¡Vuelven a sonar campanas de boda! El Palacio de Liria ha sido testigo del enlace entre Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini.
Los condes de Osorno se comprometieron en septiembre y tras varios meses de preparativos, nervios pero muchísima ilusión, el gran momento ha llegado y ya son marido y mujer. El conde de Osorno y la hija del empresario Juan Carlos Corsini Muñoz de Rivera se han dado el "sí, quiero" en los jardines de palacio en una boda con una lista de invitados bastante reducida por culpa de la pandemia.
El enlace ha estado oficiado por Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, sacerdote que mantiene una estrecha vinculación con la Casa de Alba. Se trata de la primera gran boda aristocrática desde que el coronavirus aterrizase en España y ha unido a los Alba con el linaje empresarial de los Corsini, la aristocracia y la élite se han reunido hoy.
EL VESTIDO DE LA NOVIA
Estamos ante el acontecimiento social de este año y su vestido, ha sido uno de los secretos mejor guardados por su entorno. De hecho ella no ha querido desvelar ni un solo detalle en estos días previos para que fuese "una sorpresa", confesaba ante los micrófonos de los medios. Pero ahora se ha desvelado el gran misterio. Estamos a la espera de que la firma nos envíe un boceto o poder ver alguna imagen de la novia.
Belén Corsini ha confiado la confección de su vestido de novia a Navascués. Un taller dirigido por Cristina Martínez Pardo que realiza unos diseños muy personales, centrados en la personalidad de cada novia pero siempre muy sencillos y temporales. Se sitúa en la milla de oro de Madrid, en el corazón del barrio de Salamanca y sus 37 años de profesionalidad avalan que sea la firma favorita de la jet set. La novia no ha llevado importantes joyas de la Casa de Alba ni ha apostado por la tiara.
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