El estilo de Macarena Gómez y Aldo Comas en moda es una extensión de su espíritu libre y creativo, donde la originalidad prima sobre las tendencias convencionales. Ambos destacan por su capacidad de mezclar piezas vintage con diseños vanguardistas, logrando looks únicos que desafían las normas establecidas. Macarena, con su gusto por los estampados atrevidos, colores vibrantes y cortes inesperados, demuestra un estilo camaleónico que combina feminidad y rebeldía. Aldo, por su parte, aporta un toque excéntrico y rompedor, con prendas que suelen incorporar elementos de arte, música y una estética punk-glam que lo distingue en cualquier evento.
En decoración, su estilo sigue la misma filosofía de eclecticismo y autenticidad. Su hogar es un reflejo de su pasión por el arte, con piezas únicas que conviven en armonía con elementos rústicos y modernos. Les gusta combinar materiales nobles, como madera y piedra, con detalles industriales y toques de color inesperados que aportan vitalidad a cada estancia. Además, su afición por los objetos únicos y las antigüedades les permite integrar piezas con historia, logrando que su casa sea más que un lugar donde vivir: un escenario que habla de su vida, sus viajes y su creatividad.
Un hogar lleno de historias
Ubicada en el corazón del Alt Empordà, la finca del matrimonio se encuentra rodeada de un paisaje que parece sacado de un cuadro. Montañas que cambian de color según la luz del día, bosques que ofrecen un aire de serenidad y la brisa marina que llega desde la cercana Costa Brava hacen de esta ubicación un auténtico refugio para el alma. Este entorno privilegiado no solo ofrece tranquilidad, sino también inspiración, conectando a la pareja con la naturaleza en su estado más puro. La propiedad cuenta con extensos terrenos, ideales para largas caminatas y momentos de contemplación, y es hogar de animales que se integran perfectamente en este oasis rural, añadiendo vida y movimiento al entorno.
Está ubicada en un antiguo molino del siglo XVII, que rebosa historia y carácter en cada detalle. Desde los muros de piedra que han resistido el paso del tiempo hasta las vigas de madera que sostienen los techos, cada elemento arquitectónico cuenta una historia de siglos pasados. Sin embargo, lo que realmente distingue esta residencia es la transformación que Macarena y Aldo han realizado para convertirla en una obra de arte viviente. Las reformas han respetado su esencia histórica, pero han añadido toques modernos y creativos que reflejan la personalidad vibrante de la pareja.
Diseño rústico con un giro contemporáneo
La fachada es un homenaje a la historia y la tradición. Con su textura rugosa y tonos terrosos, se funden de manera armoniosa con el entorno natural que las rodea, logrando una integración visual y emocional con el paisaje. Este detalle rústico que aporta carácter a la vivienda, se combina con toques contemporáneos que contrastan y, al mismo tiempo, complementan la estructura original, como ventanales amplios y modernos, diseñados para captar la máxima luz natural.
Dentro de la casa, el equilibrio entre lo rústico y lo industrial es simplemente perfecto. Las paredes de piedra se complementan con ladrillos expuestos, ofreciendo un marco cálido y texturizado que sirve de base para el diseño innovador del interior. Detalles como lámparas colgantes de estilo industrial, tuberías expuestas y superficies metálicas añaden un toque moderno, mientras que piezas únicas de mobiliario y arte, cuidadosamente seleccionadas por la pareja, refuerzan el carácter singular.
Una cocina funcional y encantadora
La cocina de la casa se ha convertido en uno de los espacios más emblemáticos del hogar, tanto por su diseño como por su funcionalidad. Este ambiente refleja un perfecto equilibrio entre estética y practicidad, convirtiéndolo en el corazón de la casa. Los azulejos de estilo retro, con patrones geométricos y colores suaves, aportan un aire nostálgico que recuerda las cocinas tradicionales, pero con un enfoque renovado. Estos se complementan con muebles minimalistas de líneas limpias y acabados modernos, como madera clara y superficies metálicas, que añaden un contraste contemporáneo al espacio.
La disposición de la cocina está pensada para ser práctica y cómoda, con una isla central que invita a la interacción, se convierte en el lugar ideal para preparar recetas en familia o disfrutar de un desayuno informal. La iluminación, cuidadosamente seleccionada, incluye lámparas colgantes, también de estilo industrial, que refuerzan el ambiente acogedor del espacio. Además, la cocina está llena de pequeños detalles personales, como jarrones con flores frescas, libros de cocina a la vista y utensilios cuidadosamente colocados, que hacen de este espacio algo único.
Un salón lleno de color
Por su parte, el salón es una oda a la creatividad y a la expresión personal. Este espacio, que combina confort y originalidad, se define por una paleta de colores vibrantes que inunda el ambiente de energía y dinamismo. Los sofás, tapizados en tonos vivos como azules intensos y amarillos cálidos, se convierten en el centro visual de la estancia, acompañados por cojines de texturas y estampados variados que aportan profundidad y riqueza visual. Cada detalle parece contar una historia: desde alfombras de estilo bohemio hasta piezas únicas de arte y objetos decorativos que reflejan las múltiples influencias culturales de la pareja.
Destacan las lámparas estratégicamente distribuidas, tanto de pie como colgantes, que permiten crear diferentes atmósferas dependiendo del momento del día. Algunas, con diseños escultóricos y modernos, destacan como verdaderas piezas de arte funcionales. En este salón, todo está pensado para sorprender, pero también para invitar al relax. Las amplias ventanas, que dejan entrar luz natural, conectan el interior con el entorno, mientras que los muebles y los accesorios cuidadosamente seleccionados transmiten una sensación de calidez y acogida.