"Las Preysler" son toda una institución en España. Una familia que se caracteriza por su elegancia y estilo pero en la que, al mismo tiempo, cada individuo derrocha personalidad propia. Siguiendo los pasos de Isabel Preysler, sus hijas, Ana Boyer y Tamara Falcó parecen haber heredado su buen gusto y su pasión por lo sofisticado. Y no solo en cuanto a moda se refiere, sino también en otros aspectos como la decoración de sus hogares.

En concreto, es el estilo de Ana Boyer el que, probablemente, más se parezca al de su madre, pues tiende a optar por elementos clásicos y tradicionales, mientras que el de Tamara Falcó se inclina más hacia lo moderno y lo minimalista.

Ana también prioriza la sencillez, pero añade detalles que crean espacios únicos y que reflejan a la perfección su personalidad. Prueba de ello es su dormitorio, en el que destacan las piezas atemporales, muebles que duran toda la vida y que sobreviven al paso del tiempo.

El dormitorio de Ana Boyer: tradicional y decorado con estilo

Alejándose de lo excéntrico y lo excesivo, la hija de Isabel Preysler ha decorado su dormitorio con un gusto exquisito, reflejando su personalidad sencilla y cercana. Ha sabido establecer un equilibrio perfecto entre piezas básicas y otras más llamativas.

Dormitorio ana boyer
@anaboyer

Ejemplo de ello es el claro contraste de la colcha blanca simple con las imponentes cortinas con estampado de flores que, sin duda, se convierten en protagonistas de la estancia y que la convierten en un espacio mucho más cálido y acogedor. La hermana pequeña de Tamara Falcó parece ser adepta a los patrones florales, pues también están presentes en el baúl situado a los pies de la cama.

Otro elemento a destacar es la mesita de noche. Es la fusión perfecta entre la funcionalidad, la practicidad y el diseño. Contando con dos baldas, podemos ver cómo es muy útil para tener a mano determinados artículos antes de dormir, como la gran variedad de libros con los que cuenta Ana.

En la parte superior, vemos varios marcos con fotos familiares que, indudablemente, reflejan cómo la familia es una parte fundamental de su vida. Sobre esta se halla un aplique de pared de estilo vintage.

La silla con asiento tapizado, situada junto a los grandes ventanales, es claramente de estilo clásico, la típica pieza de mobiliario que está presente en casa de nuestras madres y que siempre aporta un toque elegante a los espacios.

Otros rincones especiales del hogar de Ana Boyer

Un porche de ensueño

porche ana boyer
@anaboyer

En una familia tan grande como la Preysler, es evidente que necesitan espacios cómodos, bonitos y amplios en los que reunirse. Por eso, no debería extrañarnos que Ana haya optado por hacer de la zona del porche un espacio casi de cuento de hadas.

Los sillones y sofás de madera y bambú con cojines blancos crean un oasis de calma y tranquilidad pero que, al mismo tiempo, convierten el lugar en el enclave perfecto para las largas charlas y sobremesas en familia.

En las mesas de cristal, todo está cuidado al detalle: cuentan con velas y centros florales. En otras de sus publicaciones también hemos podido ver la importancia que Ana le da a las flores, colocando diversos ramos bajo los ventanales.

casa ana boyer
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Un salón clásico y ultra elegante

El salón suele ser el centro neurálgico de todas las casas, por lo que el hacer que sea acogedor y agradable es una tarea obligatoria. Por supuesto, Ana Boyer lo ha conseguido de lleno. Lo primero que llama la atención en él son las baldosas de mármol en tonos blancos y grisáceos, pero también las grandes columnas y las molduras. 

 

 Destaca la gran alfombra en tonos azul marino y rojizos, sin olvidarnos de las amplias estanterías de color blanco en las paredes, que reúnen decenas y decenas de libros. Muchos de ellos, antiguos, por lo que podríamos suponer que son tesoros de la familia.

recibidor ana boyer
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En el recibidor, vemos dos grandes espejos, uno enfrente del otro, lo cual aporta una sensación de amplitud aún mayor. Delante de ellos, Ana ha colocado unas largas banquetas tapizadas con aire vintage. Así, consigue rellenar los espacios de una estancia enorme, consiguiendo una atmósfera acogedora pero que no pierde el aire sofisticado y lujoso propio de una vivienda "Preysler".