Puede que con las prisas diarias en las que vive la sociedad, nos hayamos olvidado de valorar los detalles. Esos que dotan de personalidad nuestros hogares y que, a veces, pasan de generación en generación y para ejemplo las vitrinas, uno de los muebles favoritos de nuestras abuelas y que están volviendo a ser muy valorados por los interioristas dada su belleza clásica, su capacidad y su versatilidad.
Si bien es cierto que una vitrina puede ocupar cualquier espacio de la casa, en esta ocasión me centro en el que más me gusta: la cocina, y es que confieso que he añadido esta pieza a la mía y no puedo estar más satisfecha del resultado.
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He conseguido darle un aire vintage, pero con mesura y sin perder la sobriedad y la elegancia que me gusta. Por otro lado, ahora tengo mi vajilla muy bien organizada y a la vista, algo que me encanta y eleva la decoración.
He rescatado esta idea de mi infancia, de las abuelas y su amor por aquellas vajillas que guardaban con esmero. Platos, tazas y cristalería ocupaban un lugar especial, no solo por su utilidad, sino también por su estética y valor sentimental.
Ahora, esa misma idea vuelve con fuerza gracias que las vitrinas vuelven a ser objeto de deseo. Este clásico de la decoración regresa con un aire renovado y se convierte en la pieza clave para combinar funcionalidad y estilo en la cocina y el comedor.
Vitrinas: Un clásico que se reinventa
Las vitrinas han sido durante décadas una opción infalible para exponer vajilla y menaje. Con sus puertas de cristal, protegen y exhiben a la vez, permitiendo que cada pieza se luzca sin acumular polvo.
Hoy, las nuevas versiones de este mueble se adaptan a todos los estilos, desde el más clásico al más contemporáneo. Ya sea en madera natural, lacadas en tonos pastel o con estructura metálica y cristal esmerilado, las vitrinas han vuelto para quedarse.
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Su versatilidad es uno de sus mayores atractivos: funcionan igual de bien en cocinas de aire rústico que en espacios minimalistas. Además, pueden usarse en el comedor, en el salón o incluso en pasillos amplios, convirtiéndose en un foco decorativo que además aporta almacenamiento extra.
7 ideas para decorar y sacar partido a tu vitrina
Si quieres que tu vitrina luzca con estilo y se integre perfectamente en tu decoración, sigue estos consejos:
Elige una paleta de colores armoniosa: Para que la vitrina se vea elegante y bien integrada en la decoración, selecciona una gama cromática que complemente el resto del espacio. Si tu cocina o comedor están decorados en tonos neutros, opta por vajilla blanca, beige o tonos tierra. Si prefieres un toque de color, puedes jugar con cerámicas en tonos vivos o cristalería tintada.
Organiza por categorías: Agrupar objetos por tipo y uso facilitará la organización y dará una sensación de orden visual. Coloca los platos en una sección, las copas en otra y deja un espacio para elementos decorativos como jarrones o cuencos de distintos tamaños.
Combina alturas y volúmenes: Para que la composición sea dinámica, juega con elementos de diferentes alturas y volúmenes. Apila platos horizontalmente y contrasta con jarrones altos o botellas de cristal.
Incorpora elementos naturales: Un toque orgánico siempre aporta calidez. Introduce cestas de mimbre, cuencos de madera o pequeñas plantas en macetas para equilibrar la frialdad del cristal.
Iluminación para realzar el interior: Instalar luces LED en el interior de la vitrina hará que los objetos destaquen y creará un ambiente acogedor, sobre todo por la noche.
Dale un toque retro o artesanal: Si quieres potenciar el encanto de la vitrina, incorpora piezas con historia, como una vajilla heredada, cristalería con diseño antiguo o cerámica hecha a mano. Estos elementos añaden un valor emocional y estético único.
Utiliza la vitrina como un expositor multifunción: Puedes usarla para exponer libros de cocina, tarros con ingredientes a granel o incluso una colección de tazas especiales.
Colores de tendencia para vitrinas en 2025
Si estás pensando en incorporar una vitrina a tu decoración, apuesta por los tonos de moda. El color del año, Mocha Mousse, un marrón cálido con matices rojizos, es ideal para vitrinas de madera. Otros tonos en tendencia incluyen el verde musgo, el azul profundo y los beiges naturales, que aportan un aire sofisticado y atemporal.
Recuperar el encanto de las vitrinas no es solo una cuestión de tendencia, sino también una forma de rendir homenaje a los objetos que nos conectan con nuestra historia. Ahora, más que nunca, este clásico de la decoración merece brillar en nuestras cocinas y comedores.