No se trata solo de obtener el objeto. De conseguir el objeto de deseo. La idea es rescatar todo lo demás. La compra online tiene sus más, claro que sí, ante todo a la hora de no perder fuerzas frente a las grandes superficies. Pero también tiene sus menos. Y para hablar de sus menos, hay que hablar de comprarse un libro.

Compararse un libro es una cosa muy seria. No lo digo de broma. Cuando decides comprarte un libro es porque lo quieres de verdad, y no piensas en probarlo en casa y si no te gusta devolverlo. No. Se trata de una decisión determinante, ya sea por el continente, por el contenido o por ambos. De aquí nuestra selección de librerías de Madrid, una suerte de aventuras, decoración y nutrición intelectual.

Luego está eso de la compra cuerpo a cuerpo, y esto nos trae de vuelta a lo de antes. Está bien lo de la inmediatez de la compra online pero, en lo que se refiere a un libros, ¿no os parece que pierde todo? ¿Nos os parece que pierde calidad y magia? ¿No os parece que es como comerse un tomate del DÍA? Llamadme romántico, pero yo prefiero pasear por la pequeña tienda, conocer sus escondites y distribuciones. Los olores y colores, que diría Nacho cano. Y al fin alargar el brazo y sacar de entre otros, de la estantería, el libro que andabas buscando. Es decir, arrancar de la mata el tomate más sabroso.

De cara a estas navidades regala un libro. Paséate por una librería y gózalo. Aquí te recomendamos cinco de Madrid. Paro hay miles que visitar en cualquier ciudad y pueblo de nuestro país. Y están habitadas por millones de libros que esperan para darte lo mejor de sí mismos.

Este es un consejo de tomo y lomo.