Hace poco más de un año que Tamara Falcó e Íñigo Onieva se mudaron a su nuevo ático en el barrio madrileño de Peñagrande, muy cerca de la exclusiva urbanización Puerta de Hierro en la que vive Isabel Preysler. Desde entonces y, a pesar de que ha abierto su casa para varias cabeceras de decoración, la marquesa de Griñón no pierde oportunidad de enseñarnos algunos de sus rincones preferidos a través de su perfil de Instagram.
Aunque pasaba las navidades en casa de los Onieva, Nochebuena fue el día en el que se lució como anfitriona y, después de recordarnos que lo verdaderamente importante de estas fiestas es celebrar el nacimiento del Niño Jesús, la socialité nos enseñaba su mesa más especial, con la que estamos seguras de que dejó boquiabiertos a todos sus invitados.
Ahora, Tamara Falcó nos ha mostrado otra de sus tareas navideñas: la de paje real. Ultimando los preparativos para regalar a sus seres queridos, la influencer escogía su salón para preparar unas bolsitas de tratamiento de Sisley, marca de la que es embajadora, con las que sus hermanas lucirán una piel tersa y radiante. Sin embargo, enfocadas en la decoración de su casa, nosotras no pudimos fijarnos en otra cosa que en la estética de la estancia.
Con todo lujo de detalles y una decoración tan moderna como tradicional, el salón de Tamara Falcó es todo un deleite para los amantes de la decoración de interiores, un templo de paz en el que la luz, la calidez y los tonos neutros son sus auténticos protagonistas. Nos sumergimos en la estancia para que te inspires con todos sus detalles.
LOS RINCONES MÁS INSPIRADORES DEL SALÓN DE TAMARA FALCÓ
El marrón clarito y el banco son los tonos que predominan en el salón de Tamara Falcó y, a pesar del plano discreto que vemos de la estancia, enfocado en ella misma escribiendo las cartitas que acompañarán a sus regalos de Reyes, nos hacemos una idea bastante clara del estilo decorativo de la habitación.
En primer lugar y, a pesar de que el suelo es de madera marrón, acabado con una capa brillante que le imprima mayor sensación de limpieza y mucha luz, Tamara Falcó lo ha decorado con una alfombra tejida blanca, con textura, que le da mucha más calidez a la estancia y que está rematada con un gran ribete negro a contraste. Además, evita que la mesa de centro raye el suelo. Hablando de dicha mesa, la socialité se decantó por un modelo de madera natural, muy probablemente de roble, que aporta frescura a la estancia. Una mesa, sin embargo, rematada con patas negras de metal, que destacan y dan un toque nórdico e industrial a la decoración (y combinan con la alfombra).
Una mesa auxiliar tan elegante como práctica, en la que ya hemos visto trabajar, en otras ocasiones, a Tamara Falcó. Frente a ella, como no podía ser de otra forma, nos encontramos el sofá, un modelo clásico, tapizado con un diseño de cuadros Vichy en tonos blancos y beige que le dan un toque retro único. Está decorado con cojines a tono y adornado con otros más pequeñitos, en color crudo. Tras él, nos encontramos la ventana, protegida por una cortina de color beige que, a pesar de que deja pasar bien la luz y ayuda a que la estancia esté bien iluminada, le aporta calidez y un extra de paz, llenando la sala de intimidad y terminando con el ruido visual del exterior.
Si nos centramos en la otra parte que vemos del salón, comprobamos que, para dar un toque tan clásico como acogedor a la estancia, Tamara Falcó ha decidido decorar la pared con papel pintado, con un diseño de rayas verticales en los mismos tonos que el sofá, logrando una sensación increíble de armonía en la que todos los colores se integran de forma natural. Una pared adornada con un gran cuadro abstracto, en tonos más oscuros, que rompe con la calidez de la estancia y le da un toque de diseño.
Bajo él, sin embargo, nos encontramos con un aparador de madera, ideal para colocar la televisión o para múltiples usos. Tamara Falcó lo ha colocado como un mueble decorativo, a pesar de que estamos seguras de que no ha desaprovechado su espacio de almacenaje. Dicho mueble está diseñado con puertas, decoradas con unos espejos con forma octogonal que, al igual que el sofá, dan un aire muy ochentero a la estancia, además de aportarle luz y sensación de amplitud.
Por último, para dar un toque de color y un aire tan romántico como fresquito al cuarto, la marquesa de Griñón decidió decorar tanto el mueble como la mesa, con dos grandes jarrones con flores, dejándonos claro que en su casa no pueden faltar las plantas (Aunque ya nos lo adelantaba hace unos días, posando orgullosa con su Flor de Pascua). Dos composiciones voluminosas, protagonizadas por hortensias en tonos verdes y violetas, que captan todo el protagonismo de la estancia y la "llenan". En cuando a los recipientes, por último, se decantó por opciones clásicas, en color marrón oscuro y con un toque muy vintage.
Un salón tan inspirador como elegante, minimalista pero con todo lujo de detalles, del que ya hemos sacado infinidad de ideas de decoración. Desde el papel pintado hasta el diseño de los cojines, la hermana de Ana Boyer nos ha dejado claro que, para decorar la estancia, ha querido fusionar la estética retro con el estilo nórdico. Obviamente, lo ha conseguido con creces.