Tamara Falcó nos enseña su mesa de Fin de Año: copas modernas pero elegantes, mantel estampado y flores majestuosas

 Tamara Falcó es conocida no solo por su elegancia innata a la hora de vestir, sino también por su impecable gusto en decoración. La hija de Isabel Preysler ha consolidado su estilo como un referente en la creación de ambientes cálidos y sofisticados, mezclando tradición y modernidad con gran habilidad. Este estilo se refleja en cada rincón de su hogar, especialmente en las mesas que prepara para ocasiones especiales, donde los detalles cobran un protagonismo absoluto.

La estética de Tamara la podríamos resumir en su capacidad para encontrar el punto de equilibrio entre lo funcional y lo decorativo. Su mesa de Nochevieja, por ejemplo, destacó por una disposición que invita a celebrar la llegada del nuevo año con elegancia y calidez. Los elementos naturales, como flores y frutas, son un sello distintivo de su estilo, aportando frescura y vida al conjunto.

A través de su cuenta de Instagram hemos podido ver una vez más cómo se coronaba como la más sofisticada durante la pasada Nochevieja. Los colores predominantes, como los tonos verdes y rojos, evocan la naturaleza y el espíritu navideño y se complementan con texturas lujosas, como manteles bordados y vajillas refinadas.

La mezcla de lo clásico y lo moderno

En la decoración de la mesa, donde intervienen varios elementos diferentes, hemos visto que no ha se ha decantado por nada demasiado sobrio. Quería que esas ganas de fiesta y alegría se vieses reflejadas, destacando principalmente el mantel estampado, que no ha dejado indiferente a nadie.

Te puede parecer una opción demasiado arriesgada, pero la realidad es que nos parece una alternativa ideal al clásico mantel blanco o rojo en clave lisa. El print evoca la naturaleza, con elementos como plantas, mariposas y pájaros, con una combinación de colores que hacen referencia a esa naturaleza, como el rojo, el azul o el verde.

Este lo ha combinado con unos platos que nos han robado el corazón nada más verlos. El bajoplato es de un color turquesa que queda de maravilla con el mantel, y un plato superior en rojo y blanco que cuenta con una estética mucho más clásica, encontrando el equilibrio perfecto. El último elemento que destaca es el salvamantel de mimbre, con su habitual silueta redondeada.

En cuanto a la cristalería, es cierto que estaban las habituales copas de vino y cava clásicas que toda mesa que se precie tiene que tener, pero no eran las únicas. No dudó en añadir unas de cristal tallado en color azul, que parece que fue el hilo conductor de toda la mesa, en un tamaño más pequeño que el resto.

Un centro de mesa único

Uno de los aspectos más llamativos de su propuesta decorativa es la capacidad de innovación de Tamara. Esto se vio fielmente reflejado en el centro de mesa donde las hortensias y rosas se entrelazan con frutas, como uvas y granadas, en un arreglo central que no solo adorna, sino que también simboliza abundancia y prosperidad.

Las tonalidades verdes fueron las predominantes, matizándose con colores más potentes como el rojo o el rosa, todo muy acorde con el resto de elementos que había. Puede dar la sensación de que sea demasiado grande en proporción al tamaño de la mesa, pero cuenta con una altura perfecta para que puedas ver al resto de los comensales sin inconvenientes.

No se olvidó de la mesa de las bebidas

Al tener una mesa redonda tan reducida, con tan solo unos diez puestos, la Marquesa de Griñón optó por montar una mesa rectangular para que los invitados se pudieran servir sus bebidas. Esta no solo destacó por la funcionalidad, sino que su decoración también iba en sintonía con la mesa de la cena.

El mantel, al igual que en la otra, fue lo que más nos llamó la atención con un estampado étnico en color verde combinado con blanco. La vajilla en este caso tampoco se quedó atrás, como unos espectaculares platos de porcelana con varios dibujos pintados a mano en todo tipo de tonalidades. Las copas, como no podía ser de otra manera, estaban llenas del vino Marqués de Griñón y Moet Chandon.

El look de Tamara Falcó: elegante y acorde a la ocasión

Ya hemos visto que la decoración ha sido un diez, aunque en su look también ha sacado matrícula de honor. En este caso ha sido fiel a su estilo clásico y recatado, pero teniendo varios elementos que hacen que sea acorde para una noche tan especial como el 31 de diciembre.

Lo primero que nos ha llamado la atención ha sido la falda estilo lápiz y corte midi llena de pedrería plateada, que no puede sentarle mejor. Para equilibrar la potencia de la prenda, ha añadido un sencillo jersey de punto negro con cuello alto, rematando la faena con una americana en el mismo color de lentejuelas. En cuanto a sus elecciones beauty no ha querido arriesgar tanto, abogando por un sencillo recogido desenfadado, muy característico de ella, así como los clásicos labios rojos que ya ha convertido en una de sus señas de identidad.