Llevar una falda larga por los tobillos a los 50+ puede ser una opción muy elegante y sofisticada si se tienen en cuenta ciertos detalles que favorezcan la figura. Es importante elegir cortes que estilicen, como las faldas en línea "A" o rectas, que caen suavemente desde la cintura sin añadir volumen extra.
Estas siluetas ayudan a equilibrar las proporciones del cuerpo, creando un efecto visual más alargado y delgado, especialmente en mujeres de estatura más baja o con formas más curvas. También es importante evitar los diseños con demasiados pliegues, frunces o volúmenes en la zona de la cintura, ya que esto lo que hace es sumar tallas.
El tejido de la prenda también es un factor crucial. Optar por materiales ligeros y fluidos, como el crepé, la seda o el terciopelo suave, puede marcar una gran diferencia, ya que se mueven con el cuerpo y aportan una sensación de elegancia y dinamismo, en lugar de parecer pesados o rígidos. Los tejidos más gruesos o estructurados, en cambio, pueden crear líneas poco favorecedoras y dar una impresión de mayor volumen.
Aunque la clave de todo está en resaltar la cintura. Una falda de tiro alto es ideal, ya que crea una línea vertical que alarga las piernas y define la figura. Un cinturón, ya sea fino o mediano, puede ser un gran aliado para remarcar este efecto y agregar un detalle interesante al look. Al definir esta zona, se evita que la falda parezca un bloque de tela, y se logra un efecto más proporcionado y elegante.
El color y los estampados deben ser escogidos con sumo cuidado. Los tonos oscuros y sólidos, como el negro, el azul marino o los tonos tierra profundos, tienden a adelgazar visualmente y son muy favorecedores. Por otro lado, un look monocromático, donde la falda y la prenda superior comparten un color similar, puede alargar aún más la figura, siendo ya uno de los uniformes predilectos de las expertas en moda. En cuanto a los estampados, es preferible elegir patrones pequeños o discretos, ya que los prints de gran tamaño pueden dar una sensación de mayor volumen.
¿Cuáles tienen que ser los acompañantes?
El calzado adecuado puede transformar completamente un look con falda larga. Los zapatos de tacón bajo o medio, como botines con punta afilada o sandalias con plataforma discreta, ayudan a ganar altura y alargar las piernas. En cambio, si prefieres calzado plano, es mejor optar por diseños estilizados que no corten visualmente la línea del pie y la pierna. Por último, evitar zapatos demasiado voluminosos es clave para mantener una silueta elegante y ligera.
En cuanto a la elección de la prenda superior también es fundamental para no añadir volumen innecesario. Se recomienda optar por blusas, camisas o suéteres ajustados al cuerpo o con una estructura definida, luciéndolos por dentro de la falda o terminar a la altura de la cintura para mantener una proporción equilibrada.
Los diseños sueltos o demasiado largos pueden romper la armonía del conjunto y hacer que la figura parezca menos estilizada. Finalmente, las joyas pueden jugar un papel importante para completar el look. Un collar largo, por ejemplo, crea una línea vertical que estiliza el torso, mientras que pendientes o pulseras discretas agregan un toque de sofisticación sin recargar el conjunto.
10 conjuntos con falda larga que favorecen pasados los 50
Total look black
Para estas fiestas, si aún estás en busca de la mejor inspiración, este look es todo lo que necesitas. Demuestra que las prendas y accesorios no tienen límite de edad, pudiendo abogar por las transparencias y el encaje más allá de los 50, sacando tu lado femenino y sensual de forma elegante.
Efecto plisado
Esta es una de nuestros fichajes todoterreno, que te recomendamos encarecidamente que tengas en el radar. En este caso vemos cómo se adapta a un look diurno, combinada con un jersey de punto de cuello alto y botas de piel, aunque también tiene cabida durante la noche, con un top lenceros y salones clásicos.
El auge del denim
Con la popularidad que ha ganado la década de los 90 en la industria actual, hemos visto que el denim ha vuelto pisando más fuerte que nunca. Esto ha hecho que ya no se abogue por él en los habituales pantalones, sino que en el terreno de las faldas es un must, quedando de maravilla combinadas con camisas clásicas.
Look monocromático
Es uno de los uniformes que más estamos viendo en las calles del street style y uno de los favoritos de la temporada de invierno. La clave está en escoger tonalidades neutras, y combinarlas con diferentes intensidades en los elementos que formen parte del conjunto, tal y como vemos en este caso, con falda y jersey en beige y complementos en marrón chocolate.
Animal print
Si hay un estampado que se ha adueñado de todo lo que se ha interpuesto en su camino esta temporada, ese sin duda ha sido el leopardo. En este caso se aboga por él en un diseño de falda estilo lápiz, que permite resaltar la figura de forma cómoda y eficaz, combinada con una sencilla camisa blanca, dejando que sea el centro de todas las miradas.
Set de dos piezas
Los conjuntos de dos piezas son ese comodín que siempre merece la pena tener a mano en el armario, ya que te resuelve cualquier emergencia estilística en cuestión de minutos. Uno como es todo un acierto, ya que la parte superior cuenta con un efecto ceñido en la cintura que, combinado con la falda, deja un resultado de lo más apetecible.
La técnica del layering
Esto es algo que tienes que aplicar sí o sí a la hora de vestir durante los meses de frío, ya que es lo que te permite sobrevivir a las bajas temperaturas pero con el estilo intacto. En este caso lo vemos de forma clara, conjuntando su falda larga con un jersey de punto, abrigo largo, medias y guantes.
Con abrigo largo
La combinación de falda y abrigo largo es una de nuestras favoritas de la temporada. Deja un acabado que respira lujo y buen gusto en cada costura, lo que permite que lo podamos llevar tanto para ir a la oficina con zapatos planos, como para una ocasión mucho más especial o de gala con nuestros tacones favoritos.
Color block
Esta es una estrategia que solo pueden seguir las que estén dispuestas a salir de su zona de confort. Se basa en combinar distintas tonalidades potentes entre sí, que aparentemente no tienen nada que ver, pero que si las incluyes de la forma adecuada, vemos que quedan de maravilla.