Tamara Falcó es uno de los iconos más seguidos de nuestro país, destacando su esencia clásica y su sofisticación a la hora de vestir, pero nunca sin perder de vista las tendencias. Esta filosofía no solo la aplica en sus estilismos, sino que, en otros ámbitos como la decoración, también es una fuente de inspiración.
Ahora que nos encontramos en plenas fiestas navideñas, ha revelado como tiene decorado el salón de su casa en una publicación de Instagram. Combinando tradición y modernidad, hay varias pistas de las que tienes que tomar nota, si quieres que la estancia respire ese espíritu festivo, pero sin quedar recargado.
El sofisticado árbol de Navidad de Tamara Falcó
Lo primero que destaca es su árbol de Navidad. Tiene un diseño ligero con ramas poco densas, ocupa poco espacio y refleja una estética elegante. La marquesa de Griñón opta por adornos en tonos metalizados, combinando dorado y plateado con rojo granate, logrando una mezcla armoniosa que no recarga el ambiente. Las texturas juegan un papel clave, con adornos de acabados lisos y aterciopelados que aportan sofisticación.
A diferencia de lo tradicional, Tamara omite la clásica estrella en la punta del árbol y opta por luces cálidas perfectamente integradas, creando una atmósfera acogedora. Cintas que recorren las ramas complementan la decoración sin restarle protagonismo a los adornos. Este estilo, moderno y minimalista, contrasta con el de su madre, Isabel Preysler, mostrando el carácter distintivo de Tamara en sus elecciones decorativas.
Una decoración minimalista en el resto de elementos
El salón también incorpora otros elementos decorativos que siguen la misma línea. Una corona hecha con ramas naturales adorna una de las paredes, añadiendo un toque orgánico que equilibra los detalles metálicos del árbol. Una flor de Pascua y una rama decorativa evocan la esencia de la Navidad, mientras que las cestas de mimbre añaden calidez al espacio. En la mesa, Tamara combina un mantel rojo y blanco con figuras doradas en forma de árbol, logrando un contraste moderno pero acogedor.
Uno de los detalles que más nos ha sorprendido, es que no tiene cojines en el sofá. Esta estrategia nos parece de lo más adecuada en este tipo de situaciones, ya que el lema de “menos es más” es aplicable a todo. Con un diseño en blanco con textura, ideal para dar amplitud a la estancia, Tamara sale sentada con un espectacular vestido rojo satinado que crea contraste y encaja con el resto de elementos.
Esto se ve apoyado por la alfombra en clave XL que tiene justo debajo del mismo y de una mesa con una forma súper original, también en una tonalidad clara, que siempre es lo más recomendable. Si aún tenías dudas de cómo sacarle el máximo partido a tu salón este mes de diciembre, la hija de Isabel Preysler ha vuelto a ser el blanco de todas las miradas.
El estilo navideño de su hermana Ana Boyer
En el caso de Ana Boyer, ya vimos como el año pasado apostaba por una decoración navideña que combinaba tradición y un toque lúdico, ideal para hogares con niños pequeños. En su caso, el árbol estaba bastante más recargado que el de Tamara, abogando por la clásica combinación de dorado y rojo.
Los adornos se desplegaban en una gran variedad de formas, como flores, corazones, regalos y muñecos de Papá Noel, que le otorgaban un aire dinámico y cálido. Además, utilizó luces distribuidas estratégicamente para realzar cada detalle, culminando el abeto con una gran estrella en la cima, sí abogando en su caso por el broche final clásico.
Aunque este año aún no hemos visto aún cómo lo ha decorado, nos ha dejado en su perfil de Instagram la mejor opción para una mesa navideña. Destacan principalmente los centros de mesa, combinados con flores rojas y diferentes hojas, así como ramas de abeto con velas en el centro, que son muy acordes a esta época del año.
Para la vajilla ha optado por un set en blanco, con el que no resta importancia al resto de elementos y que dan mucha versatilidad a la hora de combinar. En su caso no ha abogado por el clásico mantel, sino por unos salvamanteles, también en blanco, que nos han parecido ideales, así como el detalle del cuenco de mimbre para el pan, que da un aire rústico al conjunto muy apetecible.