Poco se podía ver debajo del enorme envoltorio con volantes de organza con la que Cristina Pedroche aparecía junto a Alberto Chicote, para dar las Campanadas de 2024, sin embargo, los chats y los hilos en redes sociales ya se atrevían a dar sus primeras impresiones. Aquí todos opinan y hacerlo sobre el vestido de la presentadora se antoja ya como una arraigada tradición española. Parecía una gran menina que se iba desprendiendo de sus capas, ¿qué lleva puesto?, nos preguntábamos todos.
¡Oh, sorpresa!, cuando por fin se deshizo del último envoltorio de organza, pudimos ver que la Pedroche se había atrevido con un estilismo de lo más cabaretero. Parecía una glamourosa vedette. Aunque al mirar con detalle, observamos que su miriñaque estaba salpicado con 40 rosetones que resultaron ser pezones con verdadera leche materna (la suya) cristalizada. La polémica está servida porque, amigas, hablar de maternidades es todo un acto de fe, un acto casi reivindicativo que promete levantar más ampollas de lo habitual.
“Hace casi cuatro años que me obsesione por llevar a las campanadas una diosa de la fecundidad inspirada en las maternidades ancestrales e incluso la Caritas romana o las Galactotrofusas cristianas: Deméter, Isis, Parvati, Lat, Kubaba, Coatlicue, Cibeles, Houtu, o Hepat…”, confiesa su director creativo, Josie, cuando le preguntamos cómo fue el proceso creativo que le llevó a parir —siguiendo con el hilo— el estilismo con el que Cristina Pedroche ha dado la bienvenida al 2025 en Antena 3.
Además, unos días antes, el 28 de diciembre, la presentadora, junto a su marido, el chef Dabiz Muñoz, jugaban con nuestra inocencia cuando compartían en redes sociales el momento en el que descubrían que serían padres por segunda vez, “Es una inocentada”, pensamos todos. Pero no. La broma era hacernos dudar de la fiabilidad de la noticia y un año más, el su embarazo se ha colado en uno de los momentos más esperados del año: cómo sería el vestido de la Pedroche. Tanta fecundidad no puede ser más que un buen augurio.
Leche materna, artesanía y UNICEF
¿El mensaje? Un llamamiento a la defensa de la protección de niños y niñas frente a cualquier tipo de violencia, de ahí su colaboración con UNICEF España. “Este año estoy especialmente ilusionada con la llegada del nuevo año. Es un privilegio para mí poder retransmitir las Campanadas un año más. Me siento tremendamente orgullosa de unirme a UNICEF España que desde hace 78 años trabaja sin descanso para proteger a la infancia. Tenemos el deber de luchar para garantizar el bienestar de cada niño y niña, como bien común: para que puedan soñar, para que puedan alcanzar todo su potencial y que todos sus sueños se conviertan en realidad. Al 2025 le pido paz, tolerancia y responsabilidad”, decía Cristina Pedroche.
El resultado ha sido un vestido chandelier llevado a cabo con una magistral combinación de tradición e innovación, un auténtico homenaje a la artesanía española y a los conceptos de maternidad y fertilidad. El proceso creativo comenzó con la joya diseñada por Belén Mazas para Cristina, donde encapsuló su leche materna. “A partir de esa joya, la magia surge”, explican desde VIVASCARRION. Inspirados por la infancia y la leche materna, Cristina y Josie dieron forma a una idea ambiciosa: un look compuesto por un tocado, un corsé, un imponente guardainfantes y un vestido de viaje al estilo de las damas del siglo XVII, completado con una capa y una gran falda de organza color tierra transparente, magistralmente cosida y fruncida a mano por Esperanza Carrión.
La construcción del conjunto, realizado con técnicas de alta sombrerería, fue meticulosa. “Primero, hicimos la horma para cada pieza; después, las piezas de croché que recubren el guardainfantes con sus 40 pezones, el corsé con dos pechos y tres pezones, y el casquete con un pecho y un pezón”, detallan los creadores. Todo se endureció, se moldeó y se ensambló con ornamentos diseñados para acompañar los cristales de “Morir de Amor”. Además, se usó la técnica de rejería con alambre e hilo de terciopelo para construir jaulas que soportan el peso del diseño, culminando en una obra monumental que entrelaza innovación y artesanía, nos cuentan desde VIVASCARRION.
El resultado es un diseño imponente que pesa más de 42 kilos y se define como una auténtica obra de arte. Cada cristal, cada pluma de papel en el casquete y cada adorno de pan de plata evoca el trabajo artesanal detrás de este proyecto que demandó más de 2.500 horas. “Una deidad femenina que celebra la vida y la maternidad”, tal y como lo describe Josie, su director creativo, quien ha querido poner el foco mediático sobre talento Made in Spain cómo VIVASCARRION, y Morir de Amor, deseando que este vestido nos nutra de su piadosa leche y nos haga mejores seres humanos.
Las críticas no han tardado en llegar, del mismo modo que lo han hecho los elegidos. Sin duda, una más de las tradiciones que el tándem formado por la presentadora y Josie, ha conseguido instaurar en nuestro país. Como fuere, esta oda a la fertilidad se ha convertido en un reclamo a favor de los niños y niñas de todo el mundo, para que tengan un futuro en paz, nutrido y próspero.
¿El siguiente año?
El director creativo confiesa que de enero a marzo su cabeza está fundida después de tanto trabajo, la gestión de las críticas y todo el ruido que se genera, por lo que suele tomarse un descanso. “Pero hay un día que para mí es el más importante de todo el año: el de la llegada de mis golondrinas a Villa Josie. Ese día de celebración es el que me avisa de que el año va p’alante y que quizás haya que volver a la carga”. Sabe que después de 10 años dando las campanadas, algún día tendrán que acabar: “eso será también una gran fiesta por el éxito de tantos años, de sueños cumplidos, de récords históricos y de tantos artistas y moda que nos han acompañado. Pase lo que pase lo celebraremos porque ha sido y será siempre un honor formar parte de este evento”.