pero hay preguntas que, tarde o temprano, hay que afrontar: ¿de verdad hace falta desmaquillarse aunque no te hayas puesto ni rímel?
Y aquí viene la gran verdad: Sí. Siempre. Sin discusión. Y no, no lo decimos solo nosotras. Lo dice una experta que sabe de lo que habla: Raquel González, cosmetóloga y fundadora de la firmaByoode, que resume esta verdad universal en una frase que lo deja todo clarísimo: “Si entendemos desmaquillarse como hacerse la doble limpieza facial, la respuesta es sí.”
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¿Hay que desmaquillarse aunque no te maquilles?
Sí, por una simple razón: la piel no distingue entre base de maquillaje y contaminación. Muchas veces pensamos que si no nos hemos puesto base, corrector, polvos, iluminador y fijador, nuestra piel está limpia.
Error. “Aunque no te pongas ni una gota de maquillaje, la piel sigue acumulando suciedad, contaminación, sudor y, lo más importante, restos de protector solar”, advierte Raquel. Y si hay algo que usamos a diario (o deberíamos), es el SPF.
Así que, aunque hayas pasado el día en casa y tu único gran plan haya sido ver algunas de las novedades de abril de Netflix con una infusión, tu piel ha trabajado de más. Ha sudado, ha estado en contacto con el aire (sí, incluso si vives en una ciudad que se jacta de tener ‘poco tráfico’), y lleva horas con restos de cosméticos que no se ven, pero están. Y si no limpias todo eso correctamente, pasa lo siguiente. Y no te va a gustar.
¿Qué pasa si no te desmaquillas? Spoiler: tu piel se enfada
No limpiar la piel a fondo tiene consecuencias. Y no, no hablamos solo de granitos esporádicos. Hablamos de textura irregular, poros obstruidos, piel opaca y, sobre todo, envejecimiento prematuro. “Me gusta decir: tu piel se va a enfadar si no le das lo que necesita, que es limpieza diaria, tanto por la noche como por la mañana”, insiste Raquel.
Y no es una amenaza, es una advertencia con cariño: “Es más probable que aparezcan puntos negros, poros obstruidos, textura irregular, menos luminosidad… Y lo peor: los radicales libres de la contaminación acelerarán el envejecimiento”.
¿Y sabes qué es aún peor? Que da igual lo caro que sea tu sérum favorito. Si lo aplicas sobre una piel que no está del todo limpia, no sirve de nada. “La limpieza es el paso innegociable. Además, si la piel está limpia del todo, se mejora la permeabilidad del tejido para que los cosméticos actúen de manera más eficiente.” Así que sí, tu crema de 120 € también necesita que te laves la cara antes.
¿Pero cómo me limpio si no me maquillo?
Otra gran pregunta. Y sí, aquí la respuesta también es sí: hace falta hacer doble limpieza, aunque no lleves base de maquillaje ni eyeliner a lo Euphoria. ¿Por qué? Porque lo que tienes que quitar es mucho más invisible, pero no por eso menos dañino.
“La única manera de acabar con todas las impurezas más resistentes, igual que con la polución, es con la doble limpieza”, explica la fundadora de Byoode. ¿Y cómo se hace bien?
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Pues en dos pasos: “Primero, un aceite o bálsamo limpiador para derretir el SPF y la grasa acumulada del día. Esto es así porque el aceite es más afín con las texturas oleosas, entre las que se encuentran el protector solar, la contaminación, etc. Tienen mayor capacidad de arrastre.”
Después, llega el segundo paso: un limpiador acuoso. “Un limpiador en gel o espuma para retirar restos de sudor e impurezas sin alterar la piel”, añade. ¿El resultado? Una piel limpia de verdad. Una piel que respira. Una piel feliz. Y sí, una piel con mejor glow.
¿Esto también previene el envejecimiento?
Sí. Y es probablemente lo que más te interese ahora mismo. Porque aunque el maquillaje se puede quitar con agua micelar, la contaminación y los radicales libres se quedan. “La limpieza no es solo para eliminar el maquillaje, sino para evitar que la piel acumule impurezas y absorba bien los tratamientos que aplicamos después”, nos cuenta.
Y ojo al dato importante: “Si no limpiamos bien la piel, la contaminación y la suciedad generan radicales libres, que son los culpables del envejecimiento prematuro y de las cascadas de pérdida de colágeno.” Así que sí, lavarse la cara bien puede ser tu mejor tratamiento antiedad.
Otros enemigos invisibles de tu piel: sudor, polvo, grasa
“El sudor, el polvo, la grasa natural de la piel... Todo eso está ahí, aunque no lo veas. Y si no limpias bien, todo eso se queda acumulado”, asegura. No es cuestión de obsesionarse, pero sí de ser constante. “Taponan los poros, afectan al equilibrio de la piel… Así que aunque no te maquilles, la limpieza sigue siendo la mejor aliada antiarrugas. Me gusta decir que es el paso más innegociable de la rutina facial.”
Y ojo, que ‘innegociable’ no significa complicado. No necesitas 12 pasos ni media hora frente al espejo. Solo necesitas dos productos bien elegidos y constancia. Piénsalo así: lavarte la cara como es debido es el paso más rápido hacia una piel más sana, luminosa y bonita. Y no cuesta nada.