Este ingrediente es el secreto para un caldo de colágeno antiedad buenísimo: fácil y superefectivo

Probablemente ya conozcas los beneficios del caldo de huesos, pero seguro que no sabías que tienes un ingrediente en casa que dispara (aún más) sus beneficios para la piel.

Andrea Navarro

Redactora web.

Actualizado a 6 de abril de 2024, 15:39

@venswifestyle

A estas alturas todos tenemos claro que una dieta equilibrada tiene resultados tanto en el interior como el exterior de nuestro cuerpo. Una alimentación basada en frutas, verduras y libre de azúcares y grasas saturadas repercute en todos los aspectos de nuestra salud, incluida la de la piel. Pero lo que pocas personas saben es que, además, hay ciertos alimentos que nos pueden ayudar a combatir, más que otros, el envejecimiento en áreas concretas de nuestro organismo.

En el caso del cutis, ya hemos hablado de cómo el huevo o las espinacas son una fuente considerable de colágeno, ese que desciende de forma natural con el paso de los años, pero no es la única. El caldo de huesos es otra muy fácil de consumir, aunque tiene truco y es que la preparación juega un papel importante en la absorción de colágeno por parte de nuestro cuerpo.

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Caldo de huesos: una bomba de colágeno que puedes preparar en casa

El colágeno cumple muchísimas funciones indispensables, como la creación y el mantenimiento de los tejidos, tal y como avalan diversos estudios como este. Por eso, tiene un gran poder antiedad con muestras visibles en el rostro. Y es que, esta proteína que disminuye su producción a medida que nos hacemos mayores, ayuda a que nuestra piel se mantenga tersa y elástica, evitando que aparezcan arrugas o se deshidrate.

Para esto, lo primero a lo que solemos recurrir es al poder de la cosmética, con cremas y sérums que sabemos que funcionan. Pero hay otros métodos complementarios más baratos y naturales, que pueden darle un push a nuestros niveles de colágeno. Es en este punto donde entra el caldo de huesos, una fuente home made de nutrientes saludables.

3 beneficios de tomar caldo de huesos

  • Piel más elástica. No lo decimos nosotras, lo respalda la comunidad científica con ensayos que aseguran que la ingesta de colágeno contribuye al mantenimiento de la elasticidad y la hidratación de la dermis.
  • Mejora el descanso. El consumo habitual de caldo de huesos se asocia con la reducción de ansiedad y el aumento de la calidad del sueño, gracias a la glicina que contiene -estudio-. Algo que también interviene en el aspecto y la salud de nuestro rostro.
  • Aumenta el rendimiento. Como con la piel, el colágeno también se encarga del mantenimiento de músculos y huesos. Además, la glicina que incorpora el caldo ayuda a la creación de músculo, algo que puedes notar en tus entrenamientos y sesiones en el gym.

Cómo preparar el caldo de huesos para conseguir el máximo de colágeno

Hay un truco para sacarle todo el provecho a este caldo -hasta el 30% de colágeno por taza- y este se encuentra en los ingredientes. Se trata del vinagre de manzana. Sí, sí, estás leyendo bien. Y es que, según algunos expertos, como el coach de salud integral Ramón Zelada, un chorrito de vinagre junto a los huesos a la hora de hervirlos ayuda a extraer mayor cantidad de colágeno, por lo que los ingredientes que necesitaremos son:

  • 1/2 kg de huesos de vaca (caña y rodilla). Cuanto más restos de carne tengan, más rico quedará la receta.
  • 1 carcasa de pollo
  • 2 patas de pollo o 1 de pavo
  • 350 g de rabo de ternera/toro
  • Huesos de jamón
  • Espinazo salado
  • 2 zanahorias cortadas
  • 1 cebolla cortada
  • 2 apios en trozos
  • 2 dientes de ajo
  • 1 puerro
  • 4 setas shiitake para darle sabor
  • 3-4 litros de agua
  • 1 cucharada de vinagre de manzana
  • 2 horas de laurel
  • Especias: tomillo, cúrcuma, jengibre, perejil y cardamomo

Coge tu mejor olla y empieza a prepararlo:

  1. Pon a hervir todos los huesos y una cucharada de vinagre con agua hasta arriba. Cuando hierva, destapa y retira la espuma. Déjalo a fuego lento durante 7-8 horas.
  2. Baja el fuego y añade las verduras, dejándolo cocinar a fuego lento durante mínimo 7 horas más, aunque lo ideal serán 17.
  3. Cuando esté listo, cuela el caldo y déjalo enfriar. Una vez atemperado, puedes guardarlo en la nevera para comértelo los próximos días o congelarlo para un futuro.

Ten en cuenta que los huesos de animales que hayan sido criados de manera ecológica incluirán menos toxinas, por lo que es importante que priorices este tipo siempre que puedas.

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