Hemos preguntado a los expertos por los hoteles, restaurantes y tiendas más bonitos y ya tenemos la respuesta. Lo mejor: muchos de ellos se encuentran en España y no solo maravillan por sus diseños. ¿Te animas a incluirlos en tus planes de los próximos meses?
D.R. 1 / 10
Hotel Relais & Châteaux Orfila, arte en cada esquina
Un pequeño y coqueto cinco estrellas en el centro de Madrid que se ha convertido, gracias en gran parte al buen hacer de su dirección, en el place to be de aquellos que viajan buscando rincones especiales. Y en este caso no son solo los rincones, sino también los objetos que lo pueblan, piezas de arte y antigüedades distribuidas tanto en zonas comunes como en habitaciones.
Lujo clásico con toques románticos, estos últimos bien visibles en la terraza-patio que recuerda a esas zonas de descanso de los palacios antiguos. Imprescindible también hacer parada en el restaurante El Jardín del Orfila, cuyo chef ejecutivo es Mario Sandoval (Orfila 6).
D.R. 2 / 10
The Madrid Edition, un diseño redondo
Poco queda por decir de este hotel, de su espectacular diseño, de sus restaurantes y de su privilegiada situación, a un paso de la madrileña Puerta del Sol. Las escaleras que asombran en su entrada son seña de identidad de todos los hoteles Edition, al igual que laa decoración cálida, en tonos tierra y claros, que te acogen como si se tratara de una cabaña de invierno deluxe.
Y, de repente, aparecen neones que alumbran pasillos, espacios donde las formas fluyen y rincones en los que la iluminación (esas lámparas) te trasladan a otros lugares proporcionando al hotel cierto carácter onírico. Entrar en The Madrid Edition es como hacerlo en una distopía de estilo y buen gusto en el que la comodidad va pareja a la creatividad.
D.R. 3 / 10
Olinto, la joya del sur
Un hotel con puesto permanente en la lista de los más bonitos del mundo y que está situado en el Atlas marroquí. Las habitaciones son una maravilla (las hay incluso con piscina), con elementos de la cultura autóctona elegidos con muchísimo gusto y cuidado y vistas perfectas a las montañas. Las telas suntuosas, el pavimento, las alfombras… todo en Olinto desborda encanto y clase. Ir hasta allí implica sumergirte en un oasis (literal) de Las mil y una noches donde todo es posible. Búscalo en Douar Marigha (Marrakech).
D.R. 4 / 10
Gran Hotel Son Net, mansión en Mallorca
Su ubicación (a los pies de la Sierra de Tramuntana, en Mallorca) ya pronostica la belleza del entorno. Su arquitectura, el de la mansión señorial del siglo XVII que es, apunta a que este lugar es muy especial. Su interior, con suelos de piedra, chimeneas de otras épocas y vigas, señala que estamos ante un hotel especial, que respeta la esencia de la Mallorca antigua al mismo tiempo que preserva su entorno.
La decoración, obra del interiorista Lorenzo Castillo, es un must, así como también el spa (con piscina cubierta de agua salada) o esa viña que rodea al hotel y en la que se cosecha el vino mallorquín que se sirve en el restaurante. Son Net inaugura temporada el 1 de marzo, pero ya está abierto a reservas (Castillo Son Net, Puigponyet)
D.R. 5 / 10
Amar Barcelona, elegancia máxima
Barcelona y el mar son las dos vertebras de este restaurante del hotel Palace en la Ciudad Condal (Gran Vía de las Corts Catalanas 668). Aquí, la buena cocina viene acompañada de una decoración a la altura del cinco estrellas que la apadrina. Tonos dorados, azules, terciopelos, espejos majestuosos y unas lámparas que se erigen en excelsas protagonistas rodean a los comensales que pueden optar por sentarse en una isla central a disfrutar del menú orquestado por Rafa Zafra.
D.R. 6 / 10
Baovan, donde los sueños se hacen realidad
Hasta el barrio de Rufaza, en Valencia, nos vemos para encontrar este restaurante cuyo diseño, y sobre todo cuyo color, han sido premiados. Está en la calle Pintor Salvador Abril número 22 y el gran mérito es la capacidad para transportar a la clientela a la playa, no solo en el ambiente, también en los sabores. Intuirás (y degustarás) el mar, pero también esas noches de luna en la playa. De verdad que merece mucho la pena.
D.R. 7 / 10
Frescohallen, viaje al Norte
Y hablando de premios, aquí va otro. Este restaurante de Bergen, en Noruega (ya, lo mismo te pilla un poco lejos) es candidato seguro a los galardones de diseño que se celebran anualmente de manera global. Se halla en un edificio histórico que recuerda a una catedral, pero es moderno a rabiar tanto en su propuesta gastronómica como en la gente que lo frecuenta. Un restaurante de esos no solo para comer sino para ver, dejarse ves y obtener testimonio gráfico de que has estado allí.
M. Yllera 8 / 10
La Santa María, juego de colores
El gastrobar del hotel Barceló Torre de Madrid en la Plaza de España es un diseño de Jaime Hayon en el que no faltan los guiños a Madrid (atenta a la escultura del oso a rayas) pero también los colores que recuerdan al Mediterráneo y al sol. Un espacio muy acogedor del que te costará despegarte y que es perfecto para tapear y que también tiene DJ.
D.R. 9 / 10
Dior, cuando las tiendas se hacen arte
Dior sabe muy bien cómo hacer Alta Costura, pero también la forma de crear Alta Magia. Y para muestra, sus tiendas. Entre las recientes aperturas, las de Lisboa, cuyo interior está presidido por una escultura de la artista Joana Vasconcelos, es un homenaje a la firma, pero también a la ciudad (y al país que la aloja). O Seúl, con una fachada maravillosa a juego con un interior a su altura.
Pero la que de verdad nos tiene enamoradas es la clásica, la de 30 Montaigne en París, que reúne todos los valores identificables con Dior: elegancia, calidad, glamour… Si viajas a la capital francesa visítala sí o sí, porque además, justo al lado, se encuentra La Galerie (en la foto), el Museo Dior que reúne todas las ‘obras de arte’ de la firmas que son muchas y preciosas. Y si además de ver belleza quieres degustarla, pásate por el restaurante Monsieur Dior. Agradecerás la recomendación.
D.R. 10 / 10
Hermès brilla en Barcelona
Ya nos hicimos eco en su día de la apertura de la casa de Hermès en Barcelona. Teniendo en cuenta que las tiendas de la firma sobresalen por su estética y es díficil elegir una (apunta también la de Galería Canalejas, en Madrid), este espacio en particular destaca por varias razones: está en una casa señorial de finales del XIX, tiene un jardín privado que es una preciosidad y ha sido diseñado en colores mediterráneos que separan espacio. El que aquí ves es el destinado a la joyería, con un azul brillante en las paredes, y que te da una idea de cuál es el estilo que rezuma el resto de la tienda. Una mezcla de pasado y presente que deslumbra en el número 81 del Paseo de Gracia.