La primavera no solo trae consigo cielos despejados y tardes cálidas, sino también esa necesidad urgente de renovar el armario. Es el momento de guardar los tejidos pesados y dar la bienvenida a las siluetas fluidas, los colores pastel y los detalles que respiran delicadeza. Entre todas las tendencias que desfilan cada año, hay una que nunca pasa de moda y que, esta temporada, se reinventa con audacia: el encaje.
Símbolo eterno de feminidad y elegancia, el encaje se convierte en el aliado perfecto para Semana Santa, donde los looks oscilan entre la solemnidad de las fiestas y la ligereza de las reuniones al aire libre. Su versatilidad permite jugar con transparencias sutiles, superposiciones estratégicas y texturas que añaden profundidad sin sacrificar comodidad. Además, los diseñadores han decidido romper con lo previsible: ya no es solo un detalle romántico, sino una declaración de estilo que fusiona lo clásico con lo vanguardista.
El encaje en las pasarelas: entre el 'boudoir' y la calle
Esta temporada, el encaje deja de ser un asunto íntimo, para convertirse en uno de los tejidos que más veremos a lo largo de la primavera y el verano del 2025. No hay más que echar un vistazo a la pasarela para tomar nota de cómo lo llevaremos, porque amigas, hay opciones para todas. Desde las más atrevidas, que se atreven a jugar con prendas de lencería, hasta quienes prefieren sugerir a través de las capas, que dejan ver lo indispensable.
Con Demma todavía al frente de Balenciaga, la propuesta de la firma para la temporada estival fue la provocación extrema, proponiendo total looks de encaje, que iban desde tops ajustados hasta faldas midi con ligueros integrados, reforzando la idea de que la moda puede ser una segunda piel.
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Lo mismo que Gucci, que también apuesta por una mujer que dibuja su silueta con los bordados del encaje, dejando entrever su cuerpo con tanta elegancia como seguridad. Maria Grazia Churri hace una carta de amor a la feminidad con sus diseños en burdeos, verde oliva, negro y verde lima, dictando sentencia de cómo dejar brillar a este tejido.
Por su parte, Alberta Ferretti mantuvo la esencia romántica con diseños en blush y detalles de volantes. Mientras que Chloé rescató la nostalgia bohemia de los 70 con vestidos lenceros de seda con aplicaciones de encaje, bloomers y pololos que se mezclan con chaquetas entalladas, logrando un equilibrio entre lo desenfadado y lo refinado.
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Para quienes prefieren un enfoque minimalista, 3.1 Phillip Lim ofreció una visión depurada: vestidos con bordados casi arquitectónicos y transparencias estratégicas que transmiten serenidad y que nos recuerdan al lujo silencioso.
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Cómo llevarlo: claves para integrar el encaje en tus looks
- Superposiciones con narrativa: Un vestido de encaje translúcido gana modernidad si lo combinas con una camiseta oversize encima o un jersey ancho para los meses de frío. En Semana Santa, prueba tonos crudos sobre bases en verde menta o azul cielo.
- El equilibrio es la clave: Si optas por un top de encaje con detalles de corsé (como los de Balenciaga), compensa con una falda midi lisa o pantalones de tiro alto. Así evitas saturar el look.
- Todo al encaje: Los total looks de Dior piden seguridad, pero si te intimida la idea, elige un conjunto en la misma gama de color. Por ejemplo, un burdeos, uno de los colores que más verás esta primavera.
- Juega con texturas: El encaje cobra dimensión cuando se mezcla con materiales inesperados. Prueba un chaleco de cuero sobre un vestido de encaje etéreo (estilo Phillip Lim) o una cazadora bomber con faldas de tul.
- Accesorios estratégicos: Un bolso de rafia o sandalias con detalles en madera aportan rusticidad a looks delicados. Para eventos nocturnos, añade cadenas doradas finas o un bolso con pedrería.
- El calzado decide la dirección: Botines de tacón bajo le darán un aire casual a un vestido de encaje midi, mientras los stilettos nudillos lo llevarán a terreno sofisticado.
Encaje de día: la elección inteligente
Para las mañanas de Semana Santa, donde el protocolo pide recato, pero el sol invita a la frescura, elige prendas de encaje en zonas específicas: mangas abullonadas (como las de Chloé), escotes en pico con bordados discretos o faldas con un volante de encaje en el bajo. Los vestidos con aplicaciones en los puños o cuellos también son una opción impecable para misas o desayunos familiares.
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De día a noche: solo hay un detalle
El encaje permite transiciones fluidas. Un blazer estructurado sobre un vestido lencero con detalles de encaje funciona para una reunión diurna; retira la chaqueta al caer el sol y añade un cinturón metálico para el cocktail. Los vestidos fluidos de gasa son otro must: cómodos, elegantes y con ese punto de sensualidad medida.
El color puede ser tu mejor aliado a la hora de llevar encaje, y esta primavera, no se limita al blanco marfil. Apuesta por tonalidades que reflejen la estación:
- Verdes pistacho y aguamarina: Ideales para looks matinales.
- Terracotas y rosas empolvados: Perfectos para puestas de sol.
- Negro absoluto: Para un enfoque dramático, pero sofisticado (como propone Gucci).
El encaje es una tendencia que celebra la dualidad: frágil pero poderoso, tradicional pero transgresor. Semana Santa, con su mezcla de tradición y renovación, es el escenario ideal para lucirlo. Desde un top hasta un accesorio estratégico, su presencia añade profundidad a cualquier outfit.
Nuestra selección de prendas de encaje