Si hay un nombre que evoca sofisticación y buen gusto en el panorama social español, es el de Isabel Preysler. Su hogar, un oasis de lujo y refinamiento, es el reflejo perfecto de su estilo impecable. Entre sus estancias más impresionantesdestaca el salón de la piscina interior, un espacio que combina la serenidad de un retiro privadocon la majestuosidad de una mansión clásica. En este rincón de la casa, la luz natural, la calidez de los materiales y la exquisita selección de mobiliario se unen en perfecta armonía para crear un ambiente de ensueño.
Y es que, lejos de ser una simple zona de descanso junto al agua, es una estancia de la que podemos sacar muchas tendencias para esta temporada. Cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado para transmitir la sensación de estar en un elegante invernadero europeo, donde el confort y la exclusividad se entrelazan en cada rincón. Grandes ventanales enmarcan la vista de un exuberante jardín, mientras que los muebles de mimbre, la paleta de colores suaves y los tejidos naturales refuerzan la sensación de calma y sofisticación.
Un juego de luces y transparencias
Uno de los mayores atractivos de este espacio es su impresionante luminosidad. Gracias a los grandes ventanales de estilo francés que rodean la piscina, la luz natural se filtra de manera espectacular, creando reflejos etéreos sobre la superficie del agua. Las cristaleras, con sus elegantes arcos y marcos blancos, permiten que la vegetación exterior forme parte del interior, como si la naturaleza se fundiera con la arquitectura.
@tamara_falco
Cuando cae la tarde, la magia del espacio se transforma con una iluminación tenue y acogedora. Lámparas de pared estilo candelabro y pequeños puntos de luz estratégicamente ubicados encima de las mesas auxiliares, enmarcan estos detalles arquitectónicos, resaltando la textura de las paredes de piedra y el brillo del agua en movimiento. Este juego de luces refuerza la sensación de exclusividad y calidez, convirtiendo el salón en el refugio perfecto para cualquier momento del día.
Materiales nobles y una estética atemporal
El uso de materiales naturales es una de las claves del encanto. La piedra gris que reviste el suelo aporta un aire de solidez y frescura, contrastando con la calidez del mobiliario de fibras naturales. Los sofás y chaise longues de ratán combinados con blanco evocan el estilo de las grandes casas de campo europeas, mientras que los pequeños detalles en latón y madera oscura añaden un toque de clasicismo refinado.
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Los textiles juegan un papel fundamental en la sensación de confort del espacio. Destacan especialmente los cojines con estampados florales en tonos neutros y colores pasteles como el rosa o el verde menta, los cuales suavizan la estética general, aportando un aire romántico que encaja a la perfección con el espíritu de la casa. Tampoco pasan desapercibidos esos puntos de verde, con grandes maceteros con plantas repartidos a lo largo de la estancia, que mantienen la coherencia con el exterior, quedando todo perfectamente integrado.
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Este juego de materiales permite que la estancia mantenga un aire sofisticado, pero aportando una esencia artesana al mismo tiempo. Además, la madera oscura presente en algunos detalles, como las estructuras de las sillas o las mesas de apoyo, añade un toque de clasicismo que enriquece aún más la atmósfera.
Un rincón para el descanso y la contemplación
Más allá de su función estética, este salón se concibe como un espacio de relajación absoluta. Aquí, el tiempo parece detenerse. Así lo hemos visto a través del perfil de su hija, Tamara Falcó, quien no duda ni un momento en pasar tiempo en esta zona de la mansión, tal y como nos ha mostrado en varias ocasiones a través de su cuenta de Instagram.
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El ambiente evoca la idea de un retiro de lujo, donde la serenidad prima sobre el bullicio de la vida cotidiana. No es difícil imaginar a Isabel Preysler disfrutando de este espacio en las mañanas soleadas, con un libro en mano y el rumor del agua de fondo, o compartiendo confidencias en una velada tranquila con sus seres queridos.
Más que un simple lugar de paso, este salón es un refugio donde el lujo se vive de manera discreta, sin ostentaciones innecesarias. En él, cada elemento está pensado para transmitir belleza y armonía, logrando que quien lo visite se sienta envuelto en un ambiente de paz y sofisticación inigualables.